Reflexión 13 de Marzo

Buenos días.
En este sábado de la tercera semana de Cuaresma nos encontramos con la Santísima Virgen de los Dolores, que siempre acompañó a su Hijo Jesús y de forma más especial en los momentos de su Pasión y Muerte.
La imagen de Nuestra Señora de los Dolores suscita compasión y tristeza, por ejemplo cuando se la contempla procesionando detrás de su Hijo en cualquiera de las escenas de su Pasión, pero si nos paramos a pensar un poco, nos daríamos cuenta de lo que puede estar pasando cuando su Hijo continua en su Pasión, a través de los muchos sufrimientos a los que está sometido su Cuerpo Místico por causa del pecado en todas sus variantes, por las injusticias con las que unas personas someten a otras o por tantísimas violaciones y vejaciones que sufren los más pobres, débiles y desheredados.
Desde nuestra mentalidad contemporanea, desde nuestro conocimiento de lo que es el sufrimiento en todas sus manifestaciones, bien podemos darnos cuenta de cómo se prolonga hoy este sufrimiento del Señor Jesucristo, por causa de este mundo que se empeña en no querer mirar al único que puede librar, curar y salvar, y en consecuencia, el dolor que sufre igualmente su Madre Amantísima por el Amor grande que tiene a todos los hijos que recibió al pie de la Cruz (Jn 19,25-27).
Te invito a que contemples a la Santísima Virgen en su experiencia de Dolor al lado de su Hijo, que la consueles con tu oración y que la pidas que nos ayude a todos a anunciar la conversión, el cambio de vida que necesitamos hacer para que no siga esta grave situación de la pandemia, que tanto daño ha ocasionado y continua haciéndolo.
Y con Fe, con mucha Fe y confianza, te pido que reces para que Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, venga en ayuda de todas las necesidades de los Hermanos alcanzando la Gracia de que se vean superadas todas estas circunstancias. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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