Reflexión 30 de Abril

30.04.2022
Buenos días.
En este sábado, día que la Iglesia se lo dedica a la Santísima Virgen y ya en la Víspera de comenzar el Mes de María, propongo reflexionar acerca de una de las invocaciones de las Letanías Lauretanas: “Virgen poderosa”.
Esta invocación como cualquier otra se la ha de referenciar principalmente a su Hijo Jesucristo, pues la Virgen María lo es todo porque el Padre Dios la eligió y Ella aceptó ser la Madre del Redentor y Salvador.
Y a partir de ese momento encontró todo su mérito en la fidelidad al plan de Dios, que cumplió con toda la solicitud, por lo que su Hijo no la puede negar nada de lo que le pida: es la gran intercesora nuestra ante Él.
En la Constitución Dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, podemos leer en su punto 62, María Mediadora: “Con su amor materno se cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, sin embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador”.
Pues acudamos a la Virgen Santísima para que podamos caminar con lucidez y acierto, mientras seguimos peregrinando hacia la Casa del Padre Dios.
Y como es la ‘Virgen poderosa’, hoy encomiéndala las necesidades e intenciones de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
Mater Christi
Madrid – España
www.materchristi.es