Reflexión 6 de Julio

Buenos días
El espíritu de superación ha de acompañar a la persona siempre, pues cuando pierde este horizonte su situación se vuelve indiferente y ante sí parece que lo único que hay es ‘la nada’.
Es cierto que a lo largo de la vida hay momentos y situaciones difíciles que parecen llevar a la persona a desmoronarse, ella misma y todo lo que tiene ante sí, pero es ahí donde hay que potenciar el deseo y las ganas de ser más y más.
Será el momento de idear proyectos, que aunque no sean de gran alcance, al menos aporten la ilusión necesaria para continuar el camino en esa clave de superación, que siempre estimula y da sentido a vivir.
Esto que decimos, visto en la perspectiva espiritual encuentra un sentido definitivo, pues sabiendo que el destino de cada persona es la eternidad para vivir en la bienaventuranza del Cielo, en la plenitud del AMOR DE DIOS, imprime el vivo deseo de ir día a día a más en el encuentro con Dios, en el conocimiento de la Verdad, en la experiencia de lo que supone ‘ser perfectos como el Padre celestial es perfecto’ (Mt 5,48), que en definitiva es lo que a la persona la puede llenar de gozo, de paz y de un deseo irresistible a entregarse en beneficio de los otros, de los que están necesitando aliento para seguir y conocer el camino que les lleve al encuentro con el Señor Jesucristo, que al fin es lo mejor que puede tener cualquiera: gozar del Amor de Dios.
Hemos de convencernos, aunque lo sepamos, que esta jornada terrenal es transitoria, con un final que tarde o temprano nos enfrentará a la realidad concluyente de la muerte, que dará paso a lo definitivo, sabiendo que como enseña el libro del Apocalipsis 14,13: “¡Bienaventurados los muertos, los que mueren en el Señor! Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan”.
No olvides de rezar a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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