Reflexión 24 de Marzo

Buenos días
Un miércoles más volvemos la mirada a San José para seguir aprendiendo de sus gestos y de sus actitudes.
En él encontramos una gran capacidad para, sin precipitarse nunca, ir aceptando las cosas conforme se van sucediendo, su paciencia es patente y manifiesta desde el primer momento.
Por ejemplo, verle en Belén después del Nacimiento de Jesús ante todos los acontecimientos que se van sucediendo, no se le encuentra ningún rasgo de inquietud, malestar o cosa parecida.
La paciencia es una virtud que conlleva otra muy importante para seguir la vida en el Amor de Dios y en el cumplimiento de su santa Voluntad: saber esperar.
Cuántas veces se malogran proyectos, relaciones humanas u otra cualquier cosa por no ‘saber esperar’, por no tener paciencia y dejar que las cosas lleven el ritmo que les corresponde.
También puede ocurrir que sucedan cosas que en un primer momento resultan adversas y que invitan a sublevarse, rechazarlas, etc., pero que si se sabe tener paciencia, se sabe esperar, el tiempo pondrá las cosas en su sitio y la verdad quedará patente y manifiesta.
Revisemos nuestra paciencia a la luz que difunde la vida de San José y acogidos a él, rectifiquemos nuestros caminos en caso de ser necesario.
A San José te pido le reces hoy, rogándole que acuda en favor de las necesidades materiales y espirituales de todos los Hermanos que nos reunimos como cada día aquí, en torno a su Santísima Esposa la Virgen María. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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