Reflexiones de un SI


Hoy celebramos la Anunciación del Señor, comienzo de nuestra salvación y principio de esperanza en la vida plena. Fiesta Solemne en nuestra Iglesia Católica, para conmemorar el Si de María a Dios
                Dios se fijó en ella, estaba con ella más que ella con Dios. Dios se abaja hasta hacerse hombre y pasar por uno más: someterse, obedecer y morir, y no morir de cualquier forma, morir en la CRUZ
                 ¿Qué significa este Si? 
                María, se sorprende de la visita del Ángel Gabriel, no espera a nadie, muestra su sencillez, no está preparada para recibir a nadie. Ante la sorpresa del saludo, el ángel la tranquiliza y explica las pretensiones de Dios Padre. 
               Ella escucha sin perder detalle, y reflexionando se da cuenta de que algo no encaja en todo aquello, e interpela preguntando cómo será aquello, pues “no conocía a varón”. El ángel le sigue explicando y María acepta con gran confianza y abandono en Dios. Se entrega sin reservas, de forma incondicional y para siempre, "Hágase según tu palabra"
            Dios hace las cosas, esperando siempre nuestra respuesta a sus propuestas; poniéndonos en situaciones muy delicadas, incluso extremas, pero esperando nuestra respuesta, que es la decisión propia y en libertad de secundar o no su santa Voluntad. 
                María ya estaba desposada con José, ¿por qué no esperar un tiempo para que todo fuera más natural? No, nos pone en el dilema de elegir y dar respuesta. Pero María dijo SI, tal vez con esa pequeña inconsciencia que tenemos las personas ante las grandes decisiones de nuestra vida, sin saber, ó sí, lo que se le venía encima, pero confiando absolutamente en Dios, en su Providencia, y sabiéndose amada por Él. 
               El sí de María condicionó todas nuestras vidas, y nos dio la VIDA. 
               ¿Cómo no querer a la que es Madre de Dios y Madre de todos nosotros? 
               ¿Cómo no querer a la “Bendita entre las mujeres”? 
               Un SI para siempre a Dios, también nuestro, a imitación del suyo.

San José ante la encrucijada



En las vísperas del comienzo de la novena a S. José, dentro de esta cuaresma del año 2015, nos debemos parar a reflexionar en su figura.
José, el primer santo, en relación directa con su esposa la Virgen María y el hijo de Dios. Hombre justo, sencillo y humilde; humilde para escuchar la voluntad de Dios, humilde hasta el punto de no encontrar palabras suyas en los textos bíblicos, pero sí actuaciones ante las situaciones en que se encuentra por causa del estado de la mujer con la que estaba desposada, pero con la que aún no había convivido.
Dios permite que se vea en una situación extremadamente delicada, y espera su respuesta. ¿Cuántas veces nos vemos, en nuestro día a día, envueltos en diferentes situaciones y circunstancias, que nos están exigiendo dar una respuesta, como José tuvo que hacerlo al encontrarse a María, su mujer, encinta?
Dios nos ha hecho libres, y además, en esa libertad que hemos recibido hay un gran misterio: Dios respeta nuestra libertad, y espera a ver qué decidimos por nosotros mismos, para respetar la decisión de cada momento y de cualquier circunstancia o encrucijada de la vida. Eso sí, conforme sea nuestra respuesta, Él, siempre misericordioso, actuará con su Gracia o esperará si la respuesta del hombre no ha sido positiva.
José tuvo la responsabilidad de responder ante el estado de embarazo de su esposa María, y sólo cuando tomó la decisión de repudiarla en secreto, porque era un hombre justo, dice el Evangelio, Dios se vuelca rápidamente con él, a través de un ángel, que se le aparece en sueños, le habla, lo cuida, y le abre los caminos, indicándole a partir de ahí, en cada momento lo que tiene que hacer.
Pero no se puede olvidar que José estaba ya en una continua disposición de escucha, pobreza y humildad.
No le importó lo que dijeran en su pequeño pueblo, ni las críticas que le llegaran de su familia por aceptar a María encinta.
Pongámonos, por un momento, en el contexto de su vida en aquella época y en aquellas circunstancias para poder entenderlo. 
¿En qué disposición nos encontramos para escuchar a Dios? 
¿Pienso que todas mis situaciones, Dios las permite?
Y mis respuestas ¿Son las que Dios quiere y espera de mí?
Avancemos en este tiempo de gracia, que es la Cuaresma, por nuestro camino personal de conversión hacia la Pascua.

X Aniversario de la Bendición de la imagen de María, Nuestra Madre y Nuestra Guía



Con una solemne Eucaristía, el día 28 de febrero de 2015, se celebró el X Aniversario de la Bendición de la Imagen de María, nuestra Madre y nuestra Guía.
El día anterior se había tenido una Vigilia de Oración en torno a la Virgen María, en su advocación de María, nuestra Madre y nuestra Guía.
En ella se meditó y contempló, desde la Palabra de Dios, a María como Madre nuestra y su deseo de ayudarnos, bajo su guía maternal, a gobernar nuestras vidas en el Amor de Dios, que Ella conoce y vive como Hija predilecta que es del Padre Dios.
La Celebración central de este entrañable Aniversario, la Eucaristía celebrada el día 28 de febrero, presidida por Don Eugenio Garcés, Asesor Religioso de MATER CHRISTI, estuvo muy concurrida, pues contó, además de los Miembros Consagrados y Colaboradores de MATER CHRISTI, con la presencia de un importante grupo de Bienhechores y Amigos de la Institución.
En el próximo número de “al margen”, que confiamos saldrá en las próximas semanas, se dará una más amplia y detallada información de estos actos.
Sabéis que este Boletín “al margen” se distribuye gratuitamente a todas aquellas personas que desean recibirlo.