Reflexión 9 de Julio

Buenos días
Como en otras ocasiones, hoy os ofrezco un Himno de la Hora de Vísperas para repensar y reforzar, en su caso, el ENCUENTRO con el Señor Jesucristo.
No pocas veces se desenfoca la FE, no poniendo al Señor Jesucristo en el lugar que debe ocupar en la vida del cristiano, pues es desde la UNIÓN más REAL y PROFUNDA con Él como se puede llegar a VIVIR el Misterio Trinitario, que es esencial, ya que estamos llamados a PARTICIPAR en su Comunión absoluta por toda la ETERNIDAD.
El Señor Jesucristo nos lleva al Padre, y en ellos dos nos encontramos con el Espíritu Santo.
Aquí os dejo ya con el Himno Litúrgico.
“Muchas veces, Señor, a la hora décima -sobremesa en sosiego-, recuerdo que, a esa hora, a Juan y a Andrés les saliste al encuentro. Ansiosos caminaron tras de ti..."¿Qué buscáis...?" Les miraste. Hubo silencio.
El cielo de las cuatro de la tarde halló en las aguas del Jordán su espejo, y el río se hizo más azul de pronto, ¡el río se hizo cielo! "Rabbí -hablaron los dos-, ¿en dónde moras?" "Venid, y lo veréis". Fueron, y vieron...
"Señor, ¿en dónde vives?" "Ven, y verás". Y yo te sigo y siento que estás... ¡en todas partes!, ¡Y que es tan fácil ser tu compañero!
Al sol de la hora décima, lo mismo, que a Juan y a Andrés -es Juan quien da fe de ello-, lo mismo, cada vez que yo te busque, Señor, ¡SAL A MI ENCUENTRO!”.
No olvides de rezar con humildad al Señor Jesús, para alcanzar las gracias necesarias en favor de las intenciones y necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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