Reflexión 26 de Noviembre

Buenos días.
En el horizonte más inmediato de la vida personal hay objetivos que se tiene interés grande de conseguirlos, pero no siempre son fácilmente accesibles, por lo cual se hace necesaria la virtud del sacrificio, entre otras.
Pero es que la abnegación necesaria, la renuncia a deseos e intereses, no es cosa del agrado personal, ni fácil de seguir y practicar.
Con sacrificio puede ser que se logre poco, pero sin sacrificio es seguro que no se logrará nada, porque el esfuerzo es la constante que está a la base de todo y cuando se quiere obviar nada sale adelante; queda claro desde el comienzo de la historia humana: “comerás con fatiga mientras vivas...; comerás el pan con sudor de tu frente…” (cfr. Gn 3,18-19).
Está más que comprobado, la persona que no ama el sacrificio y lo mantiene como elemento esencial en su vida, no encontrará el camino del acierto y del éxito.
Abiertos a comenzar el nuevo Año Cristiano que tenemos a la puerta, ya te pido que reces a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades, materiales y espirituales, de los Hermanos que aquí nos encontramos en Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es