Reflexión 5 de Julio

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
En este Domingo XIV del Tiempo Ordinario, nos trae el evangelio de San Mateo 11, 25-30.
Esta perícopa nos pone en un gran ENCUENTRO con el Señor Jesucristo, primero ESCUCHANDO y ADMIRANDO su oración al Padre Dios; segundo en una INVITACIÓN que nos hace, que desconozco si la has aceptado siempre que era necesario o no la has tenido en cuenta, lo cual habría sido triste y lamentable para ti.
En primer término dice el texto del Evangelio: "En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Yo TE BENDIGO, PADRE, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y SE LAS HAS REVELADO a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.
Todo me ha sido ENTREGADO por mi PADRE, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y AQUEL A QUIEN el Hijo se lo QUIERA REVELAR".
En segundo plano está la INVITACIÓN que nos hace: "VENID A MÍ todos los que ESTÁIS CANSADOS y AGOBIADOS, y YO os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y APRENDED de mí, que SOY MANSO y HUMILDE de CORAZÓN; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera".
El Señor Jesucristo ES el CENTRO de la Vida Cristiana, lo que quiere decir que en la vida de los católicos la primera referencia es CRISTO, y desde Él llegamos al Padre y al Espíritu Santo.
El Santo Evangelio sabemos que no es ni ideología, ni teoría, pero sí es VIDA, de la que cada uno debe tomar para poder desarrollarse y ser persona, una buena persona, que camina con Cristo para compartir con la Santísima Trinidad la plenitud de la vida y del amor en la Eternidad.
Reza a tu Señor, a Nuestro Señor Jesucristo, por el bien de los Hermanos, que vean todos resueltas sus necesidades, problemas e inquietudes. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es