Reflexión 14 de Marzo

Buenos días.
Siguen pasando los días, siguen sucediéndose las noticias de la guerra en Ucrania, y lo cierto es que el conflicto bélico prosigue sin preverse su final, incluso con amenazas y riesgos de que se extienda.
Loable es que se haya extendido rápidamente una corriente de solidaridad hacia tantos damnificados y víctimas de esta guerra, pero los creyentes debemos, además de prestar toda la ayuda humanitaria que se pueda, reflexionar sobre la otra necesidad que llamaría superior e intentar atenderla.
Me refiero a postrarse ante Dios para suplicarle que pare esta barbarie desatada, pues si no se logra con la oración insistente y confiada de quienes están dispuestos de alcanzar la gracia, uniendo a la oración la propia conversión del corazón, la desestabilización mundial, de una u otra forma, continuará, pues ya tenemos la experiencia después de más de dos años de pandemia, ante la que no se reaccionó de esta forma que apuntamos y bien sabemos lo que ha pasado: muchos esfuerzos humanos, científicos para conseguir la medicina adecuada, y ahí sigue la pandemia, sin habérsela dado aún por superada.
Mi llamamiento a la reflexión seria, sencilla y desde el sentido común, con el deseo de que todos, postrados ante Dios, clamemos con Fe y Esperanza reales el final de la locura que siempre es toda guerra, máxime de las dimensiones que la presente está tomando . Y también que ayudemos a otros a comprenderlo para que se unan a la oración intensa y a la conversión sincera de vida.
A nuestro Padre Dios, te pido que le reces, al menos un padrenuestro, para que atienda satisfactoriamente todas las necesidades actuales de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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