Reflexión 31 de Enero

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR
Ya dijimos que hoy comienza el Ejercicio de los Siete Domingos de San José, como preparación para la Celebración solemne de su Fiesta el 19 de marzo.
Este Ejercicio es muy sencillo.
Se trata de contemplar los siete dolores y los siete gozos que vivió San José en la altísima misión que Dios le había confiado; un dolor y un gozo cada domingo, con una breve oración y petición en relación con lo que corresponda cada domingo, agregando el Padrenuestro, Avemaría y Gloría.
Con la petición común de cada domingo, que es la Jaculatoria: “San José Glorioso, ampara a quien contempla tu pena y gozo”. Esta sencilla oración se puede rezar cada día, y si se toma la costumbre en razón del AMOR que se tenga a San José, se repetirá con frecuencia varias veces al día; cuando se hace así, pronto se notará su beneficio.
Para quien no los conozca pongo los siete ‘dolores’ y sus correspondientes ‘gozos’.
PRIMER DOMINGO
El dolor: cuando estaba dispuesto a repudiar a su inmaculada esposa.
La alegría: cuando el Arcángel le reveló el sublime misterio de la encarnación.
SEGUNDO DOMINGO
El dolor: al ver nacer al niño Jesús en la pobreza.
La alegría: al escuchar la armonía del coro de los ángeles y observar la gloria de esa noche.
TERCER DOMINGO
El dolor: cuando la sangre del niño Salvador fue derramada en su circuncisión.
La alegría: dada con el nombre de Jesús.
CUARTO DOMINGO
El dolor: la profecía de Simeón, al predecir los sufrimientos de Jesús y María.
La alegría: la predicción de la salvación y gloriosa resurrección de innumerables almas.
QUINTO DOMINGO
El dolor: en su afán de educar y servir al Hijo del Altísimo, especialmente en el viaje a Egipto.
La alegría: al tener siempre con él a Dios mismo, y viendo la caída de los ídolos de Egipto.
SEXTO DOMINGO
El dolor: a regresar a su Nazaret por el miedo a Arquelao.
La alegría: al regresar con Jesús de Egipto a Nazaret y la confianza establecida por el Ángel.
SÉPTIMO DOMINGO
El dolor: cuando sin culpa pierde a Jesús, y lo busca con angustia por tres días.
La alegría: al encontrarlo en medio de los doctores en el Templo.
Con mi mejor deseo de que, en este Año de San José, sigamos honrando a tan gran Patriarca de nuestra FE y acogiéndonos a su poderoso patrocinio.
A Él te pido le reces hoy, para que venga en ayuda de las necesidades de todos los Hermanos, que nos encontramos aquí cada día en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid - España
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