Reflexión 12 de Diciembre

Buenos días en el domingo Gaudete de Adviento.
Hoy nuestra Madre la Iglesia nos convoca a la alegría, al júbilo, porque comienza a mirar ya hacia el Nacimiento de Jesús, en su primera venida.
Es importante leer y escuchar con atención las lecturas que se proclaman en la Santa Misa, que son una vibrante llamada a vivir en el gozo y la alegría del Dios Altísimo.
Veamos un ejemplo en la segunda lectura de San Pablo a los Filipenses: “Hermanos: Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y en la súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que supera todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Flp 4,4-7).
Y ver con que hermosa oración reza hoy la Iglesia, y con ella también debemos hacerlo nosotros: “Mira, Señor, a tu pueblo que espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, y concédele celebrar el gran misterio de nuestra salvación con corazón nuevo e inmensa alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén”.
Pues que este domingo ‘Gaudete’ sea pleno en el Amor de Dios, y que sepamos llevar la Esperanza del ‘Señor que viene’ a todos los hombres que ‘ama el Señor’.
Y en el mismo gozo te pido que no dejes de encomendar al Señor Resucitado, todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es