Reflexión 17 de Julio

Buenos días
La persona al ponerse ante las realidades y las cosas, tiene la posibilidad de verlas e interpretarlas con una actitud positiva o la contraria.
Es el OPTIMISMO la virtud que ayuda a ver y a juzgar las cosas en su aspecto más favorable, lo cual es muy positivo porque siempre la persona estará ‘abriendo camino’ en las situaciones más adversas para encontrar la mejor forma de actuar.
La persona OPTIMISTA, en la convivencia tiene la virtualidad de transmitir el entusiasmo con el que ella misma va llevando los temas de la vida, lo cual es no solo muy positivo, sino de una gran ayuda para quien no tiene demasiadas motivaciones para seguir, bien porque sea pesimista por condición o que las cosas se le presentan como una montaña impracticable de superar.
Hemos definido el OPTIMISMO como virtud, que bien se tiene por carácter propio o también por el esfuerzo para haberla adquirido, con lo que se demuestra que todas las personas, de una u otra forma, pueden ser OPTIMISTAS.
Y bien parece que merece la pena estar en la vida con esta Virtud del Optimismo, pues más allá de los beneficios personales, estará la ayuda que se puede prestar en todo momento al que se tiene al lado.
Hay motivos suficientes para practicar esta VIRTUD, por lo que los que aún no la tengan es de desear que la pongan ante sí, la conozcan, vean las formas de conseguirla, y comiencen a ser OPTIMISTAS.
Merece la pena en sí misma, así como en todo lo que conlleva de ilusión, de alegría y de inquietud para nunca estar inactivo, que no es, desde luego, la mejor actitud de la persona humana, pues su natural es VIVIR y la vida o es dinámica o no es vida.
Además, en los momentos presentes se necesita mucho OPTIMISMO con el que afrontar la situación con gran realismo, y poder superar las adversidades que vayan apareciendo.
No faltes a rezar hoy también por todas las necesidades de los Hermanos, con Fe y Esperanza, a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es