Reflexión 11 de Junio

Buenos días.
En la víspera de la Solemnidad de la Santísima Trinidad deseo ofreceros, a través de este Himno de la hora de Completas, un nuevo acercamiento a Dios Padre.
Es muy importante desarrollar la relación con el Padre desde una verdadera y sentida devoción, pues ello nos acerca a lo que estamos llamados a vivir eternamente en el Cielo, que podemos ya desarrollar aquí en la tierra.
He aquí el himno que es una verdadera y sentida oración: “Antes de cerrar los ojos, los labios y el corazón, al final de la jornada, ¡buenas noches!, Padre Dios.
Gracias por todas las gracias que nos ha dado tu amor; si muchas son nuestras deudas, infinito es tu perdón. Mañana te serviremos, en tu presencia, mejor.
A la sombra de tus alas, Padre nuestro, abríganos. Quédate junto a nosotros y danos tu bendición.
Antes de cerrar los ojos, los labios y el corazón, al final de la jornada, ¡buenas noches!, Padre Dios.
Gloria al Padre omnipotente, gloria al Hijo Redentor, gloria al Espíritu Santo: tres Personas, sólo un Dios. Amén”.
Poco se puede añadir, más que no dejes de encomendar a este Amor providente de Dios, todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que hoy nos volvemos a encontrar aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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