Reflexión 1 de Noviembre

Buenos días en la Solemnidad de Todos los Santos.
Celebramos a todos aquellos que nos han precedido en el signo de la Fe y comparten ya la Gloria de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Es un día de gran gozo para todos los cristianos, pues estamos ante la Iglesia Triunfante donde hay un lugar preparado para cada uno de nosotros.
Como ya hemos dicho alguna vez, nos están esperando a cada uno individualmente allí, en el Cielo, pues para ello Dios nos creó a su imagen y semejanza, y además, el Señor Jesucristo Resucitó, subiendo al Cielo para prepararnos una morada; recuerda sus palabras: “No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros” (Jn 14,1-3).
La Fe que profesamos el día de nuestro Bautismo y que renovamos con frecuencia, expresamos: “Creo en la Comunión de los Santos”, he aquí la gran clave de lo que es hoy esta Solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración mañana de los Fieles Difuntos.
Nosotros, Iglesia peregrinante, que tenemos la mirada fija en el horizonte del Cielo, hoy, particularmente, manifestamos la unión con la Iglesia Triunfante, de la misma manera que mañana lo haremos con la Iglesia Purgante.
Necesitamos de esta Iglesia Triunfante: necesitamos que nos ayuden a caminar por los caminos rectos de la conversión y de la santidad, necesitamos su intercesión ante Dios para que seamos capaces de tener lucidez en la propia conciencia y en el corazón, y poder así actuar con rectitud de intención y de obra, en definitiva, necesitamos mirar a sus vidas en los ejemplos que nos dejaron, que sean estímulo para vivir al máximo la alegría del evangelio.
Piensa cuántos hermanos, con los que compartiste la vida y que ya partieron hacia la Casa del Padre, estarán ya participando de su Gloria, con la capacidad de escuchar tus oraciones y súplicas para que te ayuden, te auxilien y te sostengan.
Rézales hoy con gran Fe, Confianza y Esperanza, para que nos ayuden a todos y cada uno de los que aquí venimos encontrándonos cada día en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es