Reflexión 24 de Diciembre

Buenos días.
Hemos llegado al tradicionalmente llamado ‘Día de Nochebuena’, con los grandes sinsabores e inquietudes que viene produciendo la situación pandémica.
Cabría preguntarse, ¿cómo voy a llegar a la Cueva de Belén y con qué actitud de ánimo me voy a postrar ante el Niño Dios para adorarle?
En Él solo hay ternura, paz y alegría, que es lo que quiere que haya en todos los hombres de buena voluntad.
Ojalá que sepamos vivir la Nochebuena con este sencillo espíritu, dejando en su Amor y en su Misericordia todos los agobios y dificultades que son necesarios superar.
¡Feliz día y feliz noche!
Y hoy se necesita más, si cabe, que reces en favor de las necesidades de todos los Hermanos, que nos reunimos aquí en torno a la Virgen Madre de este Niño que nos va a nacer. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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