Reflexión 4 de Septiembre

Buenos días.
Hoy es Primer Sábado de mes dedicado al Inmaculado Corazón de María.
Aunque se sepan, es bueno recordar las cosas que son importantes en la vida, máxime cuando se tratan del orden espiritual.
La Santísima Virgen le dijo a Sor Lucía, vidente de Fátima, que en reparación de todas las ofensas que recibía su Inmaculado Corazón, durante cinco primeros sábados de mes, se recibieran los sacramentos: confesión y comunión y se la hiciera compañía durante quince minutos contemplando los Misterios del Santo Rosario.
El Señor Jesucristo, en la noche del 3 al 4 de mayo de 1930, en su aparición a Sor Lucía, le explicó porque habían de ser cinco primeros sábados y no nueve como son los primeros viernes dedicados a su Sagrado Corazón.
"Son cinco, le dijo, en reparación de cinco tipos de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1. Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.
2. Blasfemias contra su Virginidad.
3. Blasfemias contra su Maternidad Divina, rehusando, al mismo tiempo, recibirla como Madre de los Hombres.
4. Blasfemias de los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.
5. Blasfemias de los que la ultrajan directamente en sus Sagradas Imágenes".
Si nos paramos a pensar un poco sobre los cinco tipos de blasfemias con las que se ofenden y ultrajan el Corazón Inmaculado de María, nos damos cuenta que efectivamente no es difícil comprobar que es así, agravándose más con el paso del tiempo ante la descristianización de este pueblo de España y del mundo entero.
Siempre se dijo que ‘España es tierra de María’, y así se despidió el Papa San Juan Pablo II, en la Plaza de Colón de Madrid, la última vez que viajó a esta tierra, el 4 de mayo de 2003, diciendo: “Adiós España, adiós tierra de María”.
A la descristianización se ha de sumar la pérdida de las manifestaciones de la religiosidad popular por causa de la pandemia, que debiendo haber llevado a las personas a implorar de la Santísima Virgen su intercesión ante Dios, ha resultado todo lo contrario dando la espalda hasta al mismo Dios y, por consecuencia, a su Amor Misericordioso.
Si allá, primero el 10 de diciembre de 1925, cuando la Virgen se le aparece a Sor Lucía para pedirle esta devoción y luego en 1930, cuando el Señor Jesucristo le explica a Sor Lucía lo indicado más arriba sobre los cinco primeros sábados de mes, para reparación y desagravio del Inmaculado Corazón de María, era algo grave y urgente, ¿qué podemos decir hoy a la vista de cómo han evolucionado las cosas, particularmente en los últimos años?
Con toda humildad y pobreza de corazón vivamos estos días, primeros sábados de mes, en el espíritu que pidió la Santísima Virgen primero y luego explicó su Hijo, el Señor Jesucristo.
Y también, reza hoy a ese Corazón Inmaculado de Madre, en favor de todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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