Reflexión 26 de Diciembre

Buenos días en la Solemnidad de la Sagrada Familia.
En este Año Litúrgico se celebra esta Solemnidad al día siguiente del Nacimiento del Niño Jesús, lo cual hace que contemplemos de forma inmediata a toda la Familia: Jesús, María y José.
Sin duda que esta estampa de la Sagrada Familia, es como una gran Luz en medio de tanta confusión y oscuridad en la que está inmersa nuestra sociedad.
La obra diabólica viene trabajando desde hace ya varias décadas para no solo destruir, sino aniquilar y erradicar la familia, en lo que desgraciadamente las personas estamos colaborando de una forma muy activa.
Ante este panorama, uno se queda anonadado, porque todo esfuerzo parece baldío y toda palabra que se pueda dar resulta como ‘clamar en el desierto’.
Por eso, este día no deberíamos dejarlo ir sin anclarnos fuertemente en él, para acoger a la Sagrada Familia en el corazón y recibir la fortaleza que nos permita seguir el camino de esta vida en la Verdad, con el que es también, el Camino y la Vida.
Cada uno sabe su realidad, pero ojalá que fuéramos capaces de ver al amparo de la Sagrada Familia la realidad que nos circunda, para que cada uno contribuya, en la medida de sus posibilidades, a rectificar estos caminos tan erróneos y destructivos que se están siguiendo.
Siempre es momento de rectificar y reconducir las cosas, antes de que el camino llegue a su horizonte y toda la suerte esté echada, como suele decirse.
Este es un día de Esperanza, pero también de júbilo en el Amor y en la Armonía que se palpa en la Sagrada Familia, modelo y ejemplo a seguir por todos.
Haz un apartado en tus ocupaciones, para reflexionar de tu actitud ante la familia, propia, y como lo que es, célula de la sociedad.
Hoy tendrás que rezar a Jesús, María y José, en favor de todas las familias: estables, divididas, quebradas o rotas, para que encuentren la Gracia de Dios según las necesidades de cada una. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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