Reflexión 15 de Julio

Buenos días
Ante nosotros tenemos diversos retos que, sin duda, nos favorecen para nuestras vidas.
Uno de ellos es trabajar por mejorar todas las cosas, con la seguridad de que se puede lograr.
En cierta ocasión me sorprendió este pensamiento de Aldous Huxley: “Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y ERES TÚ MISMO”, que meditado se encuentra en él una fuente de sabiduría.
Es lástima que no se ponga todo el cuidado en la propia vida que se debe y se puede, para darle todas las posibilidades y todo el potencial que tiene para mejorarla y engrandecerla.
Nos encontramos una vez más en ese combate interior que toda persona lleva consigo, de no hacer puntualmente lo que debe y puede, para ceder a aquello que no debe, aunque sepa que es lo contrario a lo que le conviene a él y a todos en general, simplemente por la repercusión que tienen todos los actos personales en el resto de la comunidad.
Se produce como una miopía que no deja ver con claridad y transparencia la transcendencia de los pensamientos y de los actos, de forma que se aceptan situaciones inapropiadas en el presente sin tener para nada en cuenta sus consecuencias posteriores.
Es muy importante ser conscientes de la relevancia que cada persona tiene en el conjunto de toda la sociedad, pues la dignidad de la persona es un valor que el primero que debe aceptarlo y respetarlo es uno mismo.
Se olvidan con frecuencia las palabras de Jesús: “Amarás a tu prójimo COMO A TI MISMO” (Mc 12,31), porque se distorsiona su contenido real; este error se comete con alguna frecuencia al no caer en la cuenta de que Jesús pone el amor a los otros condicionado al amor que cada uno ha de tenerse a sí mismo.
Dicho de otra forma, tal como la persona se trate a sí misma, según la dignidad de los hijos de Dios y de acuerdo con las exigencias de Evangelio que profesó en el Bautismo, así hará con los demás, y lo hará a pesar de querer mostrar otra apariencia, pero al final se pondrá en evidencia la realidad que es según la Palabra de Dios.
Hoy la invitación es clara y meridiana, que se dice: trabajemos cada uno consigo mismo para mejorar la propia calidad humana y cristiana, y aportar así a los demás un horizonte lleno de Luz y de Ilusión, con la certeza de que todo lo bueno es más fácil de alcanzar de lo que nuestra sociedad nos quiere hacer entender.
No olvides, por favor, de elevar una oración, por breve que sea, al Dios Altísimo en favor de todas las necesidades de los Hermanos, en las que están incluidas las tuyas. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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