Reflexión 11 de Septiembre

Buenos días.
A veces las personas no parecen indulgentes con sus semejantes, pues quieren encontrarlos perfectos, sin fallos y sin cometer errores, particularmente con ellas, lo cual se hace un tanto difícil.
Estas personas que exigen del otro buenas respuestas siempre, no se dan cuenta que en ellas no está la exigencia que piden a los demás, porque en el hombre se da el error con más o menos frecuencia y nadie lo puede negar.
Lo peor es que no pocas veces se permanece en el error por tiempo indeterminado, lo que mete en la persona en una torpeza grande, porque lo normal habría de ser que cuando se percata de haber cometido un error, reaccione para salir de él en cuanto pueda, sin esperas ni demoras.
Para que esto pudiera ser así es preciso pensar, reflexionar con frecuencia en torno a sí mismo, a los pensamientos, a los sentimientos, a las obras…, para identificar no solo los errores, también los aciertos, lo positivo y lo bueno que se va haciendo, pues en definitiva nada se puede corregir que antes no se haya constatado y tomado conciencia de ello.
Comenzamos el fin de semana de la mano de la Virgen María en este sábado, que nos ofrecerá algún tiempo para la reflexión y el discernimiento: pues ánimo y a ello.
Y también hoy necesitamos tu oración a María, nuestra Madre y nuestra Guía, en favor de las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es