Reflexión 3 de Julio

Buenos días
Siempre ha sido y es una actitud muy positiva la de AYUDAR a los demás, pero quizás vivimos en unos momentos en los que este buen hábito hemos de tenerlo muy presente, para estar abiertos a todas las personas y a todas sus posibles necesidades.
Siempre hay algo que tú puedes aportar al otro, aunque no te lo pida.
Los momentos presentes son un tanto peculiares porque pueden prestarse a diferentes comportamientos, según cada uno se encuentre en una u otra situación.
En todo caso, nuestra CONCIENCIA sí debe tener muy despierta la sensibilidad necesaria para no evitar querer saber, querer oír o querer ver lo que de forma evidente se pone delante.
Muchas personas van a necesitar, necesitan ya, AYUDA, pero no solo ayuda material o económica, habrán necesidades de muchos tipos que pondrán a las personas en unas situaciones difíciles y hasta en algunos casos extremas.
No te resistas: AYÚDALAS.
Los dones y carismas que cada uno hemos recibido, son precisamente para ponerlos al servicio de los otros; no tienen sentido si no están abiertos a los que por ellos puedan ser beneficiados.
Has de poner a prueba tu corazón en la gran virtud de la GENEROSIDAD, que te lleve a ese deseo del Señor Jesucristo que expresó con tanta rotundidad: “El que quiera seguirme, NIÉGUESE a sí mismo, tome su cruz y me siga” (Mt 16,24; Mc 8,34; Lc 9,23).
Y en esta actitud de negación de sí mismo, no se pondrán los intereses propios ante las verdaderas necesidades de otros, que necesiten TU AYUDA.
Hoy también te ruego que reces por las necesidades del resto de los Hermanos, a María, nuestra Madre y nuestra Guía, sin olvidar que el Santo Rosario es la oración más necesaria y poderosa para los momentos presentes. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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