Reflexión 1 de Septiembre

Buenos días.
Es muy interesante ir viendo cómo pasan los días y los meses en medio de la lucha propia de la vida.
Cuando remontado el mes de agosto nos adentramos en el nuevo mes de septiembre, debemos reflexionar sobre lo efímero que es el tiempo y lo importante que es hacer un buen uso de él, pues Dios nos ha dado el tiempo para administrarlo convenientemente en el buen gobierno de la propia vida.
Hoy miércoles, volvemos a considerar una de las advocaciones de las Letanías de San José: “Servidor de Cristo, ruega por nosotros”.
Efectivamente, el Santo Patriarca fue un servidor de su Hijo Jesucristo, y consta que lo hizo con todas las cualidades que se le puede pedir a un buen padre, lo cual nos sugiere cómo los padres son servidores de sus hijos en tanto adquieren la edad de la lógica emancipación, e incluso después siguen ‘sirviendo’ en tantas necesidades que los hijos presentan.
Se podrá decir que es una obligación de los padres, pero por parte de los hijos no siempre se sabe reconocer en su justo punto este servicio que prestan los padres.
Siempre tenemos motivos para examinar los propios sentimientos y comportamientos, hoy por parte de uno como hijo y, en su caso, también como padre.
Que San José ilumine los corazones y podamos todos avanzar, bajo su patrocinio, en el camino de la santidad, que no debe estar lejos de la propia vida, únicamente habrá que animarse a entrar ya por el camino y la senda definitiva de la vida en perfección cristiana.
Ya te pido que reces a San José para que obtenga de su Hijo Jesús todas las Gracias que necesitan las necesidades de los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar hoy en su Santísima Esposa, María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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