Reflexión 21 de Julio

Buenos días.
Adorar la Santísima Sangre de Jesús es lo mismo que Adorar las Santas Llagas del Señor, pues en definitiva toda la Sangre de Jesucristo brotó de las diferentes llagas que le produjeron todos los maltratos que le infirieron durante su Pasión, a excepción de las primeras gotas de sudor y sangre que le brotaron en el Huerto de los Olivos (Lc 22,44).
El Señor se reveló a la Hermana María Marta Chambón para que divulgara la devoción a las Santas Llagas de Jesucristo, de forma que desde 1866 se le manifestó en numerosas ocasiones
En septiembre de 1867 le dice: "Yo te he escogido para hacer revivir en los actuales tiempos, tan difíciles, la devoción a mis Santas Llagas".
De las múltiples palabras que el Señor Jesús revela a la Hermana María Marta encontramos las que anotamos a continuación.
"Una cosa me da pena: es que hay almas que miran la devoción a mis llagas con extrañeza, como despreciable, como una cosa que no conviene; por eso decae esta devoción y se la olvida. En el Cielo tengo Santos que han tenido una grande devoción a mis santas Llagas; pero en la tierra no hay casi nadie que me honre de esta manera".
"Encerrada en tu clausura, debes vivir aquí abajo como se vive en el Cielo, amarme, rogarme sin cesar para aplacar mi venganza y renovar la devoción a mis santas Llagas. Yo quiero que por esta devoción se salven, no solamente las almas que contigo viven, sino muchas otras también”.
"Hija mía: Cada vez que ofrecéis a mi Padre los méritos de mis divinas Llagas, ganáis una inmensa fortuna. Sois semejantes a aquel que encontrara en la tierra un gran tesoro; pero como vosotras no podéis conservar esta fortuna, Dios la vuelve a tomar, y mi Santísima Madre también, para devolvérosla en el momento de la muerte y aplicar sus méritos a las almas que los necesitan; porque debéis hacer valer la fortuna de mis santas Llagas. ¡No hay que quedarse pobres, porque vuestro Padre es muy rico!... ¿Vuestra riqueza?... ¡Es mi santa Pasión!
¡El que está necesitado, que venga con fe y confianza, que saque constantemente del tesoro de mi Pasión y de los agujeros de mis Llagas!".
"Mi Padre se complace en el ofrecimiento de mis sagradas Llagas y de los dolores de mi Santísima Madre. Ofrecérselos, es ofrecerle su gloria, ofrecer el Cielo al Cielo. ¡He aquí con qué pagar, por todos los que tienen deudas! Porque ofreciendo a mi Padre el mérito de mis santas Llagas, satisfacéis por los pecados de los hombres".
Con estas revelaciones del Señor a la Hermana María Marta lo dejo, con el vivo deseo de que descubramos cada uno las maravillas que contienen las Santísimas Llagas del Señor, las adoremos y las aprovechemos para el propio camino de santidad y ayuda a los demás.
Te pido reces a la Preciosísima Sangre de Jesús en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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