Reflexión 31 de Julio

Buenos días en la Fiesta de San Ignacio de Loyola.
Estamos celebrando los 500 años de la Conversión de San Ignacio, un acontecimiento que repercutió en toda la Iglesia a través de los tiempos.
En los escritos de San Ignacio y particularmente en sus famosos Ejercicios Espirituales, encontramos dos frases muy interesantes que a todos pueden ayudar.
Una dice: “En ejercicio de desolación nunca hacer mudanza”.
Es en la Quinta Regla de la Primera Semana de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, en donde dice que: "En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, más estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación. Porque así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen espíritu, así en la desolación el malo, con cuyos consejos no podemos tomar camino para acertar".
Explica que no es lo mismo tribulación que desolación, y fíjate que San Ignacio opone la desolación a la consolación, de hecho, asocia la desolación con el mal. Por eso, la clave de la desolación es que la persona "está movida en la dirección del 'mal espíritu'". Ese es precisamente el momento en el que no hay que "hacer mudanza" sino al contrario, perseverar, en el sentido ético de la perseverancia final: "constancia en la virtud y en mantener la gracia hasta la muerte".
La otra frase a la que nos referimos es: “El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma”.
Ciertamente, dejar que la conciencia muestre los pensamientos, palabras, obras y omisiones, relativas al mal obrar y cometidas durante un tiempo determinado, por ejemplo durante el día transcurrido, es algo valioso, diríamos más, es algo necesario, pero se ha de convenir que cuesta perseverar en este examen cotidiano, pues el 'espíritu de la pereza' suele incidir con fuerza para que no haya la perseverancia suficiente y así no lograr la salud espiritual necesaria.
Pues hay que darse cuenta de que del examen de conciencia bien hecho, en su regularidad y en su profundidad, se conseguirá darse cuenta perfecta de errores y pecados, materia que ayudará por necesidad a frecuentar el sacramento de la confesión para la obtención de la gracia del perdón, por el arrepentimiento de las faltas y pecados cometidos.
Día este muy importante para la Iglesia universal, pero también muy particularmente para la Iglesia de España, en donde San Ignacio de Loyola nace, se convierte y comienza la Obra de la Compañía de Jesús, que tanta Gloria ha dado a Dios y bien ha hecho a la Iglesia.
Hoy le rezamos, aun cuando sea un padrenuestro, para pedir su poderosa intercesión en favor de todas las necesidades, espirituales y materiales, de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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