Reflexión 3 de Diciembre

Buenos días.
La persona por más que viva en familia, no pocas veces muy amplia, con un buen número de amistades, tanto laboral como socialmente, tiene un espacio y un tiempo en el que se encuentra sola consigo misma.
Y aquí es donde está el secreto de su corazón, los momentos en los que ha de construir su vida existencial, porque desde ahí tendrá que labrar la verdadera realidad con la que se marchará de esta vida terrenal.
Es verdad que la vida tiene muchos sinsabores, y también sus momentos de gozo y alegría, pero han de saberse administrar bien para que tengan su mérito correspondiente.
El escritor Ramón J. Sender lo interpretó muy bien cuando escribió: “Sin risa y sin llanto la vida no tendría sentido”, pues al fin estas dos realidades que aparentemente se contraponen son consustanciales a la naturaleza humana y con ellas hay que saber convivir. Eso sí, tanto el llanto como la risa tengan un fundamento limpio, veraz, honrado y honesto.
Con fe y confianza, reza hoy al Sagrado Corazón de Jesús en este primer viernes de mes, en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que volvemos a encontrarnos aquí en torno a su Madre Amantísima. Amén.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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