Buenos días
En este último viernes del mes de julio, dedicado a la Preciosísima Sangre de Jesús, honrémosla contemplando alguna de las revelaciones que el Señor Jesús le hizo a la Hermana María Marta Chambón.
Le dice el Señor: "Con mis Llagas y mi Corazón divino, podéis obtenerlo todo".
"Cada vez que ofrezcas a mi Padre celestial los méritos de mis Santas Llagas, ganas riquezas infinitas... En la contemplación de mis llagas se encuentra todo, para sí y para los demás... Yo garantizo conceder todo lo que se me pida por mis Santas Llagas".
En otra ocasión le dijo: "¿Crees, hija querida, que yo puedo permanecer sordo a los que se encomiendan a mis Santas Llagas?".
"Estoy contento de veros honrar mis santas Llagas; ahora puedo derramar más largamente los frutos de mi Redención".
También el Señor muestra su rechazo a quienes desprecian sus santísimas llagas. "Las almas que no veneran mis santas Llagas, sino que por el contrario las ridiculizan, esas almas, digo: Yo las rechazo".
"El pecador que diga la oración siguiente: 'Padre Eterno: Os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas', obtendrá su conversión".
Finalmente veamos cómo en la preocupación del Señor están siempre la almas del Purgatorio: "Voy a darte una ocupación: tu ofrecerás tus sufrimientos, en unión con los míos divinos, por las Almas del Purgatorio".
"Cuando ofrezcáis mis santas Llagas por los pecadores, no hay que olvidar el hacerlo por las Almas del Purgatorio, porque hay pocas personas que piensan en aliviarlas".
Esta es como la asignatura pendiente en nuestro hacer realidad lo que profesamos: “Creo en la comunión de los santos”, porque en esta ‘comunión’ se encuentran los hermanos que en el tránsito de su purificación, sufren las penas del purgatorio que podemos y debemos aliviar los que peregrinamos en esta tierra hacia la Casa del Padre.
Pero ahora te pido que reces más directamente, de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todos los Hermanos: sus necesidades intenciones e inquietudes, para que sean cubiertas por la preciosísima Sangre del Señor y encuentren la mejor respuesta posible. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es
