Reflexión 23 de Septiembre

Buenos días en la Fiesta de San Pio de Pietralcina.
Este pobre y humilde fraile Capuchino fue un gran faro espiritual en el siglo XX, pero se ha acrecentado más y más después de su tránsito aquel 23 de septiembre de 1968.
Es de gran riqueza y consuelo para el alma conocer su vida y los largos sufrimientos por los que el Señor fue llevando su vida, de modo que es fácil concluir que en él se cumplen las palabras de Jesús: “En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12,24).
En su legado espiritual, escritos, cartas, homilías…, encontramos gran cantidad de pensamientos muy luminosos como este que os traigo: “El ser tentado es signo de que el alma es muy grata al Señor”. ¿Por qué? Sencillamente porque al demonio no le interesa nadie que esté alejado de Dios, fuera del cumplimiento de su Ley, conviviendo con el pecado, pues todo esto representa que no están muy lejos de su influencia.
Por el contrario, él busca, tienta e intenta ganar a aquellas personas que viven en el seguimiento del Evangelio y en la coherencia de su propio Bautismo; a ellas les da la gran batalla y busca continuamente seducirlas para apartarlas de Dios por el pecado, por eso las almas que luchan en este combate espiritual ‘son muy gratas a Dios’ como dice San Pío.
San Pío de Pietralcina se ha revelado como un gran intercesor ante Dios que alcanza grandes Gracias, por eso te pido que hoy le reces a él pidiéndole que venga en ayuda de todas las necesidades de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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