Reflexión 10 de Marzo

Buenos días.
En este Año dedicado de una forma especial a San José, no dejamos pasar ninguna semana de recordarlo en el miércoles, día de la semana dedicado a él.
Hemos rebasado el ecuador de la Cuaresma y bueno es que bajo el patrocinio de San José, consideremos cómo vamos haciendo nuestra propia jornada cuaresmal.
En los tiempos que corremos, cuarenta días no son nada y al mismo tiempo son muchos, pues al sucederse tan vertiginosamente los hechos, sucesos y acontecimientos, hace que se pase de una situación a otra casi sin darse cuenta uno, abandonando la anterior para prestar atención a la presente.
Por ello, hoy sólo quiero hacer, con todo mi respeto, una llamada a la perseverancia en el espíritu cuaresmal.
Que se tenga en cuenta que aún queda tiempo para cumplir el objetivo cuaresmal, cual bien se sabe es la conversión personal.
Y también, que el deber más serio y sagrado que tiene cualquier bautizado, es ser instrumento de la gracia para anunciar y extender el Reino de Dios.
Esto es lo que tradicionalmente se ha llamado “hacer apostolado”, palabra ésta que se la ha ido dejando de lado y perdiendo con ella el verdadero sentido de lo que es ‘evangelizar’; están muy bien todas las reflexiones que se hacen a partir de los medios actuales, con bonitas imágenes y textos sugerentes, pero que no hablan directamente de la persona de Jesucristo, centro y referencia única de la Fe cristiana, obviando muchas veces las verdades explícitas de la predicación de Jesucristo.
Si somos sensibles al mensaje de Cristo se hace necesario hablar de una forma directa de su Pasión, Muerte y Resurrección, de los Novísimos: Muerte. Juicio, Cielo e Infierno, y así, recorrer todas las verdades de la Fe ante las que el hombre se ha de enfrentar y dar su propia respuesta, si quiere llevar su vida a buen puerto.
Que San José nos ayude y nos proteja para que la Iglesia pueda avanzar por los caminos que le corresponden, dispensadora de todos los tesoros de Gracia, Amor y Misericordia que el Señor Jesucristo le ha confiado.
En el espíritu fraternal que nos enseña el Padrenuestro, te pido que lo reces hoy en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que nos volvemos a encontrar aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid –España
www.materchristi.es