Reflexión 25 de Junio

Buenos días en la Fiesta del Inmaculado Corazón de María.
Siguiendo a la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, nos encontramos con el Corazón Inmaculado de la Santísima Virgen María.
Es la explosión completa y acabada de AMOR, el que expanden los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Dirá el Señor Jesús: “He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!” (Lc 12,49).
Es el fuego de la CARIDAD, del Amor de Dios, que busca a las personas para hacerlas vibrar en el olvido de sí mismas y solo ocuparse en facilitar a los otros cuanto necesiten que esté a su alcance.
El Corazón Inmaculado de María sufre cuando ve a los discípulos de su Hijo que olvidan su misión, dejando no sólo de evangelizar sino que, dando la espalda a Dios, se entregan al desorden de todo tipo que engendra el pecado, igualmente, de todo tipo.
La mejor forma de Celebrar esta Fiesta es ofreciendo a este Corazón Inmaculado de María cuantos actos de desagravio podamos: sacrificios, penitencias y oraciones, de las que sabéis es el Rosario la que más le agrada.
Nuestra buena Madre y Guía espera nuestros obsequios, apresurémonos a ofrecérselos, al tiempo que hoy le pedimos que su Inmaculado Corazón cubra y proteja en sus necesidades a todos sus hijos que aquí nos encontramos cada día en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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