Reflexión 6 de Junio

Buenos días.
Comenzamos nuevamente el Tiempo Ordinario en la Liturgia, aunque en la vida será también hoy un nuevo día ordinario como los anteriores.
Lo cierto es que hay que seguir el camino que tenemos por delante, un tanto arduo y no pocas veces difícil, como es el de los tiempos actuales en los que se no van poniendo las cosas un poco cuesta arriba: que si la subida de los precios y con ella la inflación, que si las restricciones y carencias que asoman en el horizonte y ya nadie oculta, que si la carencia de trabajo, y otras cosas necesarias más…
Por todo ello se necesita reflexionar y reaccionar a nivel personal primero, y luego ser muy consciente de lo que se tiene alrededor, sabiendo que es hora de vivir en la Esperanza de que todo puede mejorar si somos capaces de vivir cara a Dios y, con la fortaleza del Espíritu Santo, hacer camino bajo la divisa de la conversión de vida.
Decía Orison Swett Marden: “El éxito es hijo de la perseverancia y firmeza en el trabajo”.
Dos premisas muy necesarias a tener en cuenta: la perseverancia que ayuda a no decaer nunca, porque el objetivo está más próximo de lograrse que antes, y la firmeza que nace del convencimiento de que se está y se vive en la verdad.
Ojalá que este reencuentro con el Tiempo Litúrgico Ordinario nos ayude a crecer como personas y como cristianos.
Y como cada día, te pido que reces con Fe y Esperanza, qué menos que un padrenuestro al buen Padre Dios, en favor de las intenciones y necesidades de todos los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es