Reflexión 17 de Junio

Buenos días.
En torno a la celebración de la Solemnidad del Corpus Christi, comentemos de las diferentes formas que se da culto a la Santísima Eucaristía, fuera de la Santa Misa.
Una de ella son las visitas al Santísimo Sacramento, que de una forma sencilla, se acude a la Iglesia alguna vez al día para adorar al Santísimo y hacer actos de amor, de expiación y de reparación.
Como visita que es, una de sus características es la brevedad de tiempo que se dedica, pues no se trata de que sea un tiempo de adoración, ni de oración, sino simplemente eso: una visita.
Y se puede hacer cuantas se quieran o puedan, según las situaciones y circunstancias.
San Juan Bosco dice: “Nunca omitas la visita al Santísimo Sacramento todos los días, aunque sea muy breve, pero siempre y cuando sea constante”.
La Iglesia siempre ha prestado una atención muy especial a la Santísima Eucaristía, pues es la gran columna sobre la que se funda todo el desarrollo de la Fe, la Esperanza y la Caridad.
El Papa San Pío X dice algo muy valioso y muy digno de meditar y asumir: “La devoción a la Eucaristía es la más noble de todas las devociones, porque tiene al mismo Dios por objeto; es la más saludable porque nos da al mismo autor de la gracia; es la más suave, porque el Señor es suave”.
No te voy a proponer que veas las veces que visitas al Santísimo Sacramento al día, quizás no vivimos en tiempos de disponer de mucho tiempo para esta práctica, pero una cosa es tenerlo muy difícil y otra muy distinta es ni planteárselo.
Sencillo, en el presente año, además de acudir a la Santa Misa, ¿fuiste alguna vez a visitar al Santísimo Sacramento?
Al Señor Jesús puedes rezar hoy para pedirle sus gracias y bendiciones en favor de todos los Hermanos que aquí volvemos a encontrar en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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