Reflexión 19 de Noviembre

Buenos días.
Qué interesante resulta meditar en las distintas invocaciones de la Letanía Lauretana, por ejemplo la que exclama: “Madre de la misericordia”.
En ella podemos ver una doble vertiente, una, como Madre que es del Divino Hijo, Señor de la Misericordia, del perdón, de la liberación y de la salvación, por lo que está en la mejor de las situaciones para interceder ante su Hijo por sus otros hijos los hombres.
Y en este sentido es igualmente Madre de la misericordia, porque Ella nos acoge así, con compasión y clemencia, para ayudarnos en los sufrimientos y miserias humanas.
Precisamente por ello, su Corazón Inmaculado sufre profundamente al ver a sus hijos que se desvían por los caminos del pecado: orgullo, soberbia, ira, lujuria, envidia…, sin que reaccionen a sus llamadas constantes a la conversión del corazón, tan necesaria siempre, pero no solo necesaria sino urgente, en los graves momentos que vive la humanidad.
¡Qué locura la de los hombres que no sabemos acogernos a la Misericordia de Dios! ¡Tan fácil que lo tendríamos si acudiéramos a la que es la Madre de la Misericordia!
Hoy te pido que reces a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que acuda en ayuda de las necesidades de los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar . AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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