Reflexión 4 de Marzo

Buenos días.
Si todos los días cuaresmales son días penitenciales, en razón de la conversión que se está intentando conseguir, los viernes de este Tiempo de Cuaresma son particularmente ‘días de penitencia’.
Por ello, hoy es un día que aunque la Iglesia Católica solo pida a sus miembros la abstinencia de comer carne, sí deben tener éstos la conciencia de que es un día propicio para avanzar en el camino de la conversión.
Puede haber personas que piensen que mucho se habla de conversión, pero realmente ¿Qué es la conversión, qué es convertirse?
El concepto de la conversión, lo que se entiende por conversión en el ámbito de la Fe es muy sencillo: simplemente se trata de volverse a Dios, abandonar todo aquello que separa a la persona de Dios, por lo que su vida tiene cosas, aspectos, en mayor o menor grado, que no están en consonancia con la Ley de Dios, con la Doctrina revelada en la Biblia o con la doctrina de la Iglesia, que no son, en definitiva, del agrado de Dios.
Por ello, el primer paso para hacer camino de conversión es saber en qué cosas, en qué aspectos está uno mismo distante, apartado o incluso completamente a espaldas de Dios.
Pues, ¿cómo te puedes convertir a Dios, si no sabes lo que te separa de Él? ¿Cómo vas a saber lo que te separa de Él, si no dejas que su Palabra ilumine tu conciencia, para que ésta te pueda indicar los errores, pecados o defectos que debes abandonar, que debes cambiar?
Si no se comienza por aquí, la palabra conversión, la invitación a convertirse, por muy apremiante que se presente, no será posible.
Aquí lo dejo, con la ilusión y la esperanza que tu penitencia en este primer viernes de Cuaresma, que lo es también de mes, día como sabes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, lo dediques seriamente a saber de qué has de convertirte, para que así sea más fácil hacer el camino de conversión, pues de esta forma se sabrán los caminos que se han de recorrer.
El Espíritu Santo está dispuesto a iluminarte si se lo pides, y tu ángel custodio también está dispuesto a ayudarte. No te eches para atrás y busca ganar tu vida para la Salvación eterna.
Pero también hoy necesitamos que reces al Divino Corazón de Jesús, por las intenciones y necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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