Reflexión 22 de Julio

Buenos días
Cuando se está conversando, una expresión espontanea que se utiliza para afirmar algo es decir: “es que es de sentido común”, con lo que se está queriendo decir que lo que se está defendiendo es algo tan evidente como el ‘sentido común’.
Lo que no parece alguna vez es que las personas entiendan lo que es realmente el ‘sentido común’, pues si lo comprendieran parecen incomprensibles los comportamientos que se tienen.
El diccionario de la Real Academia dice que el ‘sentido común’ es la capacidad de entender o juzgar de forma razonable, de forma lógica, las cosas, situaciones, etc., de lo cual se puede comprender que en principio esta ‘capacidad de entender’ la tienen todas las personas en mayor o menor medida, pero en todo caso sí que se conoce lo que es el ‘sentido común’.
Entonces surge la pregunta de cómo es posible que las personas se comporten en ocasiones de forma no razonable, y cómo es posible que el ‘sentido común’ no les haga ver las cosas con la carga negativa o positiva que tienen.
Cómo es posible que ante la situación que actualmente estamos viviendo a nivel mundial, con tantas repercusiones en los diferentes aspectos de la vida, algunos en los que verdaderamente se apoya la existencia humana según la civilización actual, las personas en uso del ‘sentido común’ no se den cuenta que esto no tiene soluciones humanas, que es verdad que ayudarán los comportamientos correctos, pero que en definitiva o nos volvemos a Dios, suplicamos el perdón de tantos pecados y desvaríos de muchas personas, incluidos los propios, o iremos caminando a trompicones, de mal en peor, como así está sucediendo en lo que llevamos de este año 2020.
No seamos pesimistas, sino lo contrario, pero comencemos, según el sentido común, a reaccionar hacia la dirección correcta para que Dios Altísimo resuelva lo que, también por sentido común, nosotros no parece que podamos lograrlo.
Te sigo pidiendo tu oración de cada día, implorando del Señor Jesucristo su Gracia para la mejor solución de los problemas y necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es