Reflexión 27 de Octubre

Buenos días.
Hoy miércoles dedicado a San José, de forma especial en este año dedicado a Él, deberíamos considerar algunas cosas.
En primer lugar, recordar que este Año de San José, Año de Gracia sin duda, concluye el próximo 8 de diciembre, lo que nos debería animar a vivir estas últimas semanas muy unidos a Él, implorando con insistencia su protección para nuestra Madre, la Santa Iglesia Católica, pues todos estaremos de acuerdo que bien lo necesita, así como todas las familias que vivimos en esta tierra de España.
De forma más inmediata, en los próximos días está la celebración, ya muy extendida, de lo que llaman la ‘noche de Halloween’, dicen que es la ‘noche de los muertos’, pero no precisamente de los que viven en la Gloria de Dios; por ello es tiempo del 'reino de las Tinieblas', que debemos mirarlo con cierto respeto a la vez que con la resolución de echar sobre ella toda la LUZ del Resucitado que seamos capaces, mediante la oración y la penitencia.
Y ¿por qué mezclo esto con la referencia que vengo haciendo de San José? Pues muy sencillo, en las Letanías de San José hay una invocación, que ya cité en otra meditación, que dice: Terror de los demonios, ruega por nosotros.
San José, ‘terror de los demonios’, en este Año dedicado a su Gloria en la efemérides de su proclamación como Patrono de la Iglesia Universal, nos puede y ha de ayudar en estos momentos tan difíciles como complicados.
Si acudimos a San José de una forma muy especial en esa noche del Día de Todos los Santos, en la que peligrarán muchas almas, porque serán hostigadas hasta ser arrastradas por los demonios, sin duda que haremos la mejor obra de evangelización posible, porque mediante la oración, la penitencia, el sacrificio y la mortificación, en el Amor Redentor de Cristo Crucificado, la LUZ de la Salvación envolverá a muchas almas hasta evitar su condenación.
No hay alarmismo en mis palabras, hay simplemente la Verdad de la gran lucha que mantiene Satanás para arrancar del Amor de Dios al mayor número de sus hijos.
En tus manos está. No es necesario acudir a ninguna Iglesia que puedan organizar en esa noche ‘velas de oración’, solamente bastará que durante el día 31 te entregues a una oración sencilla en medio del cumplimiento de tus obligaciones, y que la noche ya del día 1 le dediques cuanto puedas a la oración y a la penitencia que por esta intención.
Ayudemos al Señor Jesucristo y a su Santísima Madre, a que puedan atraer a sus Sagrados Corazones al mayor número de almas, jóvenes y menos jóvenes, adultos y más mayores, sacándolas de las garras del pecado y de la muerte.
Y hoy también las necesidades de todos los Hermanos necesitan tu oración, que te pido la hagas a San José por esta intención. Qué menos que su jaculatoria seguida de un padrenuestro, avemaría y gloria: “San José glorioso, ampara a quien contempla tu pena y gozo”. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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