Reflexión 5 de Marzo

Buenos días.
En este sábado después de la ceniza el evangelio nos dice: “En aquel tiempo, Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El, dejándolo todo, se levantó y le siguió. Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: ¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores? Les respondió Jesús: No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores”. (Lc 5,27-32).
Interesante el relato del evangelista San Lucas con la llamada de Jesús a Levi, contundente llamada a la conversión que Leví atendió sin demora. ¡Qué fuerte resulta el encuentro con Jesús, cuando se tiene el corazón dispuesto!
Hemos leído la respuesta que Jesús da a los publicanos y a los fariseos: ‘No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores’.
Este texto es muy consolador para los que se sienten pecadores y un gran estímulo para responder a su llamada a conversión.
Pues, ánimo, y a dejarse iluminar un día más por el Señor Jesús para afianzar la conversión, que aún puede que la hayamos propuesto tímidamente.
Sin que olvides una oración, hoy sábado, a María Santísima, en favor de las necesidades de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en Ella.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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