Reflexión 31 de Julio

Buenos días en la Fiesta de San Ignacio de Loyola.
Estamos celebrando los 500 años de la Conversión de San Ignacio, un acontecimiento que repercutió en toda la Iglesia a través de los tiempos.
En los escritos de San Ignacio y particularmente en sus famosos Ejercicios Espirituales, encontramos dos frases muy interesantes que a todos pueden ayudar.
Una dice: “En ejercicio de desolación nunca hacer mudanza”.
Es en la Quinta Regla de la Primera Semana de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, en donde dice que: "En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, más estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación. Porque así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen espíritu, así en la desolación el malo, con cuyos consejos no podemos tomar camino para acertar".
Explica que no es lo mismo tribulación que desolación, y fíjate que San Ignacio opone la desolación a la consolación, de hecho, asocia la desolación con el mal. Por eso, la clave de la desolación es que la persona "está movida en la dirección del 'mal espíritu'". Ese es precisamente el momento en el que no hay que "hacer mudanza" sino al contrario, perseverar, en el sentido ético de la perseverancia final: "constancia en la virtud y en mantener la gracia hasta la muerte".
La otra frase a la que nos referimos es: “El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma”.
Ciertamente, dejar que la conciencia muestre los pensamientos, palabras, obras y omisiones, relativas al mal obrar y cometidas durante un tiempo determinado, por ejemplo durante el día transcurrido, es algo valioso, diríamos más, es algo necesario, pero se ha de convenir que cuesta perseverar en este examen cotidiano, pues el 'espíritu de la pereza' suele incidir con fuerza para que no haya la perseverancia suficiente y así no lograr la salud espiritual necesaria.
Pues hay que darse cuenta de que del examen de conciencia bien hecho, en su regularidad y en su profundidad, se conseguirá darse cuenta perfecta de errores y pecados, materia que ayudará por necesidad a frecuentar el sacramento de la confesión para la obtención de la gracia del perdón, por el arrepentimiento de las faltas y pecados cometidos.
Día este muy importante para la Iglesia universal, pero también muy particularmente para la Iglesia de España, en donde San Ignacio de Loyola nace, se convierte y comienza la Obra de la Compañía de Jesús, que tanta Gloria ha dado a Dios y bien ha hecho a la Iglesia.
Hoy le rezamos, aun cuando sea un padrenuestro, para pedir su poderosa intercesión en favor de todas las necesidades, espirituales y materiales, de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
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Reflexión 30 de Julio

Buenos días
¡Qué nocivo es murmurar!
Y cómo se hace con cierta facilidad y ligereza, tanta, que en algunas personas es algo consustancial con su hablar, con su lenguaje.
El diccionario de la RAE lo define como: “conversar en perjuicio de un ausente, censurando sus acciones”; definición que ya dice por sí misma el alcance negativo que puede llegar a tener.
Es muy conveniente tener en cuenta estos ‘puntos negros’ que puede haber en las propias actitudes y comportamientos, pues se hace necesario aportar a la convivencia lo mejor de sí mismo, lo que ha de conseguirse por la perfección que se vaya logrando en el pensar, en el sentir, y en el hablar, para lograr la Unidad necesaria.
Con la murmuración no solo se le hace daño a la persona ausente de la que se murmura, sino también el daño se produce en los dos interlocutores: el que murmura y el que acepta la murmuración; de aquí que sea muy nocivo.
También conviene tener en cuenta que en el acto de murmuración se pueden producir daños, que posteriormente serán muy difíciles de reparar, y algunas veces hasta imposibles de revertir.
En el refranero popular hay un dicho muy elocuente, que bien podemos tener en cuenta hoy para lo que estamos planteando.
Dice: “Tal me dijiste, tal corazón me pusiste”. Poca explicación necesita y mucha reflexión ofrece, para comprobar cuántas veces te pusieron el corazón de aquella manera, y cuántas tú se lo pusiste a otras personas.
En esto también necesitaremos hacer camino de conversión.
Reza ya con Fe y Esperanza al Sagrado Corazón de Jesús, por las intenciones y necesidades de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
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Reflexión 29 de Julio

Buenos días
Concluyendo el mes dedicado a la Preciosísima Sangre de Cristo, recordemos hoy esta extraordinaria realidad por la que fuimos redimidos y salvados.
“En Él, por su sangre, tenemos la redención, el perdón de los pecados, conforme a la riqueza de la gracia que en su sabiduría y prudencia ha derrochado sobre nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad: el plan que había proyectado realizar por Cristo, en la plenitud de los tiempos: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra” (Ef 1,7-9).
La Sangre de Cristo es el elemento más evidente y vivo que encontramos al recorrer toda la Pasión y Muerte del Señor Jesucristo; comienza ya en el Huerto de los Olivos sudando sangre (Lc 22,44), y ya muerto en la Cruz, por la lanzada derrama las últimas gotas de su Preciosísima Sangre (Jn 19,34).
Con el ánimo de suscitar en vosotros el máximo amor y devoción a la Preciosísima Sangre del Señor, a continuación os ofrezco de la Madre Basilea Schlink las Letanias de la Victoria de la Sangre de Jesús:
“Alabo la preciosa Sangre del Cordero de Dios, que cura las dolencias de mi cuerpo.
Alabo la preciosa Sangre del Cordero de Dios, que cura las dolencias de mi alma.
Alabo la preciosa Sangre del Cordero de Dios, que cura las dolencias de mi espíritu.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de perdón.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de sanación.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de purificación.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de renovación.
Adoro la Sangre del Cordero, en su poder de protección.
Alabo la Sangre de Jesús, que cubre rodos mis pecados y me purifica.
Alabo la Sangre de Jesús, que me libera de toda esclavitud.
Alabo la Sangre de Jesús, que es más fuerte que mi sangre corruptible.
Alabo la Sangre de Jesús, que me transforma en su imagen.
Alabo la Sangre de Jesús, que hace de mí una criatura nueva.
Gloria a la Sangre de Jesucristo, que me libera de los poderes del Mal.
Gloria a la Sangre de Jesucristo, que triunfa de mis enemigos.
Gloria a la Sangre de Jesucristo, que me protege de los engaños de Satanás.
Gloria a la Sangre de Jesucristo, que me reviste de la túnica blanca para las bodas del Cordero.
Gloria a la Sangre de Jesucristo, que hace todas las cosas nuevas en mí.
¡Amén! ¡Aleluya!”
Ahí te dejo en la contemplación de la Preciosísima Sangre del Señor Jesucristo, no sin antes de pedirte que hoy reces por las necesidades de todos los Hermanos, pidiendo al Señor Jesucristo que los (nos) cubra con su Preciosísima Sangre. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 28 de Julio

Buenos días.
También este mes, el día 25, la Virgen Nuestra Señora de la Paz dio un mensaje en Medjugorje, cargado de su amor maternal y la gran sabiduría que la asiste, no en vano en las Letanías de la Virgen se la invoca como ‘Trono de la Sabiduría’.
El mensaje fue éste: “¡Queridos hijos! Os invito a ser oración para todos los que no oran.
Hijos míos, testimoniad con vuestra vida la alegría de ser míos, y Dios escuchará vuestras oraciones y os dará la paz en este mundo inquieto, donde el orgullo y el egoísmo reinan.
Hijos míos, sed generosos y sed el amor de mi amor, para que los paganos sientan que vosotros sois míos y se conviertan a mi Corazón Inmaculado.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Ciertamente es un texto para la meditación personal, pero permitirme que subraye alguna frase.
‘Os invito a ser oración para todos los que no oran’. No dice, hacer oración por los que no oran, sino ‘ser oración’ para los que no lo hacen, para los que no lo son; nos invita a que nuestra vida trasluzca el espíritu de oración, que no es otra cosa que la vida en Dios, con Dios y para Dios.
‘Hijos míos, testimoniad con vuestra vida la alegría de ser míos…’. Qué importante es el testimonio de vida: con la forma de estar, de decir, de hacer, de…, al estilo de María. ¿Has hecho alguna vez el ejercicio de coger el evangelio y pararte en esas pocas páginas que habla de la Virgen, observando sus gestos, sus palabras, sus silencios, sus formas de estar, para conocer verdaderamente el estilo de María?
‘Os dará la paz en este mundo inquieto, donde el orgullo y el egoísmo reinan’. No creo que sea tan difícil darse cuenta de esta afirmación de la Virgen, cuando dice que estamos en un mundo que Ella lo denomina inquieto, sin duda, porque el orgullo y el egoísmo reinan, y es por eso que no hay paz en los corazones, en las conciencias, y a partir de aquí no se puede esperar otra cosa que las tensiones en las que se vive.
‘Hijos míos, sed generosos y sed el amor de mi amor…’. Qué importante es la generosidad, algo que mucho creen tener, pero que se engañan, porque la generosidad exige unas virtudes auxiliares que no siempre se tienen o no se llegan a conseguir, y cuando no es así, la generosidad tiene más de apariencia que de realidad.
Qué bonita ocasión de reflexionar en profundidad de la mano de la Santísima Virgen Reina de la Paz de Medjugorje, de cosas tan sustanciosas para la propia vida del espíritu. No la desperdicies.
Y rézala a Ella en este día por las intenciones y necesidades de todos los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 27 de Julio

Buenos días.
De forma asidua hemos de buscar en la Sagrada Escritura LUZ para la propia conciencia, que no solo la enriquecerá sino que la dará sabiduría y fortaleza para cumplir su misión de ayudar a la persona.
El Apóstol San Pablo dirá a los Romanos, y en ellos a ti y a mí: “No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien” (Rom 12,21).
Es un buen consejo, por no decir un buen precepto, que bien deberíamos tenerlo en cuenta, pues en el ‘combate espiritual’ que cada persona ha de librar, es básico tenerlo en cuenta.
Ya hemos tratado en ocasiones anteriores el tema del ‘misterio del mal’, y bien sabemos que es el principio de todas las desgracias que puede sufrir la persona, tanto a nivel individual o a nivel comunitario.
Cuando la persona toma conciencia de que el mal busca constantemente la forma de envolverla, para someterla a la tiranía que supone hacer daño a los otros, también el sufrirlo en carne propia, entonces es cuando realmente luchará para no dejarse vencer.
Dios puso en el corazón de la persona, o en su alma, como se quiera leer, el amor, la bondad, la comprensión…, todo lo que le inclina a ser buena como lo es Él, pues no en vano es semejanza suya, pero el pecado original le inclina al mal, que no es difícil que lo acepte a través de las pasiones del corazón y de la carne, que el demonio hostiga para que por ellas encuentre los “encantos” del mal.
La persona ha de ser muy seria consigo misma para plantearse el mal y el bien que hay en ella, y poder así darse cuenta qué es lo prevalece en sí misma, y si fuera preciso, porque el mal fuera muy fuerte, intenso y decidido en sus pensamientos, en sus deseos y sus obras, tendrá que trabajar muy seriamente en seguir la enseñanza de San Pablo de ‘vencer el mal con el bien’.
Las personas tendemos en no pocos casos a ser muy frívolas, de forma que en situaciones muy serias de la vida no se les dan la importancia que tienen, y así se puede llegar a hacer cosas mal o muy mal, de forma irresponsable con resultados ciertamente dañinos.
Por ello es irrenunciable a hacer el bien, que es lo mismo que ser buenas personas, porque hemos de vivir e imitar al Señor Jesús, que según leemos en los Hechos de los Apóstoles 10,38: “Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”.
Y ya este día ‘haz el bien’ rezando, por todas las necesidades de los Hermanos, a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 26 de Julio

Buenos días en este que la Santa Iglesia Católica hace Memoria de San Joaquín y de Santa Ana, padres de la Virgen María.
Hoy nos ofrece la oportunidad de reflexionar en torno a la familia, viendo la importancia que tienen los eslabones que van engarzando la sucesión familiar, y con ello, perpetuando el género humano a través de las sucesivas generaciones.
Recientemente se viene suscitando en esta Fiesta la atención a los abuelos, lo cual es muy encomiable, como se celebra a otro nivel el día de la madre o del padre, pero en lo que se necesita insistir y poner en valor es LA FAMILIA en su conjunto, pues es la que está siendo, no ya atacada, sino sometida a una voladura orquestada tan perfectamente, que las fuerzas diabólicas saben que si se consigue esta voladura, el ser humano existirá pero completamente deshumanizado, desestructurado y completamente indefenso.
Os invito a reflexionar en torno a San Joaquín y a Santa Ana, en todo lo que es la familia y lo que está pasando en torno a ella.
Directa o indirectamente, a estas alturas de nuestra sociedad, todos tenemos experiencia de lo que está pasando, por lo que cada uno se debe comprometer para trabajar en favor de revitalizar la familia.
Trabajar para arreglar, en la medida de lo posible, los diferentes eslabones que se han ido deteriorando y ya alguno soltando, pero sobre todo mirando a los jóvenes, para ayudarles a comprender la importancia que tiene la familia y el compromiso familiar, que para cada persona ha de ser prioritario.
Pidamos hoy con Fe y Esperanza la intercesión de San Joaquín y Santa Ana, para que nos ayuden a comprender bien lo que está pasando con la familia, y, con su intercesión, sepamos todos trabajar para alcanzar lo más útil y verdadero en la maravilla que es la convivencia familiar, en unidad, paz, comprensión y armonía.
Sin olvidar el compromiso personal y diario de rezar por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 25 de Julio

Buenos días en la Solemnidad del Apóstol Santiago, Patrón de España.
Este es un día muy importante para la Iglesia de España, pues peregrina hacia la Casa del Padre bajo el Patrocinio del Apóstol Santiago, razón para que hoy volvemos la mirada hacia él con gran esperanza.
Así, hoy, rezamos con la Santa Madre Iglesia: “Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de los apóstoles con la sangre de Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo”.
Es necesario, más que nunca, poner el acento en el final de la oración: ‘Y por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos’.
Y para disfrute espiritual, transcribo el Himno de la Hora de Laudes:
“Al celebrar tu memoria, santo Apóstol peregrino, guíanos por el camino al Pórtico de la gloria.
Camino de Compostela, va un romero caminando y es el camino de estrellas polvareda de sus pasos.
En el pecho las vieiras, y alto bordón en la mano, sembrando por la vereda las canciones y los salmos.
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo.
Llegó al corazón de España por el monte y por el llano; en los anchos horizontes cielo y tierra se abrazaron.
Sube hasta el monte del Gozo y allí, de hinojos postrado, las altas torres de ensueño casi toca con las manos.
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo.
Romeros, sólo romeros, dile que peregrinamos con la mirada en el cielo desde la aurora al ocaso.
Camino de Compostela, todos los hombres, hermanos, construyendo un mundo nuevo en el amor cimentado.
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo.
Ven, Santiago, con nosotros, que tu bordón es un báculo, el cayado del pastor para guiar el rebaño.
¡Santo apóstol peregrino, llévanos tú de la mano para ir contigo hasta Cristo, Santiago el Mayor, Santiago!
Llévale, romerico, llévale a Santiago, llévale, romerico, llévale un abrazo”.
Hoy, también, al Apóstol Santiago le pedimos con mucha confianza, en la Fe y en la Esperanza, por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en torno a la Santísima Virgen del Pilar. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 24 de Julio

Buenos días.
Siguiendo con la importancia que tiene la experiencia de vida, comprendida y asimilada, hoy sábado, como día dedicado a María, nuestra Madre y nuestra Guía, veamos dos referencia evangélicas que nos pueden iluminar ese quehacer de escrutar y discernir los signos que van mostrando los comportamientos y decisiones de las personas, que, al fin, conforman los llamados ‘signos de los tiempos’.
El evangelista San Lucas cuenta que en la cueva de Belén, cuando llegaron los pastores a adorar al Niño, contaban lo que habían visto y oído, de lo que se admiraba la gente; ante tal relato tan grandioso como inconcebible, dice que “María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2,19).
Pasados los años vuelve a relatar el evangelio otro momento en el que María necesita tomar distancia para poder comprender, que lo intenta, como se corresponde. Fue cuando Jesús se había quedado en el Templo con los doctores de la Ley y sus padres le buscaban sin encontrarlo en la caravana; cuando lo encuentran en el Templo surge aquel diálogo: “Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados. Él les contestó: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?. Pero ellos no comprendieron lo que les dijo. Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres. (Lc 2,48-52).
“Su madre conservaba todo esto en su corazón”, para meditarlo y encontrar toda la sabiduría que encerraba en sí todos los acontecimientos vividos.
Con serenidad, con paciencia, pero sin abdicar de las propias obligaciones, hemos de escrutar las cosas, y según sea, habrá que ‘conservarlas en el corazón’ porque no siempre la respuesta de la verdad que está ocurriendo es rápida y concreta.
La vida siempre fue intensa en su devenir histórico, pero los tiempos presentes, dados los acontecimientos extraordinarios que nos han venido por la pandemia, están siendo complicados y, en tantas cosas, hasta sorpresivos, pues siendo nocivas se nos quieren presentar como saludables.
Igual que ayer ya apuntábamos, la persona tiene la obligación de saber lo que le están diciendo, lo que está pasando, así como escrutar lo que es bueno o malo, lícito o injusto, no puede aceptar lo que le quieran presentar sin dejar que la conciencia interpele y indique las correcciones que estime necesarias o acepte lo que sea conveniente.
No me canso en pedir cada día tu oración, aunque sea breve, por los otros que vienen como tú a leer estas líneas con sus problemas y necesidades. Hoy reza, al menos, una salve a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por estas intenciones. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
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Reflexión 23 de Julio

Buenos días.
Una de las cosas más valiosas que tienen la personas es la experiencia de la vida, que la van logrando con el paso del tiempo y enriqueciéndola día a día.
Cuando las personas saben escuchar a través de los acontecimientos, saben comprender las actitudes y reacciones de los otros, saben discernir entre lo que es bueno y malo, entre lo que es justo e injusto, serán capaces de ir aprendiendo y transformarlo todo en el gran depósito de sabiduría natural que es la experiencia, al servicio del bein y del amor.
El escritor estadounidense Elbert Hubbard dijo algo tan sensato como aleccionador: “Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia”
La persona necesita la experiencia para no volver a cometer errores, a pesar de que se diga que ‘el hombre es capaz de tropezar en la misma piedra dos veces’, pues el éxito de su vida estará precisamente en la buena aplicación de la ‘experiencia’.
Por mucho que lo repitamos, no es suficiente, pues es básico aprender a discernir a través de los acontecimientos, buenos y malos, y a escuchar lo que nos evidencian, nos guste o no nos guste.
La persona no puede renunciar a su responsabilidad individual ante todo lo que se le está presentando, e intentando convencerle de que cosas, que son intrínsecamente malas, sean buenas en aras de la libertad, o con cualquier otro argumento mediatizado que termina pervirtiendo la realidad de las cosas.
El cristiano bautizado sigue a su Señor Jesús que se manifestó con suma claridad: “Jesús le responde: Yo soy el camino y la verdad y la vida” (Jn 14, 6). Sigue la Verdad, siguiéndole en el Camino, que es la Vida verdadera.
Ojalá que nunca aceptemos el fracaso porque sepamos convertirlo en experiencia.
Reza por las necesidades de los Hermanos, que alcanzaras una experiencia de verdadera fraternidad al comprobar la importancia y el resultado de tu oración. Siendo hoy viernes, reza al Sagrado Corazón de Jesús, tan necesitado de tu compromiso bautismal en la oración y en la penitencia. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 22 de Julio

Buenos días en la Fiesta de María Magdalena.
Fue una de las discípulas de Jesús más significativas en los relatos evangélicos, pues a ella fue a la primera persona que se le apreció el Señor Resucitado.
En el evangelio de Jn 20,11-18, encontramos aquella estampa tan entrañable como maravillosa en la que Jesús Resucitado se le aparece a María Magdalena: “… Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?. Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré. Jesús le dice: ¡María!. Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni!, que significa: ¡Maestro!. Jesús le dice: No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”. María la Magdalena fue y anunció a los discípulos: He visto al Señor y ha dicho esto”.
En esta lucha, a veces sin tan sentido, de querer decir que la mujer está en un lugar secundario frente al hombre, aquí está un ejemplo de las actuaciones del Señor Jesucristo: la primera persona a la que Él quiere dar testimonio vivo de su Resurrección fue una mujer.
Para Jesucristo, cada persona tiene un lugar, que ha de ocupar y desempeñar la misión que a ese lugar le corresponda. Se pierde mucho tiempo en discusiones que muchas veces buscan rivalizar, con lo que esto tiene de lucha y división.
Y a la base de todo esto está la falta de respeto y de consideración en las relaciones interpersonales, que las convierten, tantas veces, en amargas y duras.
A las personas que tienen responsabilidades públicas de cualquier signo, se les llena la boca en decir que buscan el bien común, el bienestar de los demás…, sin tener inconveniente de cargar con esas comparaciones que a nada conducen y que sí crean inestabilidad en las relaciones humanas.
Hoy, María Magdalena nos da un testimonio claro y rotundo de ocupar cada uno el lugar que le corresponde, eso sí, en un derroche de Amor sin límites, y máxime cuando ha conocido al Maestro, que no ‘la condenó’ cuando la llevaron ante Jesús con graves acusaciones.
María Magdalena da un paso adelante e inicia el camino de conversión que Jesús le pidió y que más tarde elogiará ya en las postrimerías de su vida terrenal, para luego hacerla la primera testigo de su Resurrección; este es uno de los gestos de Jesús que son más elocuentes que muchas palabras.
Si de veras deseamos amar a Jesús, pidamos a María Magdalena que nos enseñe, si queremos avanzar en el camino propio de la conversión, acudamos a ella, que mucho nos puede enseñar y, sobre todo, ayudar.
Recemos a ella pidiéndole que ayude a tantas mujeres marginadas y excluidas de nuestra sociedad, para que puedan encontrar los caminos de la Luz y del Amor, así como que todos las sepamos respetar y amar.
Reza ya al Señor Jesucristo, como cada día, en favor de todas las necesidades de cada uno de los Hermanos, aquí congregados en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 21 de Julio

Buenos días.
Hoy miércoles volvemos la mirada al Patriarca San José en este su Año Santo; lo hacemos para fijarnos en una de las invocaciones de las Letanías dedicadas a Él: “Custodio casto de la Virgen”.
Como ya vimos en ocasión anterior, ‘custodio’ expresa la persona que guarda algo o alguien que se le ha confiado con cuidado y vigilancia, de forma que sea preservado de cualquier contingencia.
Aplicado a San José quiere decir que ha cuidado, que ha guardado a la Santísima Virgen con toda dedicación y solicitud; pero conviene atender a la identificación que le da la invocación: ‘Casto’, “Custodio Casto de la Virgen”.
Es Verdad de Fe que ‘María Santísima fue Virgen antes del parto, en el parto y después del parto’.
Verdad de FE definida por la Santa Iglesia Católica, que como tal hay que aceptar, creerla y profesarla en la propia vida espiritual.
Ante esta realidad que a la inteligencia humana se le escapa, convirtiéndose en uno de los Misterios de la Fe, no podríamos entender que para ‘custodiar’ al Hijo y a la Madre, en este caso nos estamos fijando en Ella, Dios hubiera escogido en su insondable providencia a un hombre que no tuviera un corazón limpio, puro, capaz de vivir castamente la alta misión que suponía guardar y acompañar toda la vida de Madre e Hijo.
Con orgullo miramos a María de Nazaret y la vemos y sentimos mujer virgen, mujer sin mancha, mujer sin intereses carnales, en ninguno de los sentidos que puede tener el término, mujer, en definitiva, dedicada solo a las cosas de Dios y a cumplir su alta misión de ser la Madre del Redentor primero, para luego configurarse como Corredentora.
Si así hacemos con la Virgen María, ¿qué podemos decir y hacer con San José?
Si Dios le escoge para ser Esposo de María, es porque estará al nivel que requiere tal Esposa y, en consecuencia, tal Hijo.
Dicho todo esto, se entiende muy bien que la advocación sea “Custodio casto de la Virgen”, por lo que hoy vamos a venerar a San José en la meditación y comprensión de su grandeza como hombre casto.
Y convendría también pedirle la gracia de que cada cual, según su realidad y necesidad, pueda conocer y vivir en toda su riqueza el don de ser persona casta.
También a San José te pido tu oración en favor de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí estamos en torno a su Santísima Esposa. Él como padre de familia conoce bien lo que son las inquietudes y dificultades de la vida, por eso es muy importante rezar hoy por las intenciones de los Hermanos, al tiempo de que personalmente nos acojamos a estas oraciones. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 20 de Julio

Buenos días.
Como en este tiempo estival caen todas las actividades y trabajos, al menos se ralentizan, es una ocasión para pensar con calma y sin las presiones del resto del año que no lo posibilitan.
Es verdad que cuando se necesita descansar física y psíquicamente no es fácil pensar, pero enseguida se presentará la tranquilidad suficiente para, con un poco interés, ‘darle una vuelta’ a todos los aspectos que forman la propia vida.
Con este único deseo podríamos plantear lo que es el trato con los otros, parte importante de la convivencia de la que nadie se puede sustraer.
Ciertamente no es lo mismo la relación que se mantiene con las personas del propio núcleo familiar que las otras personas más o menos distantes, de diferentes círculos: laboral, social, amistad, etc.
Pero en todo caso, hay unos elementos o actitudes que son comunes para con todas las personas; por ejemplo: el respeto, que por otra parte, toda persona lo merece. Igualmente, podríamos añadir la consideración hacia el otro, para lo que es necesario tener muy presente la dignidad de cada persona.
Y así se pueden añadir otros aspectos a tener muy en cuenta a la hora de relacionarse con los demás, pero lo más importante en este momento es suscitar en cada uno esa disposición a ver cómo es mi relación con las otras personas con las que convivo, para tener conciencia de lo que hay.
En la relación interpersonal, como contraposición a lo que hemos dicho, están los egoísmos que tantas veces condicionan y que pueden eliminar una buera relación que se debería tener o que existía.
En esta dirección se pueden añadir actitudes y comportamientos negativos, que hacen mucho daño al trato simplemente humano con los otros, que emanan del corazón bueno quien sí tiene la persona, pero que lo ha dejado contaminarse por defectos o pecados.
Merece la pena saber cómo me relaciono con los otros, cómo el corazón es limpio y transparente o por el contrario con intereses, digamos, sucios, apegos innecesarios, que pueden causar daño a terceros, a la propia persona o a sí mismo, etc., etc.
En la oración que te pido cada día por las necesidades de los Hermanos y la respuesta que le das, también entraría en la consideración de lo que más arriba hemos expuesto; pero lo que se ha de tener claro es que el otro me necesita como yo le necesito a él. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 19 de Julio

Buenos días:
Es una obviedad recordar que estamos en plena época estival, propia para el descanso y el relajamiento, lo malo es que este relajamiento puede excederse de lo que necesita la mente y el cuerpo por el trabajo y las preocupaciones del año, para derivar en un relajamiento de costumbres y llegar al descuido de mantener los límites que exige la moral en todos sus aspectos.
Por ello, aun siendo tiempo de descanso no se debe abandonar la reflexión de todo aquello que conforma el depósito de la Fe, recordando todo lo que nos exige y seguir el camino de conversión, que al menos supone ir rectificando los caminos equivocados.
En relación con el Primer Mandamiento de la Ley de Dios y los pecados que se pueden cometer contra la Esperanza, están los relativos a Desesperación, que vamos a considerar.
Este pecado consiste en confiar demasiado poco en la bondad de Dios, creyendo que es imposible obtener el perdón de los pecados, la victoria contra las pasiones y la salvación eterna.
Es la posición contraria al pecado de presunción que veíamos días pasados, en aquel todo se abandona a la misericordia de Dios y en este se desconfía de la misma misericordia de Dios y de su bondad.
Ciertamente cuesta mucho a las personas vivir en el equilibrio justo de las cosas, de los sentimientos y de la razón en su lógica más viva y verdadera.
Se han de cuidar mucho los estados de ánimo que provocan las diferentes situaciones que se presentan, para poder ir afrontando y resolviendo convenientemente cada una de ellas, evitando toda alteración que va a producir estados de enojo, cuando menos, o de cólera, cuando más.
La Esperanza, como virtud teologal que recibimos en el Bautismo, ha de ser el motor que impulse todo el camino de la Fe, que se necesita recorrer, en la Caridad, hasta que llegue el primer paso de los Novísimos: la muerte.
Pues cuando la Esperanza pierde fuerza en la vida de la persona, ésta, antes o después, irá a la deriva, pues aparecerán: primero el desánimo, luego la desesperanza, para desembocar en la desesperación.
Por todo ello, habrá que atender con cuidado esmerado esta gran virtud de la ESPERANZA.
Ya te pido la oración de cada día, al menos un padrenuestro a Dios nuestro Padre, por la superación y solución de todos los problemas de los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 18 de Julio

Buenos días en el Día del Señor.
La vida es muy apasionante cuando se la encara con unas actitudes mínimas de honestidad, honradez y responsabilidad.
Pues durante esta jornada terrenal la persona debe trabajar y luchar por ir construyendo lo que le corresponda para contribuir a un mundo más justo, más fraterno y todo lo que se ajuste a la perfección que se asemeje a lo que salió de la mano de Dios en la Creación.
Carlo Goldini, dramaturgo Italiano del siglo XVIII escribió; “El mundo es un bello libro, aunque inútil para los que no saben leerlo”.
El mundo es un bello libro y ahí está el esfuerzo personal para conseguir leerlo con provecho, que es lo mismo que saber interpretar lo que está ocurriendo en el entorno, así como saber actuar en cada momento, dentro de los límites del Amor de Dios y de su Ley.
Las personas, muchas veces se quejan de las rutinas que se ven obligadas a realizar por el estilo de vida que les toca llevar, sin darse cuenta que en esas mismas rutinas hay un sinfín de oportunidades de poner la impronta personal, que las vayan renovando e incluso adquieran, en diferentes momentos, una importancia notoria.
Nadie debe olvidar que cada persona ha sido creada a imagen y semejanza de Dios, razón por la que participa de sus atributos en la medida de la propia naturaleza humana; por ello el hombre está dotado del don de la creatividad y mucho es lo que puede hacer y construir a partir de sus propias facultades, cualidades y deseos de ser lo que Dios quiere y espera de él.
Esta cuestión planteada creo que es apasionante si se toma conciencia de ella, razón por la que en este Día del Señor te invito a que te acerques al Misterio del Dios Creador y te adentres en él, para que tengas más y mejor idea de tu propia identidad.
Y hoy has de rezar al Señor Jesucristo Resucitado por las intenciones y necesidades de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
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Reflexión 17 de Julio

Buenos días.
Siempre está ante sí mismo algún proyecto de superación o lograr algún objetivo deseado que tenga un interés especial para alcanzarlo.
Pero no siempre se consigue, lo cual puede ser causa de frustración o incluso de un desánimo que se acepta ya como algo crónico, insalvable.
Es cierto que las cosas no son nunca fáciles de lograrlas, y luego de mantenerlas, pero de ahí a renunciar a todo intento de volver una y las veces que sean necesarias a pretenderlas, va un abismo, porque la persona debe saber que cuando las cosas son razonables, entran dentro de los parámetros del Amor y de la Ley de Dios, debe luchar por lograrlas, porque tiene la garantía de que siempre tendrá la ayuda que necesite.
Decía Samuel Johnson que: “La confianza en sí mismo es el requisito para las grandes conquistas”, lo que hoy se denomina más comúnmente como  ‘autoestima’, pero que como quiera que se diga, lo cierto es que la persona ha de cuidar mucho su propia personalidad y su propia realidad.
La referencia que podemos encontrar en el evangelio a lo que estamos diciendo es aquel diálogo que Jesús mantiene con un maestro de la ley que le interroga: “Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella? Él respondió: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10,25-27).
Amar al Señor tu Dios… Y a tu prójimo como a ti mismo. Aquí está la respuesta: el Amor a sí mismo, que la Escritura nos lo plantea como referencia a lo que luego uno ha de hacer con las cosas y, por supuesto, con los demás.
Esta asignatura de aprender a ‘amarse a sí mismo’, ciertamente se hace un tanto complicada, pero en ella está el secreto de poder mirar al frente más inmediato y al horizonte más lejano, con firme convencimiento de que todo es posible en el Amor de Dios que hizo al hombre capaz de cualquier cosa buena, cuando se mantiene en la virtud, que sostendrá la verdad y la ilusión en las que se debe mover.
La cuestión a resolver ahora es: ¿Qué grado de amor a mí mismo tengo, o por el contrario, ni tan siquiera tengo la posibilidad de experimentarlo, porque me sofocan defectos o pecados que lo hacen imposible?
En tanto reflexionas, no dejes de atender mi demanda diaria para que reces, al menos las tres avemarías a la Santísima Virgen, por todas las necesidades de los Hermanos que aquí no encontramos en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 16 de Julio

Buenos días en la Fiesta de la Virgen del Carmen.
Advocación ésta de la Santísima Virgen de gran popularidad.
Existe en el acervo popular una oración como suplica para tiempos difíciles, que pueda ayudar a algunas personas y que os la transcribo para el provecho espiritual de quien pueda necesitarla, que seriamos casi todos por no decir todos.
"Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."
Bien merece rezar esta súplica despacio y con fervor.
Y a la Santísima Virgen del Carmen encomendarle hoy las intenciones y necesidades de cada uno de los Hermanos que aquí, en torno a Ella, nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 15 de Julio

Buenos días.
Celebra hoy la Iglesia la Fiesta de San Buenaventura (1221-1274), un gran santo en la Historia de la Iglesia del que mucho se puede aprender.
Profeso de la Orden de San Francisco, estudió en la Universidad de París, para seguidamente enseñar teología y sagrada escritura en la misma Universidad.
Fue elegido Superior General en unos momentos difíciles de la Orden Franciscana; por la calidad y duración de su gobierno se le llamó el segundo San Francisco.
San Buenaventura se caracterizaba por la sencillez, la humildad y la caridad. Mereció el título de "Doctor Seráfico" por las virtudes angélicas que realzaban su saber. 
En su muy voluminosa bibliografía, escribió: “La ayuda divina acompaña a quienes la piden de corazón, humilde y devotamente”, algo muy sencillo de comprender pero no pocas veces difícil de experimentar, pues para que la persona pueda alcanzar la ‘ayuda divina’ debe tener un corazón apto para ser escuchado por Dios.
Se dirá que Dios escucha siempre, lo cual podemos aceptarlo como verdad, pero el problema no está en Dios sino en la persona y en su corazón limpio y humilde, y no, por el contrario, si se muestra engreído, arrogante, hipócrita o con cualquier otra impureza.
No vale buscar la ‘ayuda divina’ únicamente cuando hay una situación límite, pues la necesidad de vivir en Dios y con Dios es esencial en la cotidianidad de la vida del cristiano.
Las circunstancias presentes no ayudan a tener un corazón limpio como expresa el Señor Jesús en la 8ª Bienaventuranza: Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios (Mt 5,8), al contrario empuja a vivir dejando de lado, cuando menos, si no es dando la espalda a todo espíritu religioso y espiritual según la Ley de Dios.
Abramos los ojos y hagamos sencillos razonamientos acerca de las respuestas que vemos a todo el desorden y degradación moral que hay en nuestro entorno, comenzando por las aberrantes leyes que,  una tras otra, se van promulgando.
Solo parece haber dos preocupaciones: la vacuna como ‘solución’ para la pandemia y el ‘salir corriendo’ para que no se pierda ninguna oportunidad de divertimento. ¿Y Dios…, Señor de la vida y de la historia?
Reflexionemos seriamente porque el tiempo apremia y hay que atender al Señor Jesucristo para que anunciemos: El Reino de Dios está cerca (Mc 1,15).
Reza con insistencia al Padre de las Misericordias por todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos aquí, en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 14 de Julio

Buenos días.
Nuevamente nos acercamos a la Palabra de Dios, en concreto a la perícopa del evangelio que hoy se proclama en la Santa Misa.
Se tratan de unas palabras del Señor tan sencillas como profundas. Escucha: “En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,25-27).
En nuestro mundo tan lleno de ‘suficiencia’, tan engreído de que tiene el poder de todas las cosas, aunque se constante fácilmente que esto no es verdad, es muy difícil ser de los ‘pequeños’ a los que Dios les ha revelado, les revela, los secretos del Reino, pero, en cambio, cualquier creyente debe de trabajar consigo mismo para aprovechar sus buenas condiciones para poder ‘ser pequeño’, lo que es lo mismo, humilde, sencillo, de corazón limpio, de rectas intenciones...
Y en esos ‘secretos del Reino’ está la última frase: “Nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”; un deseo, una aspiración, una gracia del Señor, poder conocer ese Misterio de Amor que es la relación entre el Padre y el Hijo, y de ambos con el Espíritu Santo.
En definitiva, los ‘secretos’ de este mundo están más que vistos, son conocidos los recorridos que tienen y sus resultados, por ello lo más útil será conocer el Reino de Dios que nos espera a cada uno, para vivir en el Cielo eternamente.
Legítimo es trabajar por el bienestar en esta vida, máxime si el bienestar es para compartirlo con los otros, pero todos los trabajos que se puedan hacer durante la jornada terrenal, no prolongaran la vida humana ni un segundo más de lo que está previsto en la insondable sabiduría y providencia de Dios.
Por ello se ha de vivir según aquella máxima que dice: Con los pies en el suelo y el corazón en el cielo. Todo el quehacer al servicio de Dios en la proyección de amor al prójimo, hasta dar la vida por los amigos como enseña el Señor Jesús (Jn 15,13).
Sigamos el camino personal con una pequeña oración en favor de todos los Hermanos y sus necesidades, que hoy volvemos a encontrarnos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 13 de Julio

Buenos días.
Hemos visto los pecados contra la FE en el contexto del Primer Mandamiento de la Ley de Dios: Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Contra la Esperanza, dentro de este mismo Primer Mandamiento, se puede pecar por presunción y/o por desesperación.
Nos vamos a fijar en las faltas o pecados por presunción dentro de los pecados contra la Esperanza, que consiste en confiar demasiado en la bondad de Dios, para continuar viviendo en el pecado y sin controlar las pasiones. Es decir, es un abuso de la misericordia divina.
El Catecismo de la Iglesia Católica, punto 2.092, introduce dos clases de presunción:
'Bien el hombre presume de sus capacidades, esperando poder salvarse sin la ayuda de Dios, o bien presume de la omnipotencia o de la misericordia divina, esperando obtener su perdón sin conversión y la gloria sin mérito'.
Son muchos los santos que con sus escritos y sus sermones advierten sobre este pecado; veamos alguno de ellos.
San Alfonso María de Ligorio dedica una preciosa homilía a este tipo de pecadores en la que dice: “Hermano mío: cuida de tu alma, ten compasión de ella pues se halla muy enferma... Porque quien abusa de la misericordia divina se expone a que la misericordia divina lo abandone...”.
San Juan de Ávila decía que tolerar a quien se autorizara de la misericordia para ofender a Dios, no sería ya misericordia sino falta de justicia. La misericordia de Dios está prometida solamente a quienes temen al Señor, no a quienes lo desprecian, como cantó la Virgen, Madre de miseri­cordia: “La misericordia del Señor, por generaciones y generaciones, para aquellos que le temen...” (Lc 1,50).
Escribe San Bernardo que la confianza que tienen los pecadores cuando pecan, fiándose previamente de la bondad de Dios, no les atrae las bendiciones, sino las maldiciones de Dios... ¡Falsa esperanza, dice, que a tantos cristianos perdió!... 
Y el mismo San Bernardo dirá también “que el castigo de Lucifer no se hizo esperar por una tremenda razón: Lucifer estaba total­mente seguro de que, al rebelarse contra Dios, no se le castigaría. Estaba tan seguro de la bondad de Dios, que abusó de ella. Lucifer es hoy el demonio".
San Agustín llega a decir: “No se podría contar la enorme cantidad de engañados por esta vana esperanza...”
Y concluimos con San Juan Crisósto­mo que afirma que hasta Judas se perdió, por traicionar a Jesús, pero teniendo total confianza que su bondad le aplicaría misericordia. Y dirá: “Estos pecadores serán castigados, sobre todo, con el abandono de Dios... el mayor de los castigos...”
No tengo nada más que agregar. Mi deseo es que te abras al Espíritu Santo para que te ilumine y ayude a comprender bien este pecado, así como a escrutar tu corazón en nobleza y rectitud.
Y ya te pido que reces hoy también a la Santísima Virgen María, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 12 de Julio

Buenos días.
En la convivencia de las personas, también de los grupos, incluso de los pueblos, están muy presentes actitudes y comportamientos muy diversos que bueno es observarlos.
Uno de ellos es la venganza, que para quien la práctica se convierte en un placer cuando la está concibiendo y preparando, incluso cuando la está llevando a cabo, pero que durará muy poco porque no sale del respeto, de la bondad, ni del amor.
Observando esta realidad que se da realmente en la vida humana, se puede constatar fácilmente lo que es la maldad, ese misterio de iniquidad que lleva a quien se deja envolver por él a una vida que en su esencia estará la amargura, pues la maldad es algo insaciable cuando la persona decide usar como escudo los pecados capitales.
Unas veces necesitará de la soberbia o de la ira para consumar la maldad que sea, otras veces será la envidia o la avaricia las que le empujará a actuar, y así esa maldad se irá alimentando y sustentando de estos u otros pecados que le arrastraran a seguir los postulados del Príncipe de las tinieblas.
El Señor Jesucristo rechaza cualquier tipo de venganza, pues solo por el camino de la generosidad y de la entrega, se llega a manifestar el Amor en el que ha fundado y construido la Salvación y Redención que para cada persona consiguió en la Cruz.
Misterio de la Cruz que se contrapone al misterio de iniquidad, y nosotros que hemos de optar por cual seguir.
Reza ya a María, nuestra Madre y nuestra Guía, en favor de las buenas intenciones y necesidades de los Hermanos; también de las tuyas si quieres acogerte a esta oración comunitaria. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 11 de Julio

Buenos días en el Día del Señor.
En este Domingo XV del Tiempo Ordinario, la Iglesia nos ofrece unas lecturas muy interesantes.
La primera lectura es del Libro de la Profecía de Amós, que relata el episodio en el que el sacerdote de Betel le dice a Amos, que resultaba muy incómodo por su profecías, que se vaya de Betel porque es el santuario del Rey, pero dice el texto que “Amós respondió a Amasías: Yo no soy profeta ni hijo de profeta. Yo era un pastor y cultivador de sicomoros. Pero el Señor me arrancó de mi rebaño y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel".
Algo así tan sencillo es obedecer al Señor nuestro Dios, sin que haya ningún obstáculo, ni humano ni material, que lo pueda impedir, porque por encima de Dios no hay nada para el hombre: eh ahí el Primer Mandamiento de la Ley de Dios.
Además de que el Señor sabe bien lo que a uno le conviene y lo que mejor puede hacer para bien propio y de los demás.
La obediencia ha de ser una de las principales virtudes y actitudes en la vida de la persona, pues de ella dependen varias cosas para quien la pone en práctica, dejando claro que nunca se puede obedecer nada que vaya en contra de la moral, de las buenas costumbres, en definitiva de la Ley de Dios.
Obedeciendo la persona conseguirá encarar las cosas con serenidad y con perfecto conocimiento de lo que está haciendo.
Encontrará siempre paz, porque con ello logrará armonía y buena convivencia.
Se dará mejor cuenta de lo que es bueno y de lo que no lo es.
En definitiva, estará ‘construyendo el Reino’ que es la tarea común que todos los bautizados tenemos como obligación prioritaria.
En tu vida, en tus actos, ¿qué grado de obediencia tienes?
Y cuando no obedeces, ¿lo conceptúas como una falta o pecado?
Porque razones para no obedecer puede haber muchas: egoísmo, orgullo, soberbia, vanidad…
Ahí te dejo con el profeta Amós y tu obediencia. No dejes pasar esta oportunidad de ver tu realidad y rectificar los caminos erróneos, si en alguno de ellos estás, porque obedecer es muy bonito también.
Reza hoy, aunque sea brevemente, para que el Señor Resucitado venga en ayuda de todas las necesidades de los Hermanos, que volvemos hoy a encontrarnos aquí de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 10 de Julio

Buenos días.
Estamos en el cuarto día de la Novena de la Virgen del Carmen, advocación extraordinariamente popular en nuestra Iglesia Católica y de forma singular entre las gentes del mar.
Hoy, sábado, día de la semana dedicado a la Santísima Virgen, consideremos la antiquísima tradición que habla de que es el día que Ella baja al Purgatorio a rescatar las almas que ya deben entrar en el Cielo.
Por ello, en primer lugar, debemos gozarnos por tantas almas que hoy alcanzarán la Bienaventuranza eterna de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía. En segundo lugar, pensemos en las almas que puede que cada uno quizás haya conocido durante esta jornada terrenal, y que felizmente estarán eternamente ya en la Gloria de Dios Todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Todo esto ha de llenarnos de un gran gozo, de una gran esperanza y del firme deseo, traducido en propósito, de hacer un camino de Luz y de Esperanza, para poder llegar felizmente a las Moradas Eternas cuando cada uno sea llamado a vivir los Novísimos.
El camino de conversión necesita evitar el pecado en cualquiera de sus posibilidades, pero cuando se presente porque la debilidad humana lo haya aceptado, será necesario reconocerlo, sentir el pesar de haberlo cometido, proponerse que no vuelva a pasar y confesarlo, sin miedo, sin vergüenza, con sencillez y humildad.
Y así, María Virgen, que es la Puerta del Cielo, como la invocan las Letanías lauretanas, podrá llevarnos también a cada uno de nosotros a la Morada del Padre Dios, cuando nos llegue nuestro tránsito particular.
Lleno el horizonte de Esperanza, te pido que reces también hoy, al menos un avemaría o una salve, a Nuestra Señora la Virgen del Carmen, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 9 de Julio

Buenos días.
Durante el Tiempo Ordinario la Sagrada Liturgia va recorriendo todos los Misterios de nuestra Fe de forma general, pues en los Tiempos fuertes es en los que se muestran de forma particular aspectos más concretos y definidos.
Por ello es muy bueno que durante este Tiempo Litúrgico traigamos a la memoria algún aspecto significativo de los Misterios de Fe referidos.
Por ejemplo, hoy podemos fijarnos en el Bautismo, que la Iglesia nos lo muestra al final del Tiempo de Navidad.
Nosotros hemos recibido el Bautismo que se nos administró en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, siendo una verdadera pena que no se le tenga presente en el devenir diario de la propia vida cristiana, pues no pocas personas no saben ni tan siquiera el día que les bautizaron.
Parece incomprensible que se pueda vivir un cristianismo serio y con toda su riqueza espiritual ignorando el propio Bautismo, del que fluye toda la vida en Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en consecuencia todos los artículos de la Fe profesados.
Esta vida según la Profesión hecha y renovada cada domingo al menos, así como los Mandamientos de la Ley de Dios y los Sacramentos recibidos, necesita estar sustentada e iluminada por el Bautismo, fundamento de la identidad cristiana en la pertenencia a Dios como hijos, pues se ha de tener en cuenta aquel texto del prólogo del evangelio de San Juan: “Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios” (Jn 1,11-13).
Deseo de corazón que cada uno tenga un reencuentro con el propio Bautismo, que siempre es beneficioso y conveniente.
Y ya como cada día te pido que reces, hoy viernes, al Sagrado Corazón de Jesús, por todas las intenciones y necesidades de cada uno de los Hermanos que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 8 de Julio

Buenos días.
Decía el Filósofo Thomas Carlyle que “La vanidad es un insaciable sexto sentido”, y sí parece que tenía bastante razón porque la vanidad, cuando se la deja, verdaderamente no encuentra límites.
A veces parece que las personas no tienen otra cosa sino que exhibir cualquier ‘apariencia’, que en sí misma termina siendo algo hueco, vacío e inconsistente, pero que al presentarla con arrogancia y presuntuosamente parece lo que no es.
Cierto que la vanidad es un mal que padece gran parte de las personas, pero no por eso está justificado que de su mano se vaya avasallando a los demás, con la arrogancia que imprime la misma vanidad al no encontrar freno en la propia persona.
Es necesario, como tantas veces se constata, vivir en aquella sentencia de Santa Teresa de Jesús: “Humildad es andar en verdad”, porque cuando así se hace no se pueden hacer castillos en el aire, ni tampoco dimensionar las cosas sacándolas fuera de sus límites reales, y menos ‘presumir’ de ellas por razón de la vanidad.
Esta cuestión de la vanidad es una más de las que ha de examinarse personalmente cada uno, para que nunca sobrepase límites que la hagan, cuando menos antipática y hasta muy nociva para quien la acepta en su vida.
Reza ya con fe y esperanza a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades de los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 7 de Julio

Buenos días.
Volvemos al encuentro con San José en este día miércoles dedicado a él.
En sus Letanías hay una invocación que le denomina como ‘Patrono de los moribundos’, algo que ha estado muy presente en la piedad de los católicos desde tiempos antiquísimos.
Vivimos en una historia esta contemporánea en la que se van perdiendo, se han perdido una gran cantidad de sensibilidades, entre otras la de mirar el final de la vida terrenal, que aunque se sepa que está ahí en el horizonte se prefiere ni mirar al frente ni dejar que entre en la inquietud lógica del corazón.
Todo esto hace que se viva en la sinrazón de no reconocer nada, ni prever nada, asentados en la soberbia humana que se manifiesta en leyes cada vez más inhumanas y paganas, que van arrastrando a las gentes a una nueva esclavitud, que cuando quieran reconocerla no habrá solución, como se ha visto en tantos otros pueblos de la tierra.
La soberbia actual llega a manifestarse también ante la muerte, pues se ve cómo se la desprecia en todo cuanto pasó en la primera ola de la pandemia, que al final ni se supo ni se sabe el número de personas fallecidas, en aquellas condiciones de soledad y desesperanza, en muchos casos .
Pero seguimos con la ley de la eutanasia, paradigma de todas las otras leyes, que de una u otra forma son exponentes de la muerte, la más flagrante, la del aborto, pero las hay que destruyen a la persona cuando se las utiliza para decir que se las dan libertad para que hagan lo que quieran.
Abandonar a los moribundos a su suerte, sin que haya la mínima preocupación de acompañarles en los momentos solemnes de esta vida, como es el tránsito a la otra, es triste cuando menos y cruel cuando más.
Ahí está San José encantado que se le encomiende a las personas, con su nombre y apellidos, para que las pueda asistir en ese trance del estado de la agonía…, pero hay que hacerlo.
Ya hemos dicho en otras ocasiones que vivimos momentos muy difíciles, más bien habría que decir críticos, lo que exige no perder ni un minuto en poner en marcha la propia conversión y llamar a los otros a la oración y a la penitencia, porque sin estos presupuestos iniciales no podrá haber conversión, y si esta humanidad no se vuelve a Dios no se podrán tener tiempos de salud (espiritual, física y económica), ni de paz.
Hoy te pido que reces a San José para que nos ayude a todos a bien morir, y que ahora venga en ayuda de todas las necesidades de los Hermanos, que volvemos a encontramos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 6 de Julio

Buenos días.
En este mes dedicado a la Preciosísima Sangre de Jesús, reflexionemos acerca de la importancia que tiene no sólo una devoción fervorosa hacia la Sangre del Señor, sino el cubrir y lavar el propio corazón con ella.
Cada vez que se recibe la Sagrada Comunión sabemos que tomamos el cuerpo y la sangre del Señor Jesucristo, para formar parte de la carne y sangre propias con lo que hay un encuentro íntimo, muy íntimo con el Señor Jesucristo en su cuerpo y su sangre, en su alma y su divinidad.
Y espiritualmente se puede, tantas veces como se quiera, adorar la Sangre de Cristo, así como pedir cubrirse con ella lavando todos los pecados.
En la propia Comunión espiritual, también se pide implícitamente recibir la Sangre del Cordero, que nos alimentará asimismo espiritualmente. 
En el Libro del Apocalipsis hay un hermoso texto que es muy alentador; se encuentra en Ap. 7,13-17: “Y uno de los ancianos me dijo: Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? Yo le respondí: Señor mío, tú lo sabrás. Él me respondió: Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono los apacentará y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos”.
Los mártires, sin duda “han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero”, pero hemos de considerar también a los que viven sufriendo el martirio incruento, que tiene el mismo valor que los mártires cruentos, porque dan con perseverancia y con sus vidas, gestos y palabras, el mismo testimonio del Señor Jesucristo, Crucificado y Resucitado.
En definitiva, todos los bautizados podemos participar entre los que dice el Apocalipsis: “Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero “.
Ojalá que aprovechando este mes dedicado a la adoración de la Sangre del Señor Jesucristo, se suscite en cada uno un gran AMOR al grandísimo DON de Redención y Salvación que hemos recibido por el derramamiento de la Sangre de Cristo en su Pasión y Muerte. Os invito a que os acerquéis a la Sangre del Cordero y os empleéis en vivir toda la Gracia que hay en Ella.
Al Señor Jesucristo hoy te pido reces una oración, con fe y esperanza, en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos volvemos encontrar en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 5 de Julio

Buenos días.
Nos queda aún dentro de los pecados contra el Primer Mandamiento de la Ley de Dios: “Amarás a Dios sobre todas las cosas”, de aquellos que van contra la Fe, el de la ‘Duda’ que vamos a considerar hoy.
Ya vimos que cuando la duda sobre algunas verdades de fe se produce de forma pertinaz, es herejía.
En el aspecto de la duda que nos ocupa, se incluyen los pecados de ‘duda no pertinaz’, que se admiten de forma voluntaria y advertida sobre alguna de las verdades de fe católica.
La gravedad de este pecado depende de la trascendencia de la verdad puesta en duda.
El Catecismo de la Iglesia Católicas, punto 2088, señala una aclaración entre duda voluntaria y duda involuntaria
“La duda voluntaria respecto a la fe, descuida o rechaza tener por verdadero lo que Dios ha revelado y la Iglesia propone creer.
La duda involuntaria designa la vacilación en creer, la dificultad de superar las objeciones con respecto a la fe o también la ansiedad suscitada por la oscuridad de ésta. Si la duda se fomenta deliberadamente, la duda puede conducir a la ceguera del espíritu”.
Como queda claro, la vacilación en creer, como la dificultad de aceptar las objeciones que se suscitan por la oscuridad de la propia fe, puede llevar a la persona a la ceguera del espíritu, como enseña el Catecismo, lo que es grave y muy penoso por sus consecuencias.
En el Evangelio hay un testimonio muy elocuente. Jesús Resucitado se aparece a los Apóstoles. Tomás no está y cuando se lo dicen el replica no creerlo: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo”, continua el evangelio diciendo: “A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: ‘Paz a vosotros’. Luego dijo a Tomás: ‘Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente’. Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: ‘¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto’ (Jn 20,25-29).
Y aquí está la clave: “Bienaventurados los que crean sin haber visto”.
Que importante es aceptar la Fe, recibida y profesada en el Bautismo, con pobreza y humildad.
Como cada día, te pido reces a Dios nuestro Padre, al menos un padrenuestro, en favor de todas las necesidades de los Hermanos, en las que estarán incluidas las tuyas, si así lo crees y lo deseas en virtud de las oraciones del resto de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
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Reflexión 4 de Julio

Buenos días en el Día del Señor.
La tribulación se hace presente en la vida de las personas en momentos en los que surgen situaciones de adversidad o persecución.
La tribulación se manifiesta principalmente con un sufrimiento interior que se traduce en pena, congoja o aflicción moral, pudiendo llegar a extremos de expresar un tormento duro de soportar.
Aunque se manifieste en principio interiormente, puede llegar a rebasar el ámbito interior para manifestarlo hacia fuera, de forma que los otros lo perciban e incluso sufran los efectos de la angustia que sufra el atribulado.
Indudablemente, como todo lo que afecta al aspecto íntimo de la persona, digamos al ámbito espiritual, debe tener solución y habría que conjugar los diferentes aspectos ante los que la persona afectada puede actuar con la fuerza moral que lleva en sí misma.
Aunque también es cierto que sería muy importante que contase con el apoyo de personas de su confianza.
Si la tribulación viniera de la mano de una persecución que sufriera la persona, lógicamente no desaparecería en tanto persista la causa de la persecución, aunque se podría ir mitigando el efecto de la mano de la fuerza moral interior que tenga la persona y de la ayuda que pueda recibir de otros.
Pero, en cambio, hay otros tipos de tribulaciones en los que pueden responder más a motivos subjetivos de la propia persona, que a razones objetivas cuyas causas sean más claras.
De todas formas la persona ha de enfrentarse a la tribulación con una actitud positiva y combativa, pues, sea como sea, la tribulación no la puede arrastrar llevándola a caminos de sufrimiento, que en algunos casos se prolongan innecesariamente, con los perjuicios, angustias y amarguras que causan.
Pudiendo llegar a lo que diríamos una tribulación continua, pues se une lo vivido en el pasado con lo que se está viviendo en la actualidad, en una apertura, diríamos que enfermiza, a la tribulación que se espera tener en el futuro.
Aparte de revisar como siempre los propios sentimientos o las situaciones personales que se puedan tener, es siempre muy conveniente tener estos temas muy a flor de consciencia, para poder estar despiertos y no caer uno mismo en la tribulación, sin olvidar que se ha de estar siempre en vela para ayudar a quien pueda surgirle el problema y necesite ayuda.
En este Día del Señor en el que la presencia de Cristo Resucitado debe estar presente en nuestras vidas, reza con fe y esperanza al Señor en favor de las necesidades de todos los hermanos que volvemos a encontrarnos aquí
 en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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Reflexión 3 de Julio

Buenos días.
Es evidente que en las personas hay diferentes maneras de ver las cosas o de entender las formas de actuar ante cuestiones concretas, lo cual lleva muchas veces a la confrontación de pareceres, cosa que en principio no es mala, porque lo interesante es poner en común los diferentes puntos de vista.
La dificultad surge cuando se eleva el tono y aparece la discusión, máxime si ésta se acalora porque deja paso a las llamadas pasiones del corazón, que impulsan sentimientos y actitudes que no deberían hacer acto de presencia.
Sabemos que las pasiones del corazón son, por ejemplo, la envidia, el orgullo, la soberbia, la mentira…, sería interminable la lista que pueden llegar a cegar a la persona, encerrándola en sus planteamientos y no viendo, como se dice ‘más allá de sus narices’, perdiéndose el control en la controversia con resultados impredecibles.
La sabiduría, que debe estar presente en toda persona y que se va acrecentándose con la experiencia propia de la vida, más lo que la persona pueda aportar con su esfuerzo personal, hace muy válida lo que dijera Dale Carnegie: “El único medio de salir ganando de una discusión es evitarla”.
El diálogo siempre será algo muy positivo, porque entra dentro de lo que es constructivo en la intercomunicación de las personas, pero cuando se rebasa la categoría de diálogo para pasar a la discusión, ya es otra cosa.
Hay caracteres muy agresivos, combativos, que incluso gustan de hacer camorra, ante los que hay que evitar toda posible discusión y mantener al menos una relación con ellos aceptable.
En una reflexión personal: ¿Cómo es mi carácter? ¿Cómo tengo presente el de los otros en la relación interpersonal?, se podrá afinar lo más posible para ser persona de paz, diríamos más, para ser instrumento de Dios en favor de la Paz y de la Unidad.
Hoy, primer sábado de mes, te pido que reces con fervor y confianza a María, nuestra Madre y nuestra Guía, pidiéndola que venga en ayuda de todas ls necesidades de los Hermanos, que nos volvemos a encontrar aquí en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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Reflexión 2 de Julio

Buenos días en la Fiesta de María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Hoy celebramos en MATER CHIRSTI la Fiesta de la Santísima Virgen en la invocación con la que la veneramos desde los albores de la Institución: MARÍA, NUESTRA MADRE Y NUESTRA GUÍA.
De su mano emprendimos el camino de evangelización que el Cielo nos pedía, para llevar a las personas al encuentro con el Señor Jesucristo, porque la Santísima Virgen no quiere nada para sí, busca a todos sus hijos con el único deseo y propósito de que lleguen hasta su Hijo Jesús y con Él alcancen la salvación.
Ella goza con que las personas busquen a su Hijo y se dejen amar por Él, pues al fin esa es su misión como corredentora que es, y así busca y busca a todos para que vuelva tanto el que se alejó como el que se distancia.
De aquí que cuando una persona la acoge en su corazón y desea sentirse amada por la Virgen María, recibirá no solo su consuelo maternal, sino que además estará dispuesta a guiarla por los mejores caminos que deba recorrer en la medida que esa persona la quiera implicar en su vida.
Experimentar a María como Madre, es un gran gozo que nos concedió el Señor Jesucristo en la Cruz, pero sentirla como Guía de la propia existencia durante la peregrinación hacia la Casa del Padre, es vivir en la seguridad y la certeza que todo irá bien siempre.
Aunque hay que reiterar que la Maternidad de María hacia nosotros es un Don del Señor Jesucristo, pero el que sea Guía de nuestras vidas, es una elección y decisión propia de aceptar su deseo que lo ofrece con todo el cariño propio de una madre, como es Ella.
Con el deseo de que María, nuestra Madre y nuestra Guía, nos cubra con su manto a todos y cada uno de los que nos encontramos aquí cada día, hoy le suplico yo que atienda con maternal benevolencia todas las intenciones y necesidades de cada uno. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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Reflexión 1 de Julio

Buenos días en la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
El Papa San Pío X estableció como Fiesta universal el día 1 de Julio la Adoración de la Preciosísima Sangre de Cristo.
Posteriormente, en la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II quedó suprimida esta Fiesta, estableciéndose una Misa votiva en honor de la Preciosísima Sangre de Cristo, que se pudiera celebrar tanto durante el mes de julio como en cualquier mes del año, quedando el mes julio establecido para la devoción a la Santísima Sangre del Señor Jesucristo.
Sin duda que es muy importante en la vida del cristiano, esta devoción que más podríamos decir recogimiento y contemplación de este Misterio de Amor, pues se sabe redimido y salvado por el derramamiento de la Sangre de Jesús en su Pasión y Muerte en la Cruz.
El Señor Jesucristo ha dicho refiriéndose a sus santas llagas y, por tanto a su Preciosísima Sangre:
“Todo el que me mire y se arrepienta, se salvará”.
“Tienes que entrar por mis Llagas. Sólo pueden entrar los mansos y humildes de corazón”, porque “Quien contemple mis llagas y se arrepienta, se salvará”.
Que este primer día del mes de julio dediquemos un buen rato a mirar al Señor Crucificado, también a mirar todos los capítulos de su Pasión, para darnos buena cuenta de lo que supuso la Redención de la humanidad, que tantos y tantos han despreciado y siguen haciéndolo en los tiempos presentes.
A continuación os transcribiré la Letanía a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, para que a lo largo del presente mes de julio podáis dedicarle algún rato de vuestra oración contemplativa y reparadora.
Al pie de la Cruz, y antes siguiendo toda su Pasión, la Santísima Virgen pudo contemplar cómo su Hijo Jesucristo fue derramando su Sangre preciosa por la redención y salvación de todos los hombres. Reza hoy a Ella para que obtenga las gracias que necesitan todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos hoy para ADORAR la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
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