Reflexión 1 de Octubre

Buenos días.
En la Fiesta de una santa tan popular como Santa Teresita del Niño Jesús, bien podemos acercarnos a alguno de sus pensamientos tan llenos de caridad y de ternura.
Vivió tan solo 24 años y murió como Carmelita Descalza en el convento de Lisieux (Francia) en 1897.
En tan pocos años de existencia terrenal forjó una santidad de vida que además de ser proclamada Santa por el Papa Pío XI, éste la proclamaría también Patrona de las Misiones, hasta el año 1997 que el Papa San Juan Pablo II le añadiera el Título de Doctora de la Iglesia.
Uno de sus pensamientos es: “El amor a nuestro prójimo consiste en tres cosas: desear el mayor bien a todos, hacer lo bueno que podamos, cuando podamos y soportar y perdonar las faltas ajenas”.
Como vemos es muy sencillo en la exposición, con unas propuestas muy claras para hacerlas realidad y con la dificultad que tienen todas las cosas sencillas y claras.
En nuestro tiempo no se atiende fácilmente a las cosas pequeñas y sencillas, pues exigen un corazón limpio, desposeído de esas malas compañías como es el orgullo, la vanidad, la soberbia…
Sí es cierto que atrae estar en la órbita del planteamiento que hace Santa Teresita del ‘amor al prójimo’, pero en estas cuestiones de la Caridad no valen disimulos ni subterfugios, y no digamos nada de la hipocresía, porque ya advierte el Señor Jesucristo con dureza: “Raza de víboras, ¿cómo podéis decir cosas buenas si sois malos? Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca” (Mt 12,34).
Como primer viernes de mes que es, reza hoy al Sagrado Corazón de Jesús en favor de las intenciones y necesidades de los Hermanos, en el espíritu que ayer comentamos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es