Reflexión 30 de Mayo

Buenos días.
La sucesión de las horas y de los días nos van llevando a culminar las diferentes etapas de la vida, como hoy vamos culminando la etapa mensual del que llamamos ‘Mes de María’.
Culminar etapas siempre nos lleva a pensar que un día culminaremos la etapa global de nuestra existencia aquí en la tierra, la más importante pues dará paso a la que ya no será una etapa: la eternidad que no tendrá fin.
Tantas veces parece no interesarnos pensar en ese punto de inflexión que es el tránsito hacia la eternidad, pero no deberíamos ser tan inconscientes de rehuir esta reflexión, pues se quiera o no, llegará.
Por ello, bien podríamos aprovechar este día, penúltimo del Mes de María, para, cogidos a su mano, ver un poco por dónde vamos dejando ir nuestra vida terrenal, las luces y las sombras que hay en ella, aciertos y errores que cometemos, para ante todo rectificar los caminos, porque Dios no ceja en llamarnos a la conversión de vida con tantos signos, digamos no deseados, que van apareciendo en el camino: el último la viruela del mono, que aún no sabemos bien el alcance de esta contagiosa enfermedad, erradicada de nuestra sociedad desde hace ya muchos años.
Ayuda, con tu oración pobre y humilde que cada día te pido, a que encuentren solución todos los problemas y necesidades de los Hermanos, reunidos hoy aquí nuevamente en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es