Reflexión 2 de Junio

Buenos días.
Aunque se suela leer esta meditación en la mañana, hoy quería ofreceros uno de los Himnos de la Hora de Completas que se expresa en una bonita oración a Dios nuestro Padre, pues aunque la oración más rezada sea el Padrenuestro, lo que parece es que la relación personal con Dios Padre no tiene toda la intensidad en la vida cristiana como sería de desear.
Quizás en nuestra relación trinitaria nos centramos más en el Hijo, sin darnos cuenta que las tres Personas de la Trinidad deberían tener la misma atención, cada una según el lugar que ocupa en la Santísima Trinidad, pues el Señor Jesús nos enseña en el evangelio cómo debería ser nuestra cercanía tanto al Padre como al Espíritu Santo.
El Himno citado dice: “El sueño, hermano de la muerte, a su descanso nos convida; guárdanos tú, Señor, de suerte que despertemos a la vida.
Tu amor nos guía y nos reprende y por nosotros se desvela, del enemigo nos defiende y, mientras dormimos, nos vela.
Te ofrecemos, humildemente, dolor, trabajo y alegría; nuestra plegaria balbuciente: "Gracias, Señor, por este día."
Recibe, Padre, la alabanza del corazón que en ti confía y alimenta nuestra esperanza de amanecer a tu gran Día.
Gloria a Dios Padre, que nos hizo, gloria a Dios Hijo Salvador, gloria al Espíritu divino: tres Personas y un solo Dios. Amén”.
Al Padre Dios, Señor de la vida y de la historia, te pido que le reces hoy para que ayude en sus necesidades a todos los Hermanos que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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