Reflexión 2 de Enero

Buenos días.
Hoy se celebra un hecho extraordinario en los orígenes de la FE Cristiana en estas tierras de España.
El 2 de enero del año 40, la Santísima Virgen María vino en carne mortal a Zaragoza, para alentar al Apóstol Santiago el Mayor que se encontraba predicando el mensaje de Jesús, en tierras de Cesaraugusta, a las orillas del Río Ebro.
La situación era muy dura y el Apóstol estaba bastante desanimado, hasta el punto de casi perder la entereza, lo que provocó la presencia de María Santísima, que aún estaba viva, para animarle y renovarle las fuerzas y pudiera continuar.
La tradición explica que la Virgen le entregó a Santiago una columna de jaspe, sobre la que aun hoy sostiene la Imagen de la Virgen, signo y símbolo de la fortaleza que necesitaba el Apóstol para continuar su misión.
Esta Venida de la Virgen María a Zaragoza es de una gran significación, que por razón de la fecha en que se celebra, en medio de todas las Fiestas de la Natividad del Señor, no se le da, fuera de Zaragoza, toda la importancia que tiene y que conviene considerar.
Se dice de España que es “Tierra de María”, así la denominó el Papa San Juan Pablo II en su última visita a España, diciendo en la Plaza de Colón de Madrid: “¡Adiós España. Adiós Tierra de María!”.
Y lo es porque es el primer lugar de la tierra en el que se apareció María Santísima, todavía cuando vivía en este mundo y, por tanto, lo hizo en carne mortal.
María alentó la extensión del Reino de Dios en España de una forma directa, lo que hace que si al Apóstol Santiago le debemos su predicación y su enseñanza, a la Virgen le debemos sus cuidados y desvelos para que Santiago pudiera culminar su misión, que siglos más tarde se extendería al Nuevo Mundo.
A la vez, estos hechos tan transcendentales nos colocan a todos los creyentes en un lugar muy especial de la FE Católica, ya que en su origen nos encontramos con Ella, con la Virgen, que ayer decíamos que su único anhelo es llevar al ENCUENTRO CON JESUCRISTO al mayor número de personas.
Os INVITO a interiorizar esta VISITA de la Virgen María a Zaragoza, su realidad, su motivo y su contenido, para ver que la DEVOCIÓN MARIANA del Pueblo de España y de los Pueblos de Hispanoamérica, no es algo ni superficial ni inconsistente.
Con ILUSIÓN y gran ESPERANZA hemos, primero, dar muchas gracias a la Virgen María por esta VENIDA a Zaragoza, pues de ella bien depende la FE que ahora vivimos nosotros; segundo, pedirla con mucha FE que VUELVA ahora a sostenernos en la FE y darle a estos Pueblos nuestros cuanto estamos necesitando para superar felizmente el duro látigo de la pandemia.
Que consiga de su Hijo Jesucristo la Gracia que suscite en los corazones la CONVERSIÓN, la vuelta de todos a Dios.
Hoy te pido que le reces a Ella, la Virgen del Pilar, por todas las necesidades actuales de los Hermanos, que aquí nos encontramos cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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