Reflexión 2 de Mayo

Buenos días.
Durante el Tiempo Pascual, esto es, desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés, se saluda a la Santísima Virgen con la oración ‘Regina Coeli’ en lugar del Ángelus, que se reza el resto del año.
Fue el Papa Benedicto XIV quien estableció, en 1742, que durante el tiempo Pascual se sustituyera el rezo del Ángelus por la antífona Regina Coeli.
Son las palabras latinas con que abre el himno pascual a la Santísima Virgen María, que traducidas al español son “Reina del cielo”; es una composición litúrgica a manera de felicitación a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo.
No se conoce el autor de esta oración litúrgica que data siglo XII, pero se sabe que era repetido por los frailes menores franciscanos después de la Hora de Completas en la Liturgia de las Horas en la primera mitad del siguiente siglo. Luego, la popularizaron y extendieron por todo el mundo cristiano.
Se reza litúrgicamente tres veces al día como el Ángelus: al romper el día, al mediodía y a la caída de la tarde, aunque se puede rezar cuando mejor le venga a cada uno, pues siempre es mejor rezarla una vez con verdadera devoción que no hacerlo ninguna, pues en esta sociedad que vive con un ritmo trepidante ha de hacerse cuanto se pueda en honor de la Santísima Virgen.
Oración del Regina Coeli:
V/. Reina del Cielo, alégrate; aleluya.
R/. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V/. Resucitó como dijo; aleluya.
R/. Ruega por nosotros a Dios; aleluya;
V/. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R/. Porque resucitó en verdad el Señor; aleluya.
Oración: ¡Oh, Dios!, que te dignaste alegrar al mundo por la Resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo: concédenos, te rogamos, que por la mediación de la Virgen María, su Madre, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
En la alegría de Cristo Resucitado que testimonia la Regina Coeli, rezaremos este mes de María a la Madre Santísima, como hoy, por todas las necesidades de los Hermanos, al menos una de las muchas oraciones que a Ella tanto le agradan, comenzando por el Santo Rosario. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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