Reflexión 26 de Julio

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Dicen que ‘La honradez es un vestido transparente’; ciertamente que lo es, porque ofrece a la persona la libertad de mostrar con tranquilidad y serenidad lo que hay en su vida y en sus comportamientos.
La HONRADEZ, como otras tantas cosas, no parece estar muy clara en los tiempos actuales en los que la mentira es como ‘moneda de cambio’.
Es algo que parece gustar a todo el mundo, pero en la vida de los otros, porque en la propia tiene unas exigencias que de tenerlas en cuenta no se pueden hacer todas las cosas que se quieren, todos los negocios que se presentan o prestar el apoyo desinteresado que los demás pueden necesitar en cada momento determinado.
La HONRADEZ conlleva una INTEGRIDAD en el sentir, en el pensar y en el obrar, que conduce a la persona a ser recta en todos los aspectos de su vida.
En definitiva, como digo al comienzo, la HONRADEZ es un vestido transparente.
Como todas las Virtudes tiene sus dificultades el mantenerse en ella, pero lo más importante es que es posible hacerlo.
En este ‘Día del Señor’, poniéndonos ante el Señor Jesucristo en la Cruz y a la Luz de su Vida transparente, podemos considerar el grado de HONRADEZ en el que vivimos cada cual y buscar los caminos de su plenitud.
Merece la pena hacer el esfuerzo.
Y hoy también, al Señor Crucificado y Resucitado, recuerda rezarle por las necesidades de los Hermanos, que sean aliviadas y resueltas por su Amor y por su Gracia. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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