Reflexión 3 de Noviembre

Buenos días.
¿Por qué las personas se posicionan en una idea y resulta muy difícil que la cambien?
Según Kant, “El sabio puede cambiar de opinión. El necio nunca”, lo que es lo mismo que se trata de una cuestión de pensar, de razonar y de obtener el verdadero sentido de cada cosa, situación o pensamiento.
La persona que no sabe lo que podía y debía saber, cae en esa actitud de necedad que le lleva a una ignorancia que me atrevería a calificar de absurda por ser consentida, en cambio, aquella otra que sabe tener una conducta prudente, que vive atento a toda la información que le puede llegar para adquirir mayor conocimiento, llegará a tener la sabiduría suficiente para poder ‘cambiar de opinión’ cuando sea necesario y conveniente.
El sabio sabe ser humilde, virtud que no tendrá el necio porque no es capaz de ver más allá. Instalado en actitudes cerradas e incapaz de darse cuenta que más adelante de lo que cree y piensa, hay cosas muy interesantes que le pueden llevar al cambio que, sin duda, sí aceptará el sabio.
Hoy te pido que reces en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN. 
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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