Reflexión 24 de Marzo

Buenos días.
Mañana celebraremos la Solemnidad de la Anunciación del Señor, momento clave en la Historia de la Salvación.
Llegada la plenitud de los tiempos, el que desde antes de los siglos era el Unigénito Hijo de Dios, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, por obra del Espíritu Santo se encarnó en María, la Virgen, y se hizo hombre. (elog. Del Martirologio Romano).
Este día de la Anunciación, la Santísima Virgen María vivió el momento que quizás sería el más importante de su existencia, pues sin esperarlo se encontró con el plan que Dios tenía para ella, y aunque ni el asombro ni el contenido de la propuesta le permitiera tiempo para dar la respuesta meditada, concluyó con decisión y firmeza diciéndole al Arcángel San Gabriel: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).
Con este SÍ de María la Historia cambió de una forma radical, que llevó a San Juan Pablo II a decir: “La aventura de la santidad comienza con un sí a Dios”, y que yo agregaría: a imitación de la Santísima Virgen María.
Pues preparemos nuestro corazón y nuestra mente para vivir la Solemnidad de la Anunciación del Señor unidos con María de Nazaret, agradeciéndole con lo mejor que pueda cada uno, su aceptación del Plan de Dios y su respuesta llena de humildad, que la hizo ser la mujer fuerte que anunciara el mismo Dios al comienzo de la humanidad cuando maldijo a la serpiente que había engañado a Eva y a Adán: “…pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón” (Gn 3,15).
Ahora ya te pido que, como día jueves que es, reces al Señor Jesucristo, vivo y presente en la Sagrada Eucaristía, en favor de las necesidades e intenciones de todos los Hermanos que nos congregamos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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