Reflexión 31 de Mayo

Buenos días en la Fiesta de la Visitación de la Bienaventurada Virgen María.
El evangelio de San Lucas en el capítulo 1º nos dice que la Santísima Virgen, después de recibir la visita de Arcángel Gabriel y de informarle éste que su prima Isabel ‘había concebido un hijo en su vejez y ya está de seis meses’, dice a continuación que: “En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá”, al encuentro de su prima Isabel.
Es un encuentro maravilloso que se puede leer y meditar en Lc 1,39-56; que resulta muy llamativo y no menos importante que la Iglesia cierre el Mes de María con esta Fiesta de la Visita de María a su prima Isabel, lo cual nos sugiere muchas cosas para el propio desarrollo y crecimiento de la propia FE.
En todo caso, a la luz de lo que ocurre en aquella casa de Isabel y Zacarías en el pueblecito llamado Ain Karem, se puede comprender el mucho Amor de Dios que allí hubo y del que hoy deberemos nutrir nuestro corazón en el camino de la conversión.
Hemos de ser conscientes que nuestra sociedad está muy enferma y las conciencias atrofiadas, razón por la que se aceptan toda clase de leyes, como la que se está alumbrando ahora en relación con el aborto, que lleva errores graves contra la Ley de Dios y la dignidad de las personas.
Nuestra respuesta más allá de lo que se pueda hacer de alguna manera, ha de estar en la oración más confiada a María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Hoy el Papa Francisco invita a todos a rezar con él el Santo Rosario a las 18 horas, y si no se puede conectar a esa hora sí podremos despedir este Mes de Mayo obsequiando a María con la oración que a Ella más le agrada como es el Rosario, que además tanto poder tiene para alcanzar de Dios nuestro Padre las Gracias necesarias para estos momentos tan decisivos en la historia de la humanidad.
Pero también, no debe faltar tu oración de cada día en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 30 de Mayo

Buenos días.
La sucesión de las horas y de los días nos van llevando a culminar las diferentes etapas de la vida, como hoy vamos culminando la etapa mensual del que llamamos ‘Mes de María’.
Culminar etapas siempre nos lleva a pensar que un día culminaremos la etapa global de nuestra existencia aquí en la tierra, la más importante pues dará paso a la que ya no será una etapa: la eternidad que no tendrá fin.
Tantas veces parece no interesarnos pensar en ese punto de inflexión que es el tránsito hacia la eternidad, pero no deberíamos ser tan inconscientes de rehuir esta reflexión, pues se quiera o no, llegará.
Por ello, bien podríamos aprovechar este día, penúltimo del Mes de María, para, cogidos a su mano, ver un poco por dónde vamos dejando ir nuestra vida terrenal, las luces y las sombras que hay en ella, aciertos y errores que cometemos, para ante todo rectificar los caminos, porque Dios no ceja en llamarnos a la conversión de vida con tantos signos, digamos no deseados, que van apareciendo en el camino: el último la viruela del mono, que aún no sabemos bien el alcance de esta contagiosa enfermedad, erradicada de nuestra sociedad desde hace ya muchos años.
Ayuda, con tu oración pobre y humilde que cada día te pido, a que encuentren solución todos los problemas y necesidades de los Hermanos, reunidos hoy aquí nuevamente en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 29 de Mayo

Buenos días en la Solemnidad de la Ascensión del Señor a los Cielos.
Cada vez que hacemos la Profesión de Fe, confesamos con el corazón y la palabra lo que hoy la Iglesia Celebra en la Sagrada Liturgia, que Jesucristo “Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre”.
Esta es nuestra Fe, que a partir de su realidad nos fortalece hoy la Esperanza de que estamos en el camino cierto para alcanzar la participación plena en la Gloria de Dios.
El Señor les advierte a los discípulos que son sus testigos, y les dice: “Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto. Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios (Lc 24,49-53).
De esta forma comienza la espera de la Venida del Espíritu Santo, que nosotros volveremos a vivirla en la Solemnidad de Pentecostés, en el próximo domingo.
Por todo ello, hoy es un día de suma alegría porque el Señor ha cumplido su promesa de ir a la Casa de su Padre a prepararnos una morada, y a la vez nos deja en la dulce tensión de esperar la Venida del Espíritu Santo, que bien sabemos ya lo que supone para nuestra vida actual.
También tengamos en cuenta que a partir de aquí entramos en la recta final de este tiempo pascual, lo que nos ofrece la oportunidad de aprovecharlo viviendo intensamente los días que unen los dos grandes acontecimientos de nuestra Fe: la Ascensión del Señor a los Cielos y el envío del Espíritu Santo, del que el mismo Señor les dice a los apóstoles: “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena…” (Jn 16,12-13).
Son días de gozo, pero también de una actitud vigilante en la que suenan las palabras del Señor: “Velad y orad”.
Reza con gran Esperanza al Señor Resucitado que está sentado a la derecha del Padre, por todas las necesidades de los Hermanos que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 28 de Mayo

Buenos días.
Ya solo a tres días de concluir este mes de mayo, este Mes de María, os traigo otra de las antífonas marianas con las que se cierra cada día el rezo de la Hora de Completas.
“Salve, Reina de los cielos y Señora de los ángeles; salve, raíz; salve, puerta, que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, virgen gloriosa, entre todas, la más bella; salve, oh hermosa doncella, ruega a Cristo por nosotros”.
Un saludo hermoso a la Santísima Virgen con el que se significa toda la grandeza que encierra su persona, así como la propia confesión de lo que en Ella podemos reconocer.
Una sencilla oración para este último sábado del mes de mayo, con la que podemos, no solo honrar a la Virgen, sino sentirla y tenerla muy cerca de nosotros como en realidad está.
Lógico es que hoy la busquemos a Ella en nuestra oración personal, en favor de las intenciones y necesidades de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos. No dejes de rezar con esta intención. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 27 de Mayo

Buenos días.
Las oraciones más populares a la Santísima Virgen son el avemaría y la salve.
Quién no aprendió en su infancia a rezar así: “Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Es una oración sencilla, un diálogo muy sincero nacido del corazón, un saludo cariñoso a nuestra Madre del Cielo.
El Avemaría es una oración vocal, es decir, que se hace repitiendo palabras, recitando fórmulas, pero no por esto es menos intensa, menos personal.
En el Avemaría, descubrimos dos actitudes de la oración de la Iglesia centradas en la persona de Cristo y apoyadas en la singular cooperación de María a la acción del Espíritu Santo.
En la primera parte de la oración se recoge el saludo del ángel, del enviado del Señor. Es una alabanza en la que usamos las mismas palabras del Arcángel Gabriel, que saluda a María con la mirada que Dios ha puesto sobre su humilde esclava y nos alegramos con el gozo que encuentra en ella. "Llena eres de gracia, el Señor es contigo":
A continuación, en el Avemaría se añade el saludo de Santa Isabel: "Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". Isabel dice estas palabras llena del Espíritu Santo (Cf Lucas 1, 41), y así se convierte en la primera persona dentro de la larga serie de las generaciones que llaman y llamarán bienaventurada a María (Cf Lucas 1, 48).
Después, el Avemaría continúa con nuestra petición: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". Pidiendo a María que ruegue por nosotros, pues nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la "Madre de la Misericordia", a la Toda Santa...."
Nos ponemos en sus manos "ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se ensancha para entregarle desde ahora, "la hora de nuestra muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte de su Hijo al pie de la cruz y que nos acoja como madre nuestra para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso, a nuestra felicidad eterna en el pleno y eterno amor de Dios.
Sabemos también que el avemaría es parte esencial del rezo del Santo Rosario, pero el rezo individual del avemaría atrae muchas gracias, como vemos cuando la Virgen Santísima pide a Santa Matilde que cada día rece tres avemarías para poder asistirla en la hora de su muerte. Esta devoción de las tres avemarías merece una reflexión aparte.
Reza ya hoy a la Virgen Santa María, al menos un avemaría, en favor de ser atendidas todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 26 de Mayo

Buenos días.
Fiel a la cita de cada día 25 de mes, la Virgen Reina de la Paz nos dejó su mensaje, conciso y rico en su Amor y en sus consejos. Dijo así: "¡Queridos hijos! Os miro y doy gracias a Dios por cada uno de vosotros, porque Él me ha permitido estar todavía con vosotros, para animaros a la santidad.
Hijos míos, la paz está deteriorada y Satanás quiere la tribulación.
Por lo tanto, que vuestra oración sea aún más fuerte con el fin de que todo espíritu impuro de división y de guerra sea silenciado.
Sed constructores de paz y portadores de la alegría del Resucitado en vosotros y a vuestro alrededor, para que el bien triunfe en cada hombre.
¡Gracias por haber respondido mi llamada!"
Dice la Virgen que Dios “me ha permitido estar todavía con vosotros, para animaros a la santidad”. El hombre no tiene otra alternativa, si quiere vivir en la paz del corazón y llegar a la vida eterna en la Luz,  que el camino de la santidad. No busquemos excusas y decidámonos a ser santos, que no es tan difícil.
A continuación hace una afirmación que no puede ser discutida: “Hijos míos, la paz está deteriorada y Satanás quiere la tribulación”, pero a veces parece que no se quiere ver la realidad, ni la más lejana ni la más cercana, cuando se palpa y se comprueba lo que es la tribulación según el diccionario de la RAE: “Congoja, pena, tormento o aflicción moral; persecución o adversidad que padece una persona” o un colectivo, un pueblo.
Continua la Virgen diciendo: “Que vuestra oración sea aún más fuerte con el fin de que todo espíritu impuro de división y de guerra sea silenciado”. Silenciado por la gracia de Dios impetrada por esa oración fuerte y humilde que nos llama a hacer.
Concluye con una exhortación y su consecuencia, ‘para que el bien triunfe’, Dice: “Sed constructores de paz y portadores de la alegría del Resucitado en vosotros y a vuestro alrededor, para que el bien triunfe en cada hombre”. Sin faltar la expresión de su gratitud por aceptarla y aceptar su llamada; es esta gran virtud y actitud de la Santísima Virgen que bien deberíamos tomar nota e imitarla: ser siempre agradecidos, porque la gratitud no admite demora. “¡Gracias por haber respondido mi llamada!”.
Os dejo con la reflexión de estas palabras y mi petición de que recéis, hoy jueves al Señor Jesucristo en su presencia Eucarística, por todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 25 de Mayo

Buenos días.
Mantener la constancia en las cosas de la vida es algo que cuesta mucho a la persona, pues si bien se van haciendo las cosas más o menos, la firmeza que exige la perseverancia de mantener viva la llama de aquello que se ha comenzado y que se ha de conservar en el tiempo, es difícil.
Ovidio, poeta latino anterior a Cristo, dice que: “La gota horada la piedra no por su fuerza, sino por su constancia”; he aquí una imagen muy ilustrativa de lo que hemos apuntado.
Se ha de pensar y mantener en la mente y en el corazón, la realidad humana que lleva a la persona a comenzar cualquier proyecto o trabajo con gran brío e ilusión, sin tener en cuenta tantas veces que las dificultades surgirán y que aunque no fuera así, mantener la constancia será el secreto para el éxito del proyecto.
Sería bueno que cada día, al comenzar la jornada, se planteara esta actitud necesaria para lo que se tiene por delante: perseverar, ser constante.
Si se es capaz de contar con esta premisa, el día será más fácil transitarlo y las cosas seguro que saldrán mejor.
Aquí está mi petición diaria que necesita ser constante, porque las necesidades de los Hermanos permanecen, sucediéndose unas a otras; por tanto te vuelvo a pedir que reces, por favor, por todas las intenciones de los que nos reunimos nuevamente en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 24 de Mayo

Buenos días.
Hoy se da la coincidencia que se celebran sendas advocaciones de la Santísima Virgen como Patrona de dos importantes Obras de la Iglesia Católica.
Son: Nuestra Señora de la Estrada, venerada por San Ignacio de Loyola y sus compañeros, que se honra en la Iglesia del Gesú de Roma, y María Auxiliadora, que San Juan Bosco la hizo Patrona de la Obra Salesiana, venerándose el cuadro que él mandó pintar en 1865 en la Basílica de María Auxiliadora en Turín.
Nuestra Señora de la Estrada, también conocida del Camino, está en un célebre cuadro que ya recibía culto en una capilla junto al camino, al pie del Capitolio y que el Papa Pablo III concedió a la Compañía de Jesús en 1541 para su uso, siendo la primera iglesia de los jesuitas en Roma. Se trataba de una capilla estrecha, húmeda, sin adornos y que se encontraba en estado ruinoso, aunque siempre estaba repleta de fieles que acudían a escuchar la explicación de la doctrina, recibir el sacramento del perdón y la dirección espiritual, de acuerdo con las Constituciones de la Compañía de Jesús. Esta afluencia aumentó la devoción a la Virgen. El mismo San Ignacio intervino para adaptar la iglesia a las exigencias de la concurrencia de los fieles.
En cuanto a María Auxiliadora digamos que cuando Don Bosco contaba 9 años tuvo un sueño en el que la Virgen ya le indicaba su vocación: sería sacerdote. Años más tarde, en 1860, la Virgen vuelve a hablarle en otro sueño y le dice que quiere ser honrada con el título de “Auxiliadora”. Es en ese sueño en el que le señala el sitio en el que construir en Turín el templo dedicado a Ella, la actual Basílica de María Auxiliadora.
La Virgen María siempre estuvo presente en la vida de San Juan Bosco, gracias a que su madre, Mamá Margarita, le inculcó ese amor y esa devoción por la Virgen en las oraciones y en la vida diaria. Desde el principio la Virgen fue el centro de toda su obra.
En 1862, Don Bosco convierte la opción mariana en definitiva: “La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora, los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana”, dijo.
Qué hermoso día para vivirlo en la intimidad con la Santísima Virgen, tanto en estas dos advocaciones como en aquella que la devoción personal tenga cada uno, viendo cómo a lo largo de la Historia de la Iglesia la Virgen Santa María estuvo siempre pendiente de las necesidades de sus hijos.
A Ella hemos de pedirla, con la humilde oración que cada uno pueda hacer, su intercesión en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos hoy en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 23 de Mayo

Buenos días.
Hemos de seguir suscitando en nuestro corazón a través de los sentidos un Amor completo y acabado a la Santísima Virgen María. Y qué mejor que intentarlo en este Mes de Mayo, que es el Mes de María.
Aquí os traigo una de las antífonas marianas que se rezan al final de la Hora de Completas, que todos los días está dedicada a la Virgen.
“Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que tropieza y quiere levantarse.
Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores”.
Pues con esta bella oración te dejo, para que este día puedas dedicar y entregar todos sus afanes, trabajos, penas y alegrías, a la Reina y Señora de todo lo creado, según el designio de Dios Padre.
Y a Ella acude a pedir su valiosa intercesión por todas las intenciones, preocupaciones y necesidades de cada uno de los Hermanos que aquí nos encontramos día a día. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 22 de Mayo

Buenos días en el Día del Señor.
Ya avanzamos a partir de hoy por la sexta semana de Pascua, que nos llevará a la Celebración de la Ascensión del Señor, lo que quiere decir que el Tiempo Pascual va culminándose.
En la oración colecta de este domingo, la Iglesia pide: “Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con fervor sincero estos días de alegría en honor del Señor resucitado, para que manifestemos siempre en las obras lo que repasamos en el recuerdo”.
Esto es, que sepamos perseverar en lo que supuso para cada uno la Resurrección de Jesucristo, y que nos lleve a demostrar con la vida lo que actualizamos en el recuerdo. Todo un programa de vida.
Del Evangelio de San Juan 14,23-29, sólamente os propongo la meditación del primer párrafo, en el que el Señor Jesús dice: “El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió”.
Pocos comentarios necesita para entenderla y sentirse interpelado por esta Palabra del Señor.
‘El que me ama guardará mi palabra’. En primera persona: ¿Yo guardo la palabra del Señor? ¿Las enseñanzas evangélicas, los consejos evangélicos, las formas de sentir, de decir y de hacer del Señor, son las que marcan mi camino?
Si es así, el Padre me amará y ‘vendremos a él y haremos morada en él’, pero si no es así, si no guardamos la palabra del Señor, es la verdadera señal de que no amamos al Señor, sencilla y definitivamente. Alguno podrá decir que es muy tajante la afirmación, pues dila de otra forma, amo al Señor en la medida que guardo su palabra, pero al mismo tiempo no se deben olvidar estas otras palabras del mismo Señor Jesucristo: “El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” (Mt 12,30).
En este Día del Señor, no dejes de rezar a la Santísima Virgen María, para que interceda ante su Hijo Resucitado en favor de las necesidades de todos los Hermanos que en Ella nos encontramos aquí. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 21 de Mayo

Buenos días.
Sábado del mes de Mayo, mes de María, en el que nos concentramos a mirar a la Virgen para ver cómo mejor amarla y agradarla, sabiendo que de Ella obtendremos todo lo mejor.
Decía San Juan Bosco que: “Quien confía en María no se sentirá nunca defraudado”, algo que él siempre constató y que nos invita a nosotros para que lo comprobemos.
Al acercarse a los santos es interesante prestar atención a cuanto han dicho, han hecho y cómo han vivido, pues siempre se encuentran referencias que pueden ayudarnos en nuestro caminar.
Aquí lo dejo con el solo deseo que como día de la semana dedicado a la Virgen, hagamos un acercamiento grande a su persona y a su Amor.
Reza al menos un avemaría a la Madre y Señora nuestra, en favor de todos los Hermanos que aquí nos reunimos en Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 20 de Mayo

Buenos días en la Fiesta de San Bernardino de Siena.
Bernardino nació el 8 de setiembre de 1380 en Massa Marittima, de la noble familia de los Albizzeschi, una de las más ilustres de la Repú­blica de Siena.
Huérfano de madre a los tres años y de padre a los seis, fue criado por su tía materna, Diana, virtuosa mujer que sembró en su alma las semillas del verdadero amor a Dios, a su Madre Santísima y a los pobres. A los 11 años fue enviado a Siena para recibir una formación conforme a su ilustre apellido al lado de sus tíos paternos. Fue educado por los mejores preceptores de la ciudad.­
Iniciador del culto al Nombre de Jesús, San Bernardino de Siena fue también gran devoto de la Santísima Virgen y famoso predicador popular, alcanzó tal fama de santidad en vida que por su intercesión obró tantos milagros luego de su muerte, que mereció la honra de los altares apenas seis años después de su tránsito.
Amante en grado sumo de la virtud de la pureza, Bernardino, habitualmente respetuoso y ameno de trato, se incendiaba de indignación al oír cualquier palabra inmoral. A un hombre que osó decir una en su presencia, le dio una fuerte bofetada, que repercutió en toda la sala donde se encontraban. El libertino no tuvo la valentía de defenderse contra un frágil adolescente, prefirió la fuga, lleno de confusión. En otra ocasión, reclutó a niños para expulsar a pedradas a otro libertino que se jactaba de sus obscenidades.
Deseando entonces llevar una vida más recogida, mientras esperaba conocer los planes de Dios, se retiró a una casa en los alrededores de la ciudad donde se enclaustró, dedicándose a la oración y mortificación, ayuno y recogimiento. Cierto día rezando ante un crucifijo, Nuestro Señor le dijo: “Bernardino, tú me ves despojado de todo y clavado en una cruz por tu amor; es necesario, si tú me amas, que te despojes también de todo y lleves una vida crucificada”. Para ello, el joven se sintió inspirado para ingresar a la Orden de los Frailes Menores (Franciscanos), en el solitario convento de Colombaio, cerca de Siena.
Fue en la escuela de Jesús crucificado en la que el santo aprendió a practicar, en grado heroico, las virtudes cristianas, para lo que, día y noche se prosternaba ante un crucifijo. En otro momento, durante aquella meditación, Nuestro Señor le dijo: “Hijo mío, tú me ves clavado en la Cruz; si tú me amas y me quieres imitar, clávate también a tu cruz y sígueme; así estarás seguro de encontrarme”.
Más tarde, por acción de la Virgen, se convierte en un gran predicador.
Sus superiores, viendo tanta virtud, quisieron que no permaneciera más oculta, sino que brillara a la luz del mundo. Por ello lo designaron para dedicarse a la predicación y Bernardino obedeció; pero como su voz era débil y ronca, no conseguía llegar al número de fieles que se reunían para oírlo. “No se desanimó, sino recurrió a la Santísima Virgen, que inmediatamente dio robustez y claridad a su voz, y le adornó con todas las cualidades de un buen predicador”.
Después de sus prédicas, los hombres iban a depositar entre sus manos los dados, las cartas y los otros instrumentos de juegos prohibidos, las mujeres traían a sus pies sus ornamentos, cabellera, tejidos, perfumes y otros productos que la vanidad inventó para perder las almas, queriendo embellecer demasiado sus cuerpos.
La palabra de Dios en su boca era como una espada cortante y como un fuego que consume lo que hay de más duro y más resistente. Así, le llamaban Trompeta del Cielo, el Predicador del Evangelio.
Su vida fue muy rica en matices y su Amor a la Santísima Virgen siempre lo desbordó todo.
En medio de sus muchas actividades apostólicas escribía, reseñando entre sus obras los tratados de la Religión Cristiana, del Evangelio Eterno, de la Vida de Jesucristo, del Combate Espiritual, además de Meditaciones y Sermones.
San Bernardino murió el día de la Ascensión de 1444 en L’Aquila cuando tenía 64 años.
Como vemos, es un buen intercesor si acudes hoy a él para pedirle

Reflexión 19 de Mayo

Buenos días.
Santa Teresa de Jesús dice que: “Gran cosa es lo que agrada a Nuestro Señor cualquier servicio que se haga a su Madre”.
Y uno se pregunta: ¿Qué servicios se le pueden hacer a la Madre?
Es esta pregunta muy interesante para que la relación con la Santísima Virgen vaya más allá que el puro aspecto devocional.
Si planteamos lo que le interesa a la Virgen María, podremos deducir fácilmente el servicio que se le puede prestar.
A Santa María Virgen le interesa ayudar y completar la obra salvadora de su Hijo Jesucristo. Como bien sabemos Ella siempre se manifiesta pidiendo oración y penitencia para alcanzar la conversión de los pecadores, para que ninguno de los discípulos de Jesús se pierda, en definitiva, nos está pidiendo ayuda constantemente para conseguir reunir muchos hijos cara al encuentro definitivo con Dios.
Por ello, se concluye con facilidad que todo lo que contribuya a estos objetivos, comenzando por la propia conversión y la búsqueda de la de los demás, haciéndolo de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, tendrá los beneficios que indica la Santa de Ávila.
Qué sencillo es caminar bajo la maternidad de la Virgen y su guía amorosa, y en cambio cuánto nos cuesta a las personas imitarla en su sencillez, pobreza y humildad.
Te pido que reces al Señor Jesús, presente en la Sagrada Eucaristía por todas las necesidades de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en su Madre María. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 18 de Mayo

Buenos días.
Una de las oraciones más populares que se hace a María Santísima es la Salve Regina.
La historia de su origen es sencillamente emocionante, como es la vida de su compositor el Beato Hermann von Reichenau, monje benedictino del siglo XI.
Veamos algunos rasgos de su vida. El beato Hermann nació con el paladar hendido, parálisis cerebral y espina bífida, pero también tenía una mente brillante.
Dios a menudo usa instrumentos débiles para lograr un bien mayor. Ese fue el caso del Beato Hermann von Reichenau. Su infancia resultó ser extremadamente difícil, pero sus padres querían lo mejor para él.
A los siete años de edad, se las arreglaron para que se quedara en un monasterio benedictino cercano, donde sería educado y criado. Hermann floreció en el monasterio y rápidamente se descubrió que, aunque su cuerpo estaba lisiado, su mente era extraordinaria, convirtiéndose en un erudito en astronomía, teología, matemáticas, historia y poesía, también era un maestro del lenguaje y llegó a dominar el árabe, el griego y el latín.
Pero lo que era aún más notable era su gentil disposición y su devota vida interior. Poseía una gran alegría y, a pesar de sus defectos físicos, siempre sonreía.
Más tarde se quedó ciego y fue entonces cuando comenzó a componer hermosos himnos. Aunque su cuerpo le fallaba, su mente y su corazón estaban ardiendo con el amor de Dios y lo inspiró para crear algunos de los himnos más conocidos de todos los tiempos, entre los que sobresale la Salve Regina.
La Salve es una de esas oraciones que siempre emocionan cuando se reza, no digamos cuando se canta en latín o en su versión de la Salve Marinera o Rociera.
Así es la oración de la Salve: “Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, ¡Dios te salve! A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues, señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo”.
¿Qué te parece si hoy rezas a la Santísima Virgen esta oración de la Salve, pidiéndola su gracia intercesora para todas las necesidades de los hermanos aquí convocados en Ella? AMÉN. 
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 17 de Mayo

Buenos días.
Continúa este mes dedicado a la Santísima Virgen María, que nos permite ir viendo diferentes aspectos y matices de la personalidad de la mujer más grande de nuestra raza humana.
En Ella la generosidad estuvo palpable a lo largo de su vida terrenal, lo que nos alienta a nosotros a vivirla con disponibilidad y atención como la Virgen lo hizo, por ejemplo en las Bodas de Caná (Jn 2,1-11).
En el natural del ser humano, cuando la conversión no ha realizado aún sus efectos, está la venganza, que es la antítesis de la generosidad. Las personas no se dan cuenta que la venganza es un placer para quien la práctica que dura muy poco, un día podemos decir, pero en cambio la generosidad conlleva un comportamiento que reporta sentimientos de felicidad, llevando a la persona a vivir en la Caridad que sabemos es el Amor de Dios.
Contemplando la generosidad en María Santísima, veamos en qué niveles se mueve nuestra generosidad, pues de lo contrario estaríamos heridos seriamente por las actitudes vengativas que tanto nos alejarían de la Paz de Dios.
Te pido que hoy reces a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades de los Hermanos, teniendo conciencia que entre ellos estás tú y tus carencias. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 16 de Mayo

Buenos días.
Resulta muy aleccionador y gratificante ver en los Santos su gran amor a la Santísima Virgen, máxime cuando se trata de esos grandes Santos contemporáneos nuestros como es Santa Teresa de Calcuta, la Madre Teresa de Calcuta como popularmente la conocimos cuando aún vivía entre nosotros, dando testimonio constante de pobreza y humildad.
Pues bien, ella escribió: “La grandeza de María reside en su humildad. Jesús, quien vivió en estrechísimo contacto con ella, parecía querer que nosotros aprendiéramos de él y de ella una lección solamente: ser mansos y humildes de corazón”.
Viendo serenamente estas afirmaciones de la Madre Teresa de Calcuta, ciertamente parece que sea esta lección de ser mansos y humildes de corazón la gran asignatura que bien podríamos ver hoy si la tenemos o no aprobada, o aún hemos de trabajarla más.
Ciertamente ‘ser mansos y humildes de corazón’ no parece que sea lo común que se encuentra en las personas de hoy, pues lo que conlleva ser y vivir así no es lo que se percibe en una sociedad engreída, soberbia, que no tiene empacho en querer cambiar una y otra vez la obra creadora de Dios.
Cuando estamos oyendo las atrocidades con las que se quiere justificar toda la ideología de género, el aborto libre, desbordado de todo control, la eutanasia y un largo etcétera, vemos que ahí no hay ni mansedumbre ni humildad, porque el hombre traspasa todos los límites de su sometimiento y obediencia a su Señor y Creador, tal como ya ocurrió al comienzo con Adán y Eva en el Paraíso.
Acogiéndonos a la Santísima Virgen, busquemos continuamente ser y vivir en la mansedumbre y humildad de corazón, pues hemos de tener claro que las actitudes, sentimientos y comportamientos permanecen en el tiempo, y serán las que nos justificaran ante Dios o por el contrario merecerán su reproche.
También hoy te pido que reces a Dios nuestro Padre, para que provea a todos los Hermanos aquí congregados en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía, en todo aquello que cada uno necesita para poder superar todas las dificultades y necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 15 de Mayo

Buenos días en el Día del Señor.
En este día serán canonizados en Roma diez Beatos, entre ellos está Carlos de Foucauld, que siempre tuvo un gran amor a la Santísima Virgen.
Su vida tiene un gran atractivo para quien necesita o quiere buscar a Dios en su vida personal.
Cuidaba mucho la celebración del Mes de María porque esperaba siempre poder revivir, gracias a María, una nueva conversión espiritual.
Es conocida su consagración a la Virgen María, que a continuación transcribo para conocimiento y deleite espiritual de cada uno de los que aquí nos encontramos cada día, precisamente en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Dice: “Virgen María, madre mía, me consagro a ti y confío en tus manos mi existencia entera.
Acepta mi pasado con todo lo que ha sido, acepta mi presente con todo lo que es, acepta mi futuro con todo lo que será. Te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he recibido de Dios.
Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón. Pongo en tus manos mi libertad, mis ansias y mis temores, mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas y mis alegras. Cuida mi vida y mis acciones, para que sea más fiel a Dios y, con tu ayuda, alcance la salvación.
Hazme participar de una santidad igual a la tuya. Vuélveme conforme a Cristo, ideal de mi vida. Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud, para que me ayudes a no envejecer en la fe. Te confío mi capacidad y ganas de amar como has amado tú y como Jesús quiere que se ame. Te confío mis incertidumbres y angustias, para que en tu corazón yo encuentre seguridad, sostén y luz.
María, soberana de mi vida y de mi conducta, dispón de mí y de todo lo que me pertenece, para que camine siempre unido al Señor bajo tu mirada de madre.
María, soy todo tuyo y cuanto poseo te pertenece ahora y siempre. Amén”.
Os invito a conocer a Carlos de Foucauld, porque merece la pena ver una vida en soledad y con apariencia de infecundidad, que una vez muerto surge en la Iglesia un gran número de Instituciones de todo tipo que siguen su espiritualidad bajo su patrocinio.
Y hoy es a San Carlos de Foucauld al que te pido le reces en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, porque en el día de su canonización Dios no le negará nada de lo que pidamos por su intercesión. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 14 de Mayo

Buenos días.
Vamos culminando la primera quincena del Mes de María y seguimos buscando modos de expresarla nuestro cariño, al tiempo que vamos intentando conocer los abundantes rasgos de su personalidad que nos ayudan a conseguir una vida cristiana en la madurez del Amor de Dios.
Hoy traigo un Himno a María, Madre del Silencio, que nos ayude a orar con Ella.
“Como una tarde tranquila como un suave atardecer, era tu vida sencilla en el pobre Nazaret, y en medio de aquel silencio Dios te hablaba al corazón.
Virgen María, Madre del Señor, danos tu silencio y paz para escuchar su voz. Enséñanos, Madre Buena, cómo se debe escuchar al Señor cuando nos habla, en una noche estrellada, en la tierra que dormía, hoy descansa en su bondad.
Virgen María, Madre del Señor, danos tu silencio y paz para escuchar su voz. Y sobre todo María, cuando nos habla en los hombres en el hermano que sufre, en la sonrisa del niño, en la mano de un amigo, y en la paz de una oración.
Virgen María, Madre del Señor, danos tu silencio y paz para escuchar su voz”.
Qué bien le viene a la persona tener espacios de silencio en los que pueda encontrarse consigo mismo, en un diálogo fluido con Dios Padre, con Dios Hijo, con Dios Espíritu Santo.
Haz ahora al menos un pequeño silencio, para rezar en favor de las necesidades de los Hermanos de esta comunidad virtual, que en María, nuestra Madre y nuestra Guía, encuentra toda su fortaleza.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 13 de Mayo

Buenos días en la Fiesta de la Virgen de Fátima.
Durante los dos últimos días hemos querido preparar nuestros corazones para este día, como lo hiciera el Ángel de la Paz con los Pastorcitos.
Este día 13 de mayo de 1917 fue uno de los más importantes del siglo XX, pues fue el día en que la Santísima Virgen vino a traer a la humanidad un mensaje de Amor y de Misericordia, que quizás en su momento no se llegó a atender en la medida que era necesario y a pesar de estar avisado acontecieron las desgracias anunciadas.
Hoy, acercándonos a lo que la Virgen Madre le dijo a los Pastorcitos durante aquellos seis meses que duraron las apariciones, podemos entender muchas cosas de las que están ocurriendo y las duras actitudes que mantenemos las personas continuando por los caminos del pecado que niega a Dios y destruye la obra de su Amor.
Solamente me fijaré hoy en la tercera aparición el 13 de julio de 1917 en la que Lucía le pregunta a la Virgen cuando llega: “¿Qué es lo que quiere de mí?, pregunté. "Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, y continuéis rezando el rosario todos los días en honra a Nuestra Señora del Rosario con el fin de obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque solo Ella puede conseguirlo”.
¿A qué final de la guerra se refería? La Primera Guerra Mundial, que duraba desde el 28 de julio de 1914 hasta el 11 de noviembre der 1918.
Ese mismo día, más adelante, tras dejarles tener una visión del infierno les dirá: "Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra terminará pero si no dejan de ofender a Dios comenzara otra peor". Y así fue.
Agradezcamos a la Santísima Virgen todos sus desvelos por sus hijos; hagamos un pequeño esfuerzo por atender sus llamadas a rectificar los caminos que sigue el mundo y que desgraciadamente no son los que llevan a Dios.
En el gozo de esta Fiesta de la Virgen de Fátima, hagamos el pequeño esfuerzo de ofrecerla el rezo del santo Rosario que con tanta insistencia se lo pidió a los Pastorcitos de Fátima: Francisco y Jacinta, ya santos canonizados, y a Lucía que aún falleció en el año 2005.
A la Virgen de Fátima le rezamos hoy, para encomendar nuestra oración diaria por las intenciones y necesidades de todos los Hermanos que en Ella nos encontramos aquí. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 12 de Mayo

Buenos días.
Antes de que la Santísima Virgen se apareciera a los Pastorcitos el 13 de mayo de 1917, el Ángel se les apareció hasta tres veces en el año 1916.
En estas apariciones del Ángel podemos ver lo que es la pedagogía del Cielo: tan precisa, a la altura de la capacidad de los niños, preparándolos para el gran acontecimiento que supondría la venida de la Virgen. Veamos.
Segunda aparición del Ángel: Ocurrió a mediados del verano. Estábamos a la sombra de los árboles que rodeaban el pozo de la quinta Arneiro. De pronto vimos al mismo Ángel junto a nosotros: "¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo",
¿Cómo hemos de sacrificarnos?, pregunté.
"De todo lo que pudierais ofreced un sacrificio como acto de reparación por los pecados cuales Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores. Atraed así sobre vuestra patria la paz. Yo soy el Ángel de su guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe".
Estas palabras hicieron una profunda impresión en nuestros espíritus como una luz que nos hacía comprender quién es Dios, cómo nos ama y desea ser amado, el valor del sacrificio, cuánto le agrada y cómo concede en atención a esto, la gracia de conversión a los pecadores.
Por esta razón, desde ese momento, comenzamos a ofrecer al Señor cuanto nos mortificaba, repitiendo siempre la oración que el Ángel nos enseñó.
Tercera aparición del Ángel: Fue en octubre o a fines de septiembre, pasamos un día desde Pregueira a la cueva Loca de Cabeco, caminando alrededor del cerro al lado que mira a Aljustrel y Casa Velha. Allí decíamos nuestro rosario y la oración que el Ángel nos enseñó en la primera aparición.
Estando allí apareció por tercera vez, teniendo en sus manos un Cáliz, sobre el cual estaba suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de sangre al Cáliz. Dejando el Cáliz y la Hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces esta oración: "Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María, te pido la conversión de los pobres pecadores".
Para nosotros a más de un siglo de distancia, también son muy elocuentes y de gran enseñanza las palabras del Ángel en cada una de las tres apariciones y en su conjunto.
Ojalá que las sepamos escuchar y escudriñar en el propio corazón.
Entre tanto reza ya por todas las necesidades de los Hermanos a la Virgen María de Fátima, porque en Ella aquí nos encontramos hoy. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 11 de Mayo

Buenos días.
El próximo día 13 de mayo celebraremos la Festividad de la Virgen de Fátima, después de 107 años que se apareciera la Santísima Virgen a los tres Pastorcitos en Fátima, el 13 de mayo de 1917.
La importancia de esta aparición de la Virgen ya ha quedado demostrada que fue decisiva para la Iglesia y para el mundo, y aún hoy lo sigue siendo porque cosas que allí advirtió siguen pesando sobre nosotros.
Hoy quiero hacer una pequeña aproximación para que nos ayude a preparar los corazones a la Celebración, pero también para que comprendamos su mensaje y lo que aún tenemos en nuestras manos para remediar males mayores.
En la primavera de 1916 se apareció el ángel por primera vez en la cueva "Loca de Cabeco", a Francisco, Jacinta y Lucía, que eran los tres Pastorcitos.
Cuenta Lucía: “Subimos con el ganado al cerro arriba en busca de abrigo, y después de haber tomado nuestro bocadillo y dicho nuestras oraciones, vimos a cierta distancia, sobre la cúspide de los árboles, dirigiéndose hacia el saliente, una luz más blanca que la nieve, distinguiéndose la forma de un joven trasparente y más brillante que el cristal traspasado por los rayos del sol. Al acercarse más pudimos discernir y distinguir los rasgos. Estábamos sorprendidos y asombrados.
Al llegar junto a nosotros dijo: "No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad conmigo!" Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el suelo. Le imitamos llevados por un movimiento sobrenatural y repetimos las palabras que oímos decir: "Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman".
Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo: "Orad así; los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras suplicas". Y desapareció.... Tan íntima e intensa era la conciencia de la presencia de Dios, que ni siquiera intentamos hablar el uno con el otro, permanecimos en la posición en que el Ángel nos había dejado y repitiendo siempre la misma oración. No decíamos nada de esta aparición, ni recomendamos tampoco el uno al otro guardar el secreto. La misma aparición parecía imponernos silencio”.
Con este mensaje del Ángel de la Paz os dejo con la sola intención de que reflexionéis en la oración que les enseñó a los niños, así como ver si hoy y ahora no solo no es necesaria sino que urja hacerla dadas las circunstancias y la situación nuestra y de nuestros hermanos los hombres.
Que Santa María de Fátima nos aliente el corazón para entregarnos más y más a la extensión del Reino de Dios, pidiéndola ahora por todas las necesidades de los Hermanos aquí congregados en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 10 de Mayo

Buenos días en la Fiesta de San Juan de Ávila.
Este santo nació en Almodóvar del Campo, provincia de Ciudad Real, en 1499 y desde 1946 es el Patrón del clero secular español.
Gran misionero y predicador, fue proclamado Doctor de la Iglesia por el Papa Benedicto XVI en 2012, junto con la mística alemana Hildegarda de Bingen, con ocasión de la apertura de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos, dedicado al tema de la nueva evangelización del Concilio Vaticano II.
En su abundantísima literatura espiritual, sermones, escritos, etc., encontramos en un sermón en la Fiesta de la Presentación de Nuestra Señora, esta frase tan profunda como sencilla: “El que no cabe en los cielos, en tus entrañas se encerró; bien cabrás, pecador, en las entrañas de la Virgen. Señal de predestinación, tener gran devoción a la Virgen”.
San Juan de Ávila como gran sacerdote que fue, puede ser hoy para nosotros, en su fiesta, punto de encuentro para nuestra Fe, pues en su condición de Pastor de la almas puede ayudarnos a centrar la propia vida en Cristo, pues es la condición necesaria para hacer el camino de conversión, que el Cielo sigue urgiendo para que nuestra sociedad no siga avanzando a punto que puede llegar a ser ‘sin retorno’.
Como referencias curiosas podemos referir que la conversión del gran San Juan de Dios se produce en Granada el 20 de enero de 1539, oyendo un sermón de San Juan de Ávila en la Ermita de los Mártires. Asimismo, San Juan de Ávila tuvo relación con Santa Teresa de Jesús, recibiendo ésta un respaldo grande al ‘Libro de la Vida’.
Te invito a que dediques hoy un rato de oración para encontrarte con este gran sacerdote y apóstol de Jesucristo, pidiéndole su ayuda y su asistencia para que puedas acercarte a los sacramentos, particularmente a la confesión y a la eucaristía, con un mayor provecho espiritual.
Hoy también te pido que le reces en favor de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí estamos buscando la Gloria de Dios en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN. 
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 9 de Mayo

Buenos días.
En las oraciones marianas que a lo largo de toda la historia del Cristianismo se han ido haciendo e incorporando a la piedad popular encontramos esta: “Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita! Amén.
Estamos ante una de las más antiguas oraciones dirigida a la Virgen por los primeros cristianos, pues es la oración más antigua que se conoce a la Virgen, que data según los estudiosos del siglo III, probablemente de en torno al año 250.
Este hecho quedó de manifiesto a mediados del siglo XX, después de que en 1938 la biblioteca John Rylands de Manchester, dueña de una amplísima colección de códices del Nuevo Testamento, publicara el hallazgo de un papiro de origen egipcio que contenía este texto en griego.
Lo importante para nosotros en este siglo XXI es que es una breve oración, que tiene un contenido y sentido grandes para acudir a la Santísima Virgen María en los momentos difíciles, en los que posiblemente no se dispone de muchas palabras, quizás por la falta de ánimos o de fuerzas.
Sigamos caminando por este Mes de María ofreciéndola lo mejor que tengamos manteniéndonos ‘bajo su amparo’, que creo que bien lo necesita esta sociedad tantas veces desorientada que se empeña de vivir de ‘espaldas a Dios’ y a su santa Ley.
Reza como cada día por las necesidades de los Hermanos, que contigo comparten este encuentro en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 8 de Mayo

Buenos días en el Día del Señor.
No siempre las personas están dispuestas a hacer lo que deben, en el momento que deben y como debe ser.
¿Por qué?
Pueden darse diferentes circunstancias, que objetiva o subjetivamente llevan a la persona a no actuar convenientemente, pero también puede haber pereza, egoísmo u otros intereses por los que se prefiere no hacer lo que se debe, cuando se debe y como se debe.
Y cuando esto ocurre, se darán argumentos que intenten justificar quedarse fuera de lo que es obligado y no hacer lo que se debe, cuando se debe y como se debe.
En el mejor de los casos, es un error esgrimir que es más ventajoso esperar a que lleguen unas circunstancias idóneas o una ocasión mejor para actuar, porque es posible que eso no llegue nunca.
Se ha de vivir como se debe y se ha de actuar dentro del marco de lo que es esencial en la vida de un cristiano: los mandamientos de la Ley de Dios, ratificados por el Señor Jesucristo en su predicación evangélica.
Mira al Señor Resucitado y en el orden de la Caridad, reza por las necesidades de todos los Hermanos que a María, nuestra Madre y nuestra Guía, nos encontramos aquí. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 7 de Mayo

Buenos días.
En este Primer Sábado del Mes de María, parece conveniente recordar cómo surge la devoción de los cinco primeros sábados de mes al Inmaculado Corazón de María.
En la segunda aparición de la Virgen en Fátima, el 13 de junio de 1917, le dijo a los Pastorcitos que su Hijo Jesucristo quería establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María, y para ello pide que se instaure la práctica de los Cinco Primeros Sábados.
Desde muchos siglos atrás, la Iglesia ha considerado el sábado un día dedicado a intensificar la devoción a la Santísima Virgen María.
En la aparición del 13 de julio de 1917, la Virgen María le dijo a Lucía: “Vendré a pedir la comunión reparadora de los primeros sábados”, y el 10 de diciembre de 1925, la Virgen Santísima cumple la promesa hecha a Lucía, quien nos lo cuenta así: “Ese día estando en mi habitación en Pontevedra, España, se me apareció la Santísima Virgen y, al lado, como suspendido en una nube luminosa, el Niño. La Santísima Virgen me ponía la mano sobre mi hombro derecho y, al mismo tiempo, me mostraba un corazón cercado de espinas que tenía en la mano”.
Entonces dijo el Niño: “Ten compasión del corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos le clavan continuamente sin que haya nadie que haga un acto de reparación para arrancárselas”. Y en seguida dijo la Santísima Virgen: “Mira, hija mía, mi corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes, tú, al menos, procura consolarme y di que: “Todos aquellos que durante cinco meses seguidos, en el primer sábado, se confiesen y reciban la Santa Comunión, recen el Santo Rosario y me hagan 15 minutos de compañía meditando en los misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación”.
A la pregunta del confesor a Lucía de por qué era cinco sábados y no nueve como los primeros viernes, o siete como los dolores de la Virgen, Lucia cuenta que estando en la Iglesia con el Señor en la noche del 29 al 30 de mayo de 1930, hablando con Él de dicha pregunta, le fue revelado lo siguiente: “Hija mía, el motivo es el siguiente: son cinco las principales clases de blasfemias cometidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1) Las blasfemias contra la Inmaculada Concepción
2) Las blasfemias contra su Virginidad
3) Las blasfemias contra su Maternidad Divina, negándose al mismo tiempo reconocerla como Madre de los hombres.
4) Las blasfemias de aquellos que públicamente tratan de infundir en los corazones de los niños la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia esta Madre Inmaculada.
5) Las ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en sus Sagradas Imágenes”.
“He aquí el motivo por el cual el Corazón Inmaculado de María me ha sugerido pedir esta pequeña reparación y en consideración a Ella, conmover mi misericordia para perdonar a las almas que han tenido la desgracia de ofenderla”.
Hasta aquí el relato que proponemos al comienzo, así como la sugerencia de qué importante sería que comenzáramos en este mes de Mayo a hacer cuanto esté a nuestro alcance para reparar el Corazón Inmaculado de María.
Mírala desde la profundidad de tu alma y sal a su encuentro para desagraviarla, consolando su Inmaculado Corazón.
Hoy vuelvo a pedirte que intercedas ante la Virgen Santísima en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar en Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 6 de Mayo

Buenos días.
En este primer viernes del Mes de María, mientras miramos al Sagrado Corazón de Jesús para hacer cuanto podamos para desagraviar su Divino Corazón, vamos a orar y meditar con este Himno de la Liturgia de las Horas en la Fiesta de Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores.
“¡Ay dolor, dolor, dolor, por mi Hijo y mi Señor! 
Yo soy aquella María del linaje de David: ¡Oíd, hermanos, oíd la gran desventura mía!
A mí me dijo Gabriel que el Señor era conmigo, y me dejó sin abrigo más amarga que la hiel.
Díjome que era bendita entre todas las nacidas, y soy de las doloridas la más triste y afligida.
Decid, hombres que corréis por la vida mundanal, decidme si visto habéis igual dolor que mi mal.
Y vosotras que tenéis padres, hijos y maridos, ayudadme con gemidos, si es que mejor no podéis.
Llore conmigo la gente, alegres y atribulados, por lavar cuyos pecados mataron al Inocente.
¡Mataron a mi Señor, mi Redentor verdadero! ¿Cómo no muero con tan extremo dolor? 
Señora, santa María, déjame llorar contigo, pues muere mi Dios y mi amigo, y muerta está mi alegría. Y, pues os dejan sin Hijo, dejadme ser hijo vuestro. ¡Tendréis mucho más que amar, aunque os amen mucho menos!”.
De este hermoso Himno, se pueden extraer buenas enseñanzas del quehacer de la Santísima Virgen en favor de los que le fuimos dados por su Hijo en la Cruz.
Ella nos convoca para que le ayudemos, en su dolor y en su pesar, a seguir trabajando en este combate espiritual, que todos libramos a nivel individual y también a nivel comunitario.
Leamos y oremos con serenidad y tranquilidad este Himno dedicado a la Virgen Dolorosa.
Y reza ya a Ella, al menos tres avemarías, por todas las necesidades de los Hermanos, en las que están incluidas también las tuyas. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 5 de Mayo

Buenos días.
En la Sagrada Liturgia encontramos 46 Misas dedicadas a la Santísima Virgen, que se pueden celebrar, por diferentes motivos o en momentos concretos, en honra y gloria de la Virgen Santa María.
La número 32 es la Misa dedicada a la Virgen María, Madre y Maestra espiritual.
La Santísima Virgen María, Madre y Maestra espiritual, vivió plenamente unida a su Divino Hijo durante los años en que ambos estuvieron en el mundo.
Ella es la primera en hacerse presente cuando se ofrece el Sacrificio incruento de Jesús en los altares de la tierra, porque en cada Misa contempla y revive todos y cada uno de los Misterios de la Vida de su Hijo y Señor, a quien estuvo, está y estará unida, como ninguna otra criatura. Por eso, también es la primera adoradora, y la que, como buena Maestra, nos enseña a adorar.
De esta Misa dedicada a la Virgen María, Madre y Maestra espiritual, os cito dos puntos significativos; el primero es del Prefacio y el segundo la oración colecta.
En el Prefacio se dice: “asociada íntimamente al misterio de Cristo, no cesa de engendrar nuevos hijos con la Iglesia, a los que estimula con amor y atrae con su ejemplo, para conducirlos a la caridad perfecta. Ella es modelo de vida evangélica, de ella nosotros aprendemos; con su inspiración nos enseña a amarte, Señor, sobre todas las cosas, con su actitud nos invita a contemplar tu Palabra, y con su corazón nos mueve a servir a los hermanos…”
Y con la oración colecta la Iglesia reza, rezamos: “Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de la salvación. Que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén”.
He aquí una faceta más de la Virgen Madre, la de Maestra espiritual también. Reflexionemos y veamos lo que a Ella nos une o lo que aún tenemos por descubrir y aprender.
Reza con fe y esperanza a la Santísima Virgen María, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 4 de Mayo

Buenos días.
Hay un Himno litúrgico dedicado a la Virgen Santísima, que es un canto muy hermoso a la relación de María con la Santísima Trinidad.
Es muy breve y sencillo, pero muy sugestivo para rezar y meditar con él.
“Lucero del alba, luz de mi alma, Santa María.
Virgen y Madre, hija del Padre, Santa María.
Flor del Espíritu,  Madre del Hijo, Santa María.
Amor maternal del Cristo total, Santa María. Amén”.
En la última estrofa dice: ‘Amor maternal del Cristo total’: ¿Quién este Cristo total sino todo su Cuerpo Místico?, del que participamos todos los bautizados y cuya cabeza bien sabemos que es el propio Señor Jesucristo.
Si durante este Mes de María lograra cada uno centrar su vida cristiana bajo la mirada de la Virgen y aprendiera a vivir con Ella el compromiso bautismal, que gran gracia lograría.
Hoy te vuelvo a pedir que reces a la que es la Madre y Guía de todos los que nos encontramos aquí, para que venga en ayuda de todas las necesidades e intenciones de cada uno de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 3 de Mayo

Buenos días.
Invocamos a la Santísima Virgen con frecuencia diciéndola: María, nuestra Madre y nuestra Guía, porque Ella es nuestra Madre por el deseo de su Hijo Jesucristo en la Cruz, y además porque quiere ser nuestra guía en los caminos de la vida, cuando la queremos dejar que lo sea.
Para que la Santísima Virgen María pueda guiarnos, hemos de estar en una disposición hacia Ella de forma que establezcamos una filial relación, con oraciones vocales o lo que es la oración mental, comprometiéndola en todas las inquietudes, luchas, tribulaciones o necesidades que se tengan en cualquier aspecto de la vida.
San Bernardo de Claraval, Abad Cisterciense del siglo XXII, gran amante de la Santísima Virgen compuso la oración del ‘Acordaos’, que tantos beneficios espirituales ha procurado a muchas personas que han frecuentado esta oración: “Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se oyó decir, que ninguno de cuantos han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido jamás abandonado de vos.
Animado por esta confianza, a vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me animo a comparecer ante vos. Madre de Dios, no desechéis mis suplicas, antes bien, escuchadlas y aceptadlas benignamente. Amen”.
Con mi petición de que reces a la Madre y Guía por todas las necesidades de los Hermanos que aquí no encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 2 de Mayo

Buenos días.
Durante el Tiempo Pascual, esto es, desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés, se saluda a la Santísima Virgen con la oración ‘Regina Coeli’ en lugar del Ángelus, que se reza el resto del año.
Fue el Papa Benedicto XIV quien estableció, en 1742, que durante el tiempo Pascual se sustituyera el rezo del Ángelus por la antífona Regina Coeli.
Son las palabras latinas con que abre el himno pascual a la Santísima Virgen María, que traducidas al español son “Reina del cielo”; es una composición litúrgica a manera de felicitación a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo.
No se conoce el autor de esta oración litúrgica que data siglo XII, pero se sabe que era repetido por los frailes menores franciscanos después de la Hora de Completas en la Liturgia de las Horas en la primera mitad del siguiente siglo. Luego, la popularizaron y extendieron por todo el mundo cristiano.
Se reza litúrgicamente tres veces al día como el Ángelus: al romper el día, al mediodía y a la caída de la tarde, aunque se puede rezar cuando mejor le venga a cada uno, pues siempre es mejor rezarla una vez con verdadera devoción que no hacerlo ninguna, pues en esta sociedad que vive con un ritmo trepidante ha de hacerse cuanto se pueda en honor de la Santísima Virgen.
Oración del Regina Coeli:
V/. Reina del Cielo, alégrate; aleluya.
R/. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V/. Resucitó como dijo; aleluya.
R/. Ruega por nosotros a Dios; aleluya;
V/. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R/. Porque resucitó en verdad el Señor; aleluya.
Oración: ¡Oh, Dios!, que te dignaste alegrar al mundo por la Resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo: concédenos, te rogamos, que por la mediación de la Virgen María, su Madre, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
En la alegría de Cristo Resucitado que testimonia la Regina Coeli, rezaremos este mes de María a la Madre Santísima, como hoy, por todas las necesidades de los Hermanos, al menos una de las muchas oraciones que a Ella tanto le agradan, comenzando por el Santo Rosario. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 1 de Mayo

Buenos días en el Día del Señor.
Coincide este III Domingo de Pascua con el comienzo del Mes de Mayo, mes que en la Iglesia tradicionalmente se ha dedicado a la devoción a la Santísima Virgen, con el popularmente denominado ‘Mes de la Flores’.
Es muy importante y, sin duda muy necesario, hacer cuanto se pueda por conservar viva la piedad del Pueblo de Dios en sus tradiciones y en sus devociones; por ello, vamos a contribuir cuanto podamos para mantener entre todos la vivencia mariana a lo largo de todo este mes que estamos comenzando.
Fue a partir del siglo XVI como ya se extendió por toda la cristiandad esta devoción del Mes de María, ofreciendo cada día a la Virgen Santísima una flor expresada desde el propio corazón; una flor que podrá ser vivir una virtud concreta durante todo el día, una oración con esta intención u ofrecerla cualquiera de esos momentos o situaciones difíciles que cada día se han de vivir.
En este primer día del Mes de María, os ofrezco lo que el Concilio Vaticano II nos dice acerca del culto a la Santísima Virgen y de las prácticas y ejercicios de piedad.
“El santo Concilio enseña de propósito esta doctrina católica y amonesta a la vez a todos los hijos de la Iglesia que fomenten con generosidad el culto a la Santísima Virgen, particularmente el litúrgico; que estimen en mucho las prácticas y los ejercicios de piedad hacia ella recomendados por el Magisterio en el curso de los siglos y que observen escrupulosamente cuanto en los tiempos pasados fue decretado acerca del culto a las imágenes de Cristo, de la Santísima Virgen y de los santos (…) Recuerden, finalmente, los fieles que la verdadera devoción no consiste ni en un sentimentalismo estéril y transitorio ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes” (L.G. nº 67).
Y antes de concluir os ofrezco esta popular oración a la Santísima Virgen, que a Ella tanto le agrada, para que la recéis cuantas veces queráis y podáis.
“Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía”. Y a mí particularmente me gusta agregar: ‘no me dejes, Madre mía hasta morir en tu Amor’.
A Ella, Madre y Guía nuestra, te pido que le reces hoy por las necesidades e intenciones de todos los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 30 de Abril

30.04.2022
Buenos días.
En este sábado, día que la Iglesia se lo dedica a la Santísima Virgen y ya en la Víspera de comenzar el Mes de María, propongo reflexionar acerca de una de las invocaciones de las Letanías Lauretanas: “Virgen poderosa”.
Esta invocación como cualquier otra se la ha de referenciar principalmente a su Hijo Jesucristo, pues la Virgen María lo es todo porque el Padre Dios la eligió y Ella aceptó ser la Madre del Redentor y Salvador.
Y a partir de ese momento encontró todo su mérito en la fidelidad al plan de Dios, que cumplió con toda la solicitud, por lo que su Hijo no la puede negar nada de lo que le pida: es la gran intercesora nuestra ante Él.
En la Constitución Dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, podemos leer en su punto 62, María Mediadora: “Con su amor materno se cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, sin embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador”.
Pues acudamos a la Virgen Santísima para que podamos caminar con lucidez y acierto, mientras seguimos peregrinando hacia la Casa del Padre Dios.
Y como es la ‘Virgen poderosa’, hoy encomiéndala las necesidades e intenciones de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
Mater Christi
Madrid – España
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