Reflexión 20 de Enero

Buenos días.
Estamos celebrando el Octavario de oración por la UNIÓN DE LAS IGLESIAS CRISTIANAS.
Y además de orar con el máximo fervor posible, para que los que creemos en Cristo formemos 'un solo rebaño y un solo Pastor', es una buena oportunidad para plantear, tanto a nivel personal como comunitario, este tema extraordinariamente importante cual es la UNIDAD.
Sabemos que fue la mayor preocupación del Señor Jesucristo, pues no en vano reza al Padre por ella (Jn 17,20-21), y también una exigencia para sus discípulos: "Que os améis unos a otros como yo os he amado" (Jn 15,12).
Pero en estos días será conveniente que reflexionemos sobre lo que es la UNIDAD y el VALOR que tiene en la vida de las personas.
Ciertamente es un tema amplio, pero fijemos la atención en dos Verdades de Fe.
La UNIDAD indivisa de la Santísima Trinidad y la condición que pone Jesús para seguirle.
De la Santísima Trinidad no podemos aprender otra cosa que en Ella se da la UNIDAD PERFECTA como la CARIDAD TOTAL, que al haber sido ‘creados a imagen y semejanza de Dios’, en Ella tenemos la fuente de la Gracia.
En cuanto a la condición que Jesús pone para seguirle, es muy clara y conocida: "Si alguno quiere venir en pos de Mí, que SE NIEGUE A SÍ MISMO, que tome su cruz y me siga” (Mt 16,24; Mc 8,34; Lc 9,23).
La 'negación' de sí mismo, además de la exigencia del Maestro para VIVIR UNIDO A ÉL, es origen para encontrar nosotros la Gracia que necesitamos para ser APÓSTOLES DE UNIDAD.
Con frecuencia se habla de las cosas con soltura y hasta con alguna frivolidad, sin llegar al fondo de lo que se trate.
Reflexionemos y veamos qué hemos de hacer más que rezar por la UNIDAD, porque no pocas veces rezar es lo más fácil, desgraciadamente.
Pero sí, te pido ahora que reces en la unidad de todos los que aquí nos encontramos, por las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es