Reflexión 10 de Diciembre

Buenos días.
Siguiendo con el día semanal que venimos dedicando a la reflexión de los Mandamientos de la Ley de Dios, en el marco del Quinto Mandamiento, veamos los pecados de sedición y de terrorismo.
La sedición consiste en formar bandos o partidos en el seno de una comunidad, ciudad o estado, con objeto de conspirar o promover algaradas y tumultos, ya sea de unos contra otros o contra la autoridad y el poder legítimo.
La sedición se comete propiamente cuando una parte se levanta injustamente en armas contra otra.
Afirma Santo Tomás de Aquino que “el pecado recae primera y principalmente sobre aquellos que la procuran, los cuales pecan gravísimamente; y después, sobre quienes les secundan, perturbando el bien común”.
En cuanto al terrorismo digamos que es todo tipo de actos de violencia y de vandalismo realizados maliciosamente para infundir terror, o bien para llamar la atención hacia una supuesta reivindicación sin miramientos a la integridad de las personas y a los bienes del prójimo.
Jamás existe justificación alguna para este pecado gravísi­mo, desgraciadamente tan de la actualidad, incluso en aquellos casos en que pueda parecer justa la causa que haya motivado tales violentas o vandálicas acciones.
El Catecismo incluye, junto al terrorismo, el secuestro y el tomar rehenes, así como la tortura, que usa de violencia física o moral, para arrancar confesiones, para castigar a los culpables, intimidar a los que se oponen, o para satisfacer el odio (n. 2297).
Avanzando en el conocimiento de lo que es la justa verdad de las cosas, y poder tomar conciencia de las exigencias morales del propio Bautismo, te pido que ya reces hoy, viernes, al Sagrado Corazón de Jesús en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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