Reflexión 1 de Diciembre

Buenos días.
Hoy día miércoles es el último dedicado a San José antes de la clausura del Año Santo dedicado a él, lo que nos invita a dedicar nuestra reflexión a lo que ha sido este Año de San José.
Pero también a lo que hemos aprendido para después de concluido este tiempo de gracia, podamos seguir teniéndole como modelo de lo que es vivir en la Fe confiada y, no pocas veces, en soledad.
Quizás lo más importante que ha pasado es que la figura extraordinaria de San José se ha vuelto a abrir camino en el Pueblo cristiano, que tiende a ser un tanto olvidadizo con el paso del tiempo y los afanes de la vida.
Hemos podido darnos cuenta del lugar extraordinario que ocupó en las vidas de Jesús y de María, y en consecuencia en la propia Redención de los hombres.
Pasó por la vida siendo un servidor fiel de Dios, extraordinariamente fiel con su conciencia y obediente a los designios del Padre, en todo momento y circunstancias.
Cuando en nuestro tiempo las personas tienen actitudes de suficiencia y algo más, la figura sencilla y humilde de San José está siendo una llamada intensa a revisar todo el bagaje personal de sentimientos, pensamientos, obras y omisiones, para dejarlos iluminar y sanar, en su caso, por la poderosa intercesión de San José.
Volveremos a él para encontrar los aires limpios que necesitaremos en la renovación del corazón en su camino de conversión. 
A San José te pido le reces hoy en busca de la mejor solución y superación de todos los problemas y necesidades de los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar en torno a su Santísima Esposa, la Virgen María. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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