Reflexión 16 de Marzo

Buenos días.
En los momentos difíciles y complicados nos recogemos en oración para suplicar al Altísimo su ayuda, su protección y su consuelo.
La oración tiene un medio muy valioso que no siempre se conoce o no se utiliza, me refiero a orar con los Salmos; pues en estos momento que se necesita la seguridad de estar bajo la protección divina, os ofrezco orar con el Salmo 90: “Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti. 
Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás: su verdad es escudo y armadura. 
No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía. 
Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará.  Nada más mirar con tus ojos, verás la paga de los malvados, porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa. 
No se acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. 
Te llevará en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones.
Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre; me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días y le haré ver mi salvación”.
Ahí te dejo con el deseo de que acudas al Señor, nuestro Dios y Padre, para que alcancemos todos su Amor y Paz.
Pero además, reza también hoy por las necesidades de los Hermanos para que encuentren la solución más conveniente, al Patriarca San José en este día miércoles dedicado a él. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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