Reflexión 5 de Noviembre

Buenos días en este Primer Sábado de Mes.
En primer lugar miramos a la Virgen Santa María, y con la mayor ternura filial que seamos capaces, la ofreceremos los mejores actos de desagravio y reparación a su  Corazón Inmaculado: actos de amor que podamos ofrecerla en los hermanos, oraciones a Ella, resaltando el Santo Rosario, y cualquier otra cosa que sepamos que va a agradarla.
Hoy la Iglesia celebra a dos mujeres españolas: Santa Angela de la Cruz (1848-1932) y la Beata María Rafols (1781-1853), vidas heroicas entregadas a los más necesitados. Os invito a acercaros a sus vidas, no quedareis defraudados.
Pero quería pararme en el evangelio que se proclama hoy en la Misa; es de San Lucas 16,9-15.
Sigue aquella parábola del administrador infiel, concluyendo que: “No podéis servir a Dios y al dinero”, para replicar a los fariseos que se burlaban de lo que decía Jesús: “Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta”.
‘La arrogancia con los hombres Dios la detesta’; ahí os dejo la sentencia de Jesús que pone en evidencia la altanería y la soberbia, algo que es muy común encontrar a cada paso en las actitudes de las personas. Mira a ver que no la encuentren en ti los otros, con el resultado de tener la reprobación de Dios: su aborrecimiento y su condena.
Reza ya con ilusión al Corazón Inmaculado de María, por todas las necesidades de los Hermanos que en Ella aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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